Al conocer la nueva ley húngara, la Comisión Europea evitó pronunciarse hasta que concluyera la tramitación parlamentaria, una lentitud que fue muy criticada. La Comisión esperaba que la norma no saliera adelante pero, una vez la ley ha sido aprobada con 157 votos a favor y uno en contra, la ha decidido pronunciarse.

 

Las críticas por parte de la Comisión a esta ley húngara comenzaron en las redes sociales del comisario de Justicia, Didier Reynders, que lamentaba hace una semana la aprobación de la norma. Más tarde, la vicepresidenta Jourova anunciaba medidas legales.

 

Este miércoles, ha sido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen quien se ha pronunciado, asegurando que abrirá un expediente contra Hungría ante la posible ilegalidad de la norma que prohíbe hablar de la homosexualidad en las escuelas. 

 

La iniciativa de la Unión Europea tan solo ha tardado unas horas más en anunciarse, una iniciativa que 14 países de los 27, entre ellos España han firmado pidiendo que se tomen medidas contra la ley húngara pues consideran que “estigmatiza a la comunidad LGTBIQ”.

 

Según ha declarado von der Leyen en una rueda de prensa en Bruselas, la nueva ley húngara “discrimina claramente a la gente en base a su orientación sexual y va en contra de todos los valores fundamentales de la Unión Europea. No vamos a ceder en estos principios”. Además, la presidenta de la Comisión se ha comprometido a "usar todos los poderes de la Comisión" para asegurar que "los derechos de todos los europeos estarán garantizados, sean quienes sean y vivan donde vivan”. “Yo creo en una Unión Europea donde todos y cada uno puedan ser como son, donde podamos amar a quien queramos”, ha añadido von der Leyen.

 

Este martes, durante una reunión de ministros de Asuntos Europeos en Luxemburgo, la ministra de Justicia húngara, Judit Varga, tuvo que rendir cuentas ante sus críticos socios de la UE, críticas a las que Varga reaccionó señalando la existencia de problemas con el Estado de derecho en otros países europeos, como España y Bélgica, pues la ministra húngara consideraba que debían reivindicar los valores tradicionales y actuar contra la "propaganda e injerencia" de lo que consideró "lobbies sexuales”.

 

En esta misma reunión el ministro de Asuntos Exteriores húngaro, Péter Szijjártó puso en duda que el resto de países hubieran leído la ley al detalle y por tanto consideró que habían basado su ataque en las “falsas interpretaciones que han circulado los últimos días”. Aunque lo cierto es que la norma húngara detalla que se prohíbe “la descripción y promoción de una identidad de género distinta al sexo asignado en el nacimiento, el cambio de género y la homosexualidad”, Szijjártó ha asegurado que “esta ley no va contra ninguna comunidad en Hungría”, sino que “es solo contra los pedófilos”. 

 

Además, Szijjártó afirmo en su intervención durante la reunión de ministros de Asuntos Europeos en Luxemburgo que “hasta los 18 años los padres tienen que tener la competencia exclusiva sobre la educación en cuanto a la orientación sexual, no puede ser que los niños vuelvan a casa con propaganda sobre su orientación sexual”.