Este domingo, los alrededor de 46.000 militantes del PSOE en Andalucía debían decidir la persona que lideraría el siguiente proyecto político en la región y el candidato o candidata en las próximas elecciones autonómicas previstas para finales del 2022, aunque muchos dan por seguro un adelanto de los comicios. De un lado estaba la ex presidenta de la Junta y actual secretaria general de los socialistas andaluces, Susana Díaz; del otro, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que contaba con el respaldo implícito de la dirección federal. Y la victoria en la contienda fue para el regidor de la capital andaluza, que cosechó 18.751 apoyos, un 55,05% de los votos. No hará falta siquiera segunda vuelta al superar la mitad de las papeletas y los militantes andaluces acaban con el liderazgo de Susana Díaz. El proyecto socialista, alrededor de Pedro Sánchez, se refuerza y el secretario general se cobra una pequeña gran venganza al ver cómo, por fin, aparta a quién le echó en el 2016 y contra quién tuvo que luchar para recuperar su sitio, de la mano de la militancia, en mayo de 2017. Ahora se abre un nuevo tiempo en la federación más importante del PSOE. El próximo objetivo está claro, recuperar la presidencia de la Junta de Andalucía, en manos de la derecha.
El candidato Juan Espadas, actual alcalde de Sevilla, ganó claramente las primarias del PSOE andaluz y encabezará la candidatura de su partido en los próximos comicios, previstos para finales de 2022 pero con posibilidades reales de que se adelante la cita con las urnas. Se acaba así con el liderazgo de la actual secretaria general del PSOE andaluz, Susana Díaz, que no podrá luchar nuevamente por volver a San Telmo, sede de la Junta de Andalucía. En 2018, la candidata ganó los comicios, pero la pérdida de más de 400.000 votos y el auge de la extrema derecha y de Ciudadanos dieron al PP de Juan Manuel Moreno Bonilla la posibilidad de gobernar por primera vez en una Comunidad que ha sido feudo histórico del socialismo español.
Tras perder el poder, Díaz quiso seguir el camino de su compañero extremeño, Guillermo Fernández Vara, que tuvo cuatro años de paréntesis en la Junta de Extremadura y recuperó el poder en los siguientes comicios. La dirigente socialista no podrá ya volver a presidir la Junta y la derrota de ayer parece la definitiva y la que acabará con su carrera política.
El pasado 21 de mayo, la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, recordaba una foto suya junto a Pedro Sánchez, en el tercer aniversario de la caída y resurgimiento del actual presidente del Gobierno en Ferraz. Aquel infausto 1 de octubre de 2016 fue provocado y buscado por Susana Díaz que echó a Sánchez. Pero la militancia de base aupó nuevamente a su secretario general y dijo "no" a Susana Díaz, "no" al aparato del partido y "no" a mantener a Mariano Rajoy en Moncloa. Todos los objetivos se cumplieron. Desde entonces, los actuales dirigentes del PSOE se la tenían guardada a la andaluza. Han tardado más de lo que hubieran querido, pero finalmente han conseguido apartar a Susana Díaz de la primera línea política.
El segundo revés sufrido por la secretaria general andaluza, tuvo lugar en las elecciones autonómicas de 2018 que, por cierto, ella misma decidió adelantar. Cosechó una amarga victoria que obligaban a los socialistas a abandonar la Junta por primera vez en la historia democrática de España. Muchos vieron ahí el final de la "lideresa" andaluza, pero aguantó y sigue como jefa de la Oposición. Pero nadie olvida lo que hizo y cómo lo hizo. Tampoco le acompañan las encuestas electorales que durante los últimos meses consolidan el apoyo ciudadano al actual gobierno y alejan a los socialistas de recuperar el poder. Ahora, con la llegada de Juan Espadas, el partido comienza de nuevo y los socialistas pelearán por recuperar el Gobierno autonómico.
El alcalde de Sevilla acaparó este domingo el 55,05% de los votos de sus compañeros, es decir, tuvo 18.751 apoyos. Al superar la mitad de los votos no hace falta recurrir a una segunda vuelta. Lejos, muy lejos, quedó Susana Díaz, que obtuvo el 38,75% de las papeletas (34.102 votos). Y tercero en discordia fue Luis Ángel Hierro, que solo tuvo 1.817 votos.
En Ferraz la alegría es contenida, pero es alegría al fin y al cabo. No habían querido mostrar un claro apoyo a ninguno de los tres candidatos, pero se sabía que su preferido era Juan Espadas. Se acaba y se cierra así la etapa de Díaz al frente del socialismo andaluz. Aunque la secretaria general ya ha dicho que quiere seguir siéndolo hasta el próximo congreso previsto para finales de año. Sin embargo, desde Madrid ya le han hecho saber que no son partidarios de liderazgos bicéfalos y que quieren que se vaya ya. Si no se va, probablemente se pondrá en marcha una gestora que le obligue a irse. Tampoco son partidarios de que sea la cara visible de la oposición en el Parlamento Regional. Ahora es el turno de Juan Espadas y le corresponde tomar las riendas del partido en la región. En la noche de ayer ya anunció que será candidato a la secretaría general, y no se espera que tenga rivales.
Por provincias, los resultados provisionales son: en Almería, Juan Espadas ha obtenido el 40,72% de los votos, Susana Díaz el 56,60% y Luis Ángel Hierro el 2,37%. En Cádiz, Juan Espadas ha logrado el 66,80% de los votos, Susana Díaz el 28,54% y el 3,81% Luis Ángel Hierro. En Córdoba, Juan Espadas ha obtenido el 44,70%, el 48,84% Susana Díaz y Luis Ángel Hierro el 5,21%. En Granada, Espadas ha alcanzado el 61,54% de los votos, Susana Díaz el 31,05% y Luis Ángel Hierro el 6,49%.
En la provincia de Huelva, Juan Espadas ha obtenido el 55,21% de los votos, el 39,81% Susana Díaz y el 4,10% Luis Ángel Hierro. En Jaén, Juan Espadas ha logrado el 66,85% de los votos, Susana Díaz el 18,87% y Luis Ángel Hierro el 13,32%. En Málaga, Juan Espadas ha obtenido el 46,38% de los votos, el 48,50% Susana Díaz y el 4,30% Luis Ángel Hierro. Y por último, en la provincia de Sevilla, Juan Espadas ha logrado el 54,53%, el 41,35% Susana Díaz y Luis Ángel Hierro el 3,27%.