Este golpe de tablero, podría hacerle ganar las próximas elecciones, podría ser, pero no es seguro. Lo que si es seguro que le hará perder una buena parte de la confianza que las bases pusieron en él en 2016 y que desde entonces le vienen renovando incondicionalmente. El apoyo de la militancia socialista a Sánchez solo es equiparable al de los primeros años de Felipe. Ahora ha dejado a gran parte de esa militancia que le apoyó y se partió la cara por él, con el puño en alto cantando la Internacional, impresa en una foto sepia, antigua y fuera de contexto. Por otro lado, como presidente ha hecho lo que cree mejor para el pais y para ganar las próximas elecciones, por lo que otros muchos, votantes y simpatizantes, estarán encantados con este movimiento.
Una vez más, Pedro Sánchez vuelva a aplicar su Manual de Resistencia y hace lo que cualquier líder responsable, o ejecutivo de alta gama de nuestros tiempos modernos haría, sacrificar y sustituir “piezas desgastadas” por valores más jóvenes, para volver a ganar las elecciones de 2023. Incluso en el supuesto caso de que haya sido a petición propia, inmolar a dos pesos pesados y su significado dentro y fuera del partido, como son Carmen Calvo y Jose Luis Ábalos, -y llevarse de paso por delante a Ivan Redondo como contrapeso- ¿será apoyado también esta vez por la militancia?. Lo más probable es que sí, pero sólo por sentido de la responsabilidad y lealtad a las siglas, pero que vaya contando con que le va a lastrar parte de esa confianza ciega depositada en él desde que reconquistó el liderazgo del partido en 2017 cuando las bases se impusieron, contra todo pronóstico, al poderoso aparato felipista. Una pérdida de confianza que el líder socialista y su nuevo gabinete, cree compensar con la incorporación de la parte socialista que quedó relegada tras su épica reconquista de la sede de Ferraz. El tiempo dirá si fue o no acertado.
Lo que de momento empaña un poco la decisión adoptada, es tratar de ofrecer como explicación a estos cambios, que se trata de inocular más feminismo y más juventud al Gobierno, el mismo día que se sacrifica a una figura grande del socialismo feminista, como es Carmen Calvo. Hablar de más feminismo, la misma semana que se ha aplastado el feminismo activo del partido, con el apoyo a una Ley Trans, errática, injusta e inaplicable jurídicamente, suena a música celestial para una militancia feminista muy avanzada que valora justo lo contrario: las lealtades, el feminismo de verdad, el de la lucha y el activismo, y que ahora siente cómo se quedan relativamente fuera -no exactamente ya que tendrán destinos importantes pero fuera de la primera línea- quienes han sudado lágrimas de sangre y se han dejado la piel por pararle todos los golpes, como por otra parte era su deber, al líder y su Gobierno, como son Calvo y Ábalos.
Cuando dicen que la política no tiene corazón… ¡se refieren justamente a esto!. Aunque, en descargo del Presidente, se ha de reconocer que ambos dos pesos pesados, habían puesto su cargo a disposición, cada uno de ellos por razones diferentes. Calvo, desde luego, porque no podría permanecer en un Ejecutivo que sancione una Ley tan farragosa y antisocial como la Trans, que perjudica tanto a la infancia como a las mujeres. Ábalos, como figura humana y política, rompe el molde de las esencias socialistas, las de verdad, de toda la vida…Las que fueron, son y serán. Las que nada tiene que ver ni con los tiempos, ni con las modas, ni con la edad. Ese espíritu socialista primordial que aunque cambien las tendencias, permanece inalterable en los que lo son de forma genuina. Pero el pragmatismo indica que los tiempos mandan y las tendencias también. ¿Ahora se requiere un Psoe más light?. El que manda, manda, y decide.
Cabe insistir en la importancia del movimiento feminista dentro del Psoe y su papel en el ascenso de Sánchez. Por eso, esta idílica escena de renovación que se pinta de puertas afuera, sin duda donde más callos está pisando es en el propio feminismo que tanto apostó por Sánchez y Sánchez por él. Ahí, se está revolviendo una gran parte de las militantes y simpatizantes que no consiguen salir del shock. Dada la experiencia, desleal y traidora, que el “viejo Psoe” aplicó a Sánchez en 2016, cuando lo expulsó sin contemplaciones por la puerta de atrás, justamente las lealtades y el feminismo activista, es lo que más se valora ahora mismo entre los que no entienden estas decisiones. Por eso, se tardará algo mas que unos meses en digerir este sacrificio de quienes más contribuyeron a levantar a un Gobierno reconocido como el más trabajador, feminista y ecologista de la historia de España. Un Ejecutivo, donde los dos pilares fundamentales, ahora defenestrados, Calvo y Ábalos, Ábalos y Calvo, pusieron la cara, el lomo, la inteligencia política y el esfuerzo para ir superando muchos obstáculos y muchos hitos: el final del bipartidismo, el difícil ajuste de la coalición, el separatismo catalán, la Memoria Histórica y la salida de Franco del Valle de los Caídos, el procés, la cárcel y los indultos, entre otros. Pero sobre todo, y de forma ejemplar, la lucha contra la pandemia más terrible de los últimos cien años. También Calvo ha puesto la salud y el cuerpo frente a las leyes adanistas del regalado Ministerio Igualdad, constituyendo, junto a Ábalos, las dos dianas del azote constante de la oposición más crispada, ofensiva, desleal y antipatriótica que se recuerde. Aunque verdaderamente en los tiempos de Aznar tampoco le fueron a la zaga.
¿Estamos ante la última cirugía estética de marketing de un asesor que se ha inmolado en el intento?. No olvidemos que Ivan Redondo, el director de Gabinete de Sánchez, el todopoderoso ejecutivo que supuestamente le susurraba las tácticas más arriesgadas al oído, en las dependencias de Moncloa, es o ha sido hasta ayer, el enemigo número uno de quienes manejan el aparato socialista, por ser considerado como un intruso, sin carnet, y sin ideología. Un mercenario del marketing político. Tan duro debe de haber sido el sacrificio de Calvo y de Ábalos, que el Presidente ha tenido que prescindir, como contrapeso, del Rasputín de su dinastía. El asesor de lujo. Quizá también hayan pesado en esta decisión, los dos últimos patinazos, tanto en Madrid como -en parte- en Murcia, que se le atribuyen a Redondo.
Tras el shock de este sábado, la militancia está ahora expectante a ver qué va a pasar en el 40 Congreso de otoño, en Valencia. Hay un cierto sentimiento de orfandad y una sensación de que ahora Sánchez se ha quedado sin escudos de protección. Calvo se las tragaba todas en la coordinación y el día a día de las legislaciones y el Consejo de Ministros, y en las réplicas vibrantes y plagadas de conocimiento, a la oposición durante las sesiones de control. ¿Será Bolaños su sustituto?, o quizá las principales leyes y decretos ley, ya están hechos y ahora todo sea mas fácil. Pero Gobernar nunca es fácil, a cada vuelta de la esquina, en estos tiempos tan frenéticos, aparece un peligro, un problema, una hecatombe. El segundo, hombre fuerte del Partido, Ábalos, siempre ha sido considerado como el roble socialista que insufla fuerza a un aparato re-organizado desde abajo hacia arriba, implicado hasta las trancas en recuperar las esencias más puras de la ideología socialdemócrata y su compromiso con la parte más vulnerable de la sociedad. Empieza una nueva etapa si: la de repartir los Fondos Europeos a todos y todas sin dejar a nadie atrás. Repartir los Fondos le corresponde a la poderosa y bien preparada vicepresidenta primera Económica, Nadia Calviño. Ahora mismo, junto a Bolaños, MJ Montero y Díaz, el disco duro del Gobierno en los próximos dos años. El “todos y todas”, era cosecha de Calvo. Y el “sin dejar a nadie atrás”, de Ábalos. Sánchez está bien posicionado en Europa y considera que ahora se trata más de gobernar de puertas afuera y reunificar territorialmente el partido. En esa clave entran las nuevas incorporaciones.
A la luz de los hechos, este domingo se tendrán que acostumbrar, los que llevaron a Sánchez hasta Moncloa, a que su Presidente y líder ya ha elegido presentar en sociedad a su nuevo compañero de viaje: Félix Bolaños, hombre culto, tranquilo, discreto, preparado políticamente, muy del partido, siempre a su lado, y de la misma generación que el Presidente.
Sánchez se ha independizado, saca pecho y camina con los de su edad, inmerso en la corriente de que el mundo ha dado la vuelta como un calcetín y ahora hay que tener una mirada joven, soltar amarras de “valores viejos” que esta sociedad ya no entiende. Sabe que una parte importante de la vieja generación son los que le llevaron a Moncloa, pero cree, que si no se une a las nuevas generaciones… no se ganarán las eleccions. Es su apuesta y a él le corresponde tomar decisiones, pero es muy arriesgado, arrojar lo viejo antes de asegurar empíricamente lo nuevo. Tanto han señalado los socios de UP el “edadismo”, y el valor por encima de casi todo, de lo joven y fresco, -tampoco tenían otra cosa que ofrecer- que Sánchez ha acabado tomando nota y rearmándose para el 2023. El tiempo dirá si el sacrificio y la apuesta fueron lo acertado. Lo que está claro es que nadie es imprescindible en un Gobierno, pero se echarán de menos en el Congreso los discursos y replicas de conocimiento y altura politica, tanto de uno como de la otra. También hay que confiar en el talento y la experiencia que aportarán las nuevas incorporaciones.
Pero duele. Interpreto, aunque puedo equivocarme, que duele a los salientes y sus seguidores, escuchar al Presidente vender el cambio generacional, como arma fundamental e imprescindible para ganar elecciones. Con la incorporación de Oscar López, de su misma edad, que se alineó contra él en las primarias y estuvo en el bando beligerante de Rubalcaba, Madina, y compañía, pretende integrar a ese talento socialista que quedó relegado tras los sucesos del 1-0 y la posterior reconquista.
En esa misma línea también se debe de apuntar el salto de pértiga al incorporar en su Ejecutivo a tres jóvenes alcaldesas y una delegada del Gobierno, vendiendo feminismo donde no hay un solo trazo que así lo indique en sus biografías (Salvo en el caso de Raquel Sánchez, de Gavá, Barcelona). Quien si aporta una línea activa de feminismo es la ya ex presidenta del Senado, Pilar Llop, que pasa a ser Ministra de Justicia (pero ella ya estaba). Una magistrada feminista que ha luchado intensamente contra la violencia machista y en la defensa de los derechos de las mujeres. La incorporación de Llop es la única buena noticia para el feminismo que no se siente compensado en absoluto, máxime cuando lo acaban de pasar por encima, con todas las letras. ¿A qué se refería Sánchez cuando repetía, en cada ocasión, en cada mitin, que sin feminismo no había socialismo y viceversa?.
Carmen Calvo no ha recibido los apoyos esperados en su extenuante lucha para evitar la vergüenza jurídica de una Ley Trans inviable que implica la pérdida de muchos de los logros conseguidos durante décadas por las mujeres. Pero desgraciadamente, este trazo fino, los nuevos hombres y mujeres del Presidente lo pasan por alto con demasiada facilidad. Se apuntan a los vientres de alquiler como si fuera normal, sólo porque son signos de nuestro tiempo, como las películas Queer, que tan de moda están, y no se escandalizan ante la explotación de la mujer, ni piden la abolición de la prostitución, y ahora, en su infinita ignorancia, hasta les parece exagerada la reacción a esta “terrible Ley Trans”, que deja indefensos a los menores, y desnuda en gran parte de sus logros y derechos a las mujeres. Se les volverá en contra sin duda y también sin paliativos. Pero eso ya será mas adelante, ahora hay que pensar en ganar las elecciones del 2023. Porque no en vano, son muchas décadas de lucha las que han conseguido una cierta impregnación del feminismo en las diferentes capas de la sociedad patriarcal. Y esto no tiene vuelta atrás.
Lo más doloroso de todo, es asistir a la victoria de eso que muchos llaman pragmatismo político moderno y otros llamamos decepción y subversión de valores. Cuando ha llegado la auténtica prueba de fuego, este dirigencia política no ha exhibido la valentía de regenerar sí, pero defendienlo lo que se predica. Las que luchamos por el feminismo, no porque sea una moda morada, sino porque creemos en la Igualdad y los derechos de las Mujeres, ya sabemos que esto es como el mito de Sísifo, podemos pasar décadas subiendo la piedra, que siempre otra vez hay que volver a empujar para arriba, y así sin cesar.
"No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, pero agota el ámbito de lo posible".