La expansión del virus por el territorio español s cada vez más generalizada, llegando ayer a los 436 casos por cada 100.000 habitantes, situándose en niveles del pasado tercero. Entre los jóvenes, la incidencia supera los 1.000 casos por cada 100.000 personas entre los 12 y los 29 años, llegando esta cifra en Cataluña a los 2.400 casos en los adolescentes y a los 3.000 en los veinteañeros.
La ministra de Sanidad Carolina Darias ha recordado que “el virus sigue ahí al acecho de quien no está vacunado” y ha insistido en que por ello es importante mantener el buen ritmo de la campaña de vacunación y vacunar a los más jóvenes cuanto antes.
El Ministerio de Sanidad notificó casi 44.000 casos nuevos el lunes y 13 nuevos fallecidos, lo que ha supuesto un aumento de la incidencia acumulada en 68 puntos, teniendo en cuenta que Cataluña y Baleares, dos de las comunidades con más casos no actualizaron sus datos el lunes por lo que reportaron el martes la información acumulada de los dos días.
La ministra ha resaltado el valor de la vacunación, que está marcando, según Darias, una importante diferencia con respecto a otras olas, ya que al estar vacunada la población más vulnerable, la de mayor edad, los fallecimientos han disminuido considerablemente.
Aun así, ha asegurado que es importante “aumentar la capacidad diagnóstica para identificar de forma más rápida la sospecha de casos positivos e incluso de asintomáticos, como está ocurriendo en la población de 12 a 29 años, y controlar de la manera más eficaz posible la progresión de la pandemia”.
En cuanto a la presión asistencial, esta no se está dando tanto en los hospitales (donde hay 4.138 personas hospitalizadas por coronavirus, suponiendo tan solo un 3,5% del total de camas y 749 en UCI, suponiendo el 6,7% de plazas de UCI) si no en la atención primaria, donde deben diagnosticar y hacer seguimiento de estos casos leves y sus contactos estrechos.
En el caso de Cataluña, donde hay un gran número de afectados, la presión en la atención primaria ha provocado que los centros de salud no puedan hacer pruebas diagnósticas de covid a contactos estrechos asintomáticos ante la sobrecarga de trabajo.
Además, en Cataluña la presión sí ha llegado a los hospitales, donde los pacientes covid ya suponen el 21% de las camas de la UCI, obligando a las autoridades a suspender las visitas de familiares en varios centros y a anular parte de la actividad quirúrgica programada.