La resolución de los expedientes de petición de indultos para los 12 dirigentes catalanes condenados por el procés de Cataluña está a punto de llegar a su final. 

Tras la publicación del dictamen de la Fiscalía y del Tribunal Supremo, que se posicionaron en contra de conceder la medida de gracia, quedan pocas semanas para que el Gobierno deba tomar una decisión definitiva. Tras las declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y de numerosos dirigentes socialistas, durante las últimas semanas todo hace indicar que se concederá un indulto parcial que saque a los políticos de la cárcel aunque deban aún cumplir las largas penas de inhabilitación. 

En el seno del PSOE, defienden que el Ejecutivo está dispuesto a tomar una decisión que traerá consecuencias políticas y afectará también en términos de coste electoral. Pero están convencidos en arriesgarse para conseguir normalizar las relaciones entre España y Cataluña y devolver la cuestión a la política, alejándola de la justicia. Piden al independentismo que también asuma riesgos y trabaje en pro de esa vía. Y este lunes ha llegado un importante gesto por parte del líder de ERC Oriol Junqueras. 

En una carta publicada por lasexta.com y por el Diario Ara el dirigente republicano admite abiertamente sus errores por optar por la unilateralidad.

Oriol Junqueras destaca que el nuevo Govern que lidera Pere Aragonés tendrá como objetivos "construir un país próspero, justo y plenamente libre para todos y cada uno de los ciudadanos que viven en Cataluña". Y considera que ahora se abre una nueva etapa que emprenden "habiendo hecho una reflexión profunda sobre nuestras fortalezas y debilidades, los errores y los aciertos, para extraer aprendizajes". 

Se trata de una reflexión que incluye también la autocrítica por todo lo que sucedió en 2017 con la celebración del referéndum ilegal, la aprobación de las leyes de desconexión y la Declaración Unilateral de Independencia. Para Junqueras "fue evidente que la reacción del Estado fue percibida por gran parte de la sociedad catalana (...) alejada de principios democráticos. Pero debemos ser conscientes que nuestra respuesta tampoco fue entendida como plenamente legítima por una parte de las sociedad, también la catalana". 

No esconde que su principal objetivo sigue inalterable y no es otro que conseguir la independencia de Cataluña "no queremos formar parte de un Estado donde persisten estructuras que sirven para perseguir a los adversarios políticos, donde hemos de acatar leyes que nos parecen injustas y arbitrarias". Pero para llegar a ese hipotético futuro, si es que algún día llega, Junqueras reconoce que "necesitamos ser más; una mayoría incontestable, plural y trasversal, que demuestre que gobierna bien y para todos". 

"Defendemos la autodeterminación porque queremos que toda la ciudadanía de nuestro país, toda, pueda decidir si desea que Cataluña sea un Estado independiente en forma de república o si apuestan por mantenerse dentro del Estado español", continúa en su carta el líder independentista. 

La gran diferencia respecto al 2017 es que ahora consideran que "la mejor vía para hacerlo es la vía escocesa. La vía del pacto y el acuerdo, la vía del referéndum acordado". 

"Nunca renunciaremos al diálogo ni a la negociación. Sería una ingenuidad creer que el diálogo político con el Estado dará frutos tangibles de forma inmediata, pero creer que podemos prescindir de él sería una irresponsabilidad", dice Junqueras. 

Por eso defiende la inminente mesa de diálogo entre el Gobierno de España y la Generalitat "estamos ante un conflicto político y éste solo se podrá resolver por vías políticas y democráticas".

Y, aunque apuesta por la amnistía, considera que los indultos serían un gesto que "pueden aliviar el conflicto, paliar el dolor de la represión y el sufrimiento de la sociedad catalana".

Por tanto, insta al Gobierno a "demostrar su compromiso con la reconciliación, el diálogo y la negociación, mirando al futuro".