La primera forma de defensa es la denominada inmunidad humoral que consiste en la generación de anticuerpos por parte de células inmunitarias llamadas linfocitos B, que  se encargan de bloquear al virus SARS-COV2 antes de que realice la infección. La segunda forma de defensa es la inmunidad celular, que se produce con la activación de linfocitos T, otro tipo de células inmunitarias que adquieren la capacidad de destruir las células ya infectadas

CombivacS ha demostrado por primera vez que una pauta de vacunación heteróloga (basada en la combinación de vacunas) potencia la inmunidad consiguiendo que el paciente tenga unos anticuerpos superiores a los que se han observado en otros estudios con vacunas homólogas (dos dosis de la misma vacuna), aunque este estudio aún debe confirmarse con más investigación para comenzar a combinarlas en pautas futuras.

Además, el estudio confirma que la inmunidad celular no sólo se potencia al aplicar la segunda dosis de Pfizer (de ARNm) en personas que previamente habían recibido una vacuna adenoviral, como es AstraZeneca, sino que podría ser también mayor que la que se observa en pautas de vacunación basadas en dos dosis de una misma vacuna.

Según ha declarado el investigador del Centro Nacional de Microbiología (CNM), Jordi Cano, para Europa Press: “Los resultados revelan que la producción de interferón gamma (IFN-gamma, una proteína producida por los linfocitos T que ayuda a desencadenar la respuesta inmunitaria celular) es significativamente mayor en el grupo de personas vacunadas con la segunda dosis de Pfizer en comparación con el grupo control, que sólo cuenta con la primera dosis de AstraZeneca”. Es decir, que mientras que la inmunidad celular no varía con la vacunación homóloga, en la vacunación heteróloga se produce un aumento cuatro veces superior en la producción de IFN-gamma.

CombivacS ha analizado el incremento en los niveles de anticuerpos y anticuerpos neutralizantes a través de tres técnicas diferentes, demostrándose en todos los casos que el uso de la pauta heteróloga potenció la respuesta inmunitaria.

Se analizó mediante test funcionales, demostrándose que los anticuerpos producidos eran eficaces para proteger frente al virus del la COVID-19, SARS-CoV-2. Además se uso una técnica para determinar los niveles de anticuerpos basados en la proteína trimérica del virus, confirmando que había una mayor respuesta inmunitaria: el grupo experimental presentó unos niveles de anticuerpos previos del tratamiento de 82 unidades y a los 14 días alcanzaron una mediana de 3.430 unidades.

La tercera técnica que se utilizó sirvió para conocer la eficacia de los anticuerpos producidos, demostrado un gran incremento en los títulos de anticuerpos neutralizantes tras la administración de la dosis de Pfizer, superior a la vacunación homóloga.