A Nayara Alberto, como al resto de la familia de Vanesa Santana, no hay día ni noche que no tengan presente y recuerden la luz que ella era en sus vidas. “Era una chica espléndida, era luz, era alegría. Donde estaba ella siempre habían sonrisas, también con su carácter que era una chica de armas tomar y odiaba las injusticias, siempre tenía algo que decir y nunca nadie la podía hacer callar ante lo que pensaba. Era personalidad y amor, mucho amor, si podía te daba todo lo que tenía y más, sin pensar en ella. Era tan buena que dudo que haya alguien parecido en la faz de la tierra”, recuerda Nayara Alberto Padilla, su prima de 18 años.
Ahora, tras tres años de dura espera, el juicio por el feminicidio de la joven de 21 años, no solo abre las heridas en la familia de recordar todo lo sufrido sino que las echa sal gorda en las mismas. Y es que el autor confeso del asesinato de Vanesa, amparándose en la Ley Trans aprobada hace pocos días en Canarias, dice ser mujer. Una autoidentificación con la que además de cumplir condena en un módulo de mujeres significaría que el asesinato pasaría a las estadísticas de crimen realizado por una mujer. “Ha pisoteado de nuevo la memoria de Vanesa diciendo que se llama Lorena. Quien asesinó a mi prima es él. Y no Lorena como se quiere hacer llamar ahora”, reclama.
Por eso Nayara Alberto lanza un mensaje a Irene Montero y a todas las personas que defienden tanto la Ley trans. “A ella y a todos los políticos de este país que han contribuido a esta ley les diría que se nota que ellos no han pasado por nada parecido, ya que si no, no tardarían nada en cambiar todas las leyes. Es un dolor que no le deseo a nadie y como políticos creo que deberían de ponerse en la piel del ciudadano, que quieran o no, están ahí gracias a nosotros, no por obra del Espíritu Santo”.
- ¿Cuándo habéis visto el cambio de estrategia del asesino qué habéis sentido? ¿Es de alguna manera volver a “pisotear la memoria” de tu prima?
Sí, claro que es una manera de volver a pisotearla una vez más. Es de vergüenza que estén haciendo todo lo posible para que no se le haga justicia como se merece, que es la vida de una persona, no es una tontería, es una familia destrozada de por vida. Hemos estado tres años aguantando todo lo que se nos viene encima, hemos aguantado lo inaguantable. Para que vengan y nos digan que por Jonathan por decirse mujer puede hasta rebajar la condena. Mi prima tiene que estar revolviéndose desde donde quiera que esté.
- ¿Es reírse de toda la familia?
Así es. Parece que se están riendo de nosotros y están yendo al juicio como un “¡vamos a decir esto a ver qué pasa!”. No somos un experimento social. Somos personas con un dolor por dentro irreparable, a ver si eso le queda claro a la familia del presunto asesino. Los únicos que hemos sufrido aquí somos nosotros y no ellos. Nosotros a Vanessa no la podemos ver más, ellos a Jonathan cada vez que quieran.
En tu mensaje en Instagram a Paula Fraga, una de las voces referentes en contra de la Ley Trans, hablabas de que el asesino se llama como se llama y no como quiere ser llamado…
Sí, es que él se llama Jonathan, no Lorena. Siempre ha sido un acosador de mujeres, con denuncias puestas por parte de chicas de la Península que acosaba vía internet. De pequeño en la escuela también tuvo varios problemas con chicas. Incluso al mirar a las mujeres se le notaba. Quien lo conoce sabe que el de mujer tiene poco... y me da rabia que ahora quiera tirar de la Ley Trans para que venga un asesino a aprovecharse de ella. Nosotros la familia de Vanessa y la gente del pueblo no conocemos a ninguna Lorena, le conocemos a él, a Jonathan “el Mafia” como se hacía llamar desde pequeño y por el pueblo donde iba con sus navajas por la calle. Varias advertencias tuvo su madre del comportamiento de su hijo, pero nunca hizo caso.
- El machismo de Jonathan era conocido. ¿Imaginabais que la obsesión por tu prima llegaría a tanto?
La obsesión de él si era sabida, ya que un año antes de asesinarla él había intentado tirarla por un barranco poniéndole una navaja en el cuello. Pero ella tenía fuerza y pudo salir corriendo, al llegar a casa sus padres le dijeron que denunciara por favor, pero para ella, Jonathan era su primo y nunca pensó que le podía arrebatar la vida. Yo tengo varias anécdotas con ella, cuando nos quedábamos juntas a dormir en su casa, su habitación daba pared con pared y él se pasaba muchas horas dándonos golpes en la pared y yo se lo decía, “Vane este tío no me gusta nada”. Su respuesta como siempre: “Nayi no seas boba, es Joni, ¿qué nos va hacer?”. Al igual que desde que nos escuchaba salir de la casa salía corriendo y nos preguntaba que a dónde íbamos. Pero no, nunca llegamos a imaginar que hiciera algo así. Creo que eso nunca nadie lo ve venir, hasta que pasa. ¡Ojalá hubiéramos sabido que iba a pasar! Preferiría mil veces visitarla en un centro penitenciario que llevarle flores todas las semanas al cementerio. Sé que es algo duro de decir pero es la verdad. Así lo pienso y así lo digo.
- ¿Crees que puede llegar a ser peligroso en el caso que sea encerrado en una cárcel de mujeres por las presas que estén allí?
Sí, claro que se va a ser peligroso para esas presas. Ellas son presas pero siguen siendo mujeres y no se merecen pasar por nada de lo que pasó Vanessa. Ya hay casos en otros países donde estos hombres auto identificados mujeres han abusado de las presas, teniendo que volver a condenarlos. ¿Qué hace que este sea diferente? Nada, porque lo va hacer y advertido queda.
- ¿Qué crees que pasará en el juicio?
Espero que se le condene como es, como un asesino, que todo salga a nuestro favor para que pueda descansar en paz y la familia podamos vivir ya con su recuerdo tranquilo. Y que algún día la permanente revisable sea pedida por toda familia que pase por algo así. Lo único que se merece él es esa condena, aunque toda pena será poca para nosotros.
- ¿Tienes algún mensaje para el juez que le está juzgando?
Para el juez, espero que sea justo. Espero que vea reflejado en la cara de mi tío y mi tía el sufrimiento, esa pena de esa madre que encontró a su hija en condiciones escalofriantes. Espero que ponga un poquito de su parte y haga que Vanesa pueda descansar en paz como se merece. Creo en él y quiero creer también es la justicia española. También quiero, agradecer al resto de personas el apoyo tan inmenso que hemos recibido esas muestras de cariño, de amor, arropándonos de esa manera tan bonita haciéndonos saber que están con toda la familia desde todas las partes de España. Al colectivo trans quiero decirle que nos parece nefasto e injusto que esta ley la esté usando un mal nacido para salirse con la suya y no ser juzgado como se merece. Además de parte de mi tío Mauro Santana y mi tía Sonia Padilla, quiero darles las gracias infinitas por tanto apoyo y amor, esto no se les olvidará jamás. Su niña está en el corazón de todos los españoles y eso ya es una gran victoria.
Nuria Coronado Sopeña es periodista, conferenciante y formadora en comunicación no sexista. Además es autora de Mujeres de Frente y Hombres por la Igualdad (Editorial LoQueNoExiste); Comunicar en Igualdad (ICI), documentalista de Amelia, historia de una lucha (Serendipia) y Premio Atenea 2021 @NuriaCSopena