Marruecos rompe el pacto y abre la frontera por unas horas, Europa se pone de parte de España, pero Casado se pone a favor de Marruecos. Dispara a bulto contra España a ver si con ello consigue liquidar a Sánchez. En eso consiste su principal y casi diría única labor de oposición. Derrocar, al precio que sea, al Gobierno “social comunista” de Pedro Sánchez. Ya no puede añadir la coletilla…”y de Pablo Iglesias”. Lo peor, es que este disparate está calando en la sociedad, con la ayuda inestimable de la caverna mediática que pasea de plató en plató a políticos de poco fuste y mucho delio, que hiperventilan hablando de “guerras e invasiones” o de “muertes y sepultureros” o “de inmigrantes y delincuentes”, etc, utilizando datos falsos y exagerados sin ningún pudor.
Que Marruecos haga por unas horas barra libre a la inmigración en Ceuta y en Melilla, la culpa es de Sánchez. No se molestan en pensar un poco, y acordarse cómo, uno de sus ejemplos a seguir, Donald Trump, ya con las elecciones perdidas el pasado mes de noviembre, hizo un reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental y así volvió a abrir la caja de pandora. Tampoco se quieren acordarse de la estúpida crisis Perejil. Y cómo España declaró la guerra en un vaso de agua al país vecino, llevando a la Armada al completo. .
Que llega una pandemia global que asola al mundo y causa más de tres millones de muertos y 168 millones de contagiados, pues Casado señala y dispara contra el único y auténtico culpable: Sánchez. Que en España hay 80.000 muertos y casi cuatro millones de enfermos, pues Casado, en lugar de ayudar, sigue disparando contra el presidente Sánchez y le acusa de ser poco menos que el sepulturero de Europa. Que el Gobierno pide el Estado de Alarma para salvar vidas, Casado vota en contra, aunque ello suponga más muertos, y le llama dictador. Que el Gobierno quita el Estado de Alarma, Casado, en lugar de alegrarse y apoyar el sistema sanitario le critica por abandono. Que hay vacunas, pues Casado dispara contra el sistema de Salud por mal administrarlas, aunque sean sus propias autonomías las que las apliquen. Que se traen fondos de Recuperación Económica de Europa, que contribuirán a levantar la economía de España, pues a Casado le da rabia y vota en contra, intrigando todo lo que puede con la Comisión Europea para evitar que lleguen. El patriota Casado dispara contra España siempre que puede, aunque haga grandes destrozos a la ciudadanía, con tal de intentar matar a Pedro Sánchez.
Que España está logrando, gracias a la vacunación masiva, cierta estabilidad y necesita colaboración parlamentaria para levantar la economía, Casado prefiere disparar a Sánchez, e intentar hundir al país para luego llegar él con su PP a salvar a España. Casado ignora por completo la Constitución y su propio papel, como partido y líder de la oposición, en la contribución imprescindible para la gobernanza y estabilidad del Estado. Su sentido de Estado y su responsabilidad brillan por su ausencia. Como es muy novel y apenas tiene experiencia en la política de primera línea, todavía no ha encajado que el pueblo español le ha puesto en la oposición y que es ahí donde tendría que rendir a su patria, un digno papel, ya que deberá estar ahí durante los cuatro años de legislatura. Que para eso le pagamos, para que arrime el hombro, no para que de un repaso al diccionario en su sección de epítetos insultantes.
Cuando en julio de 2002, Mariano Rajoy gobernaba y Federico Trillo era ministro de Defensa, Marruecos mandó a su Marina a invadir el mini islote español de Perejil. No se escuchó ni una sola queja, o palabras en contra del Gobierno, por parte del entonces líder de la oposición, el socialista Zapatero. Y eso que el gobierno del PP, envió a toda la Armada al islote, a lo bruto, y sin ninguna finura diplomática. Durante 10 días del mes de julio, España poco menos que declaró la guerra al vecino reino alauita, y al final tuvo que ser el Rey Juan Carlos, quien solucionara el problema tomándose un te con su “hermano” el Rey Hassan, ambos ayudados con una llamada de Colin Powell, el Jefe del Estado Mayor norteamericano. Los submarinos y los buques de guerra se dieron un viaje en balde, cuando con una tirita estaba todo arreglado. Aprenda señor Abascal, que como alumno aventajado de Trump ya anda pidiendo “construir un muro infranqueable y militarizar la frontera. Tener desplegados allí a los tanques permanentemente”. Marruecos es la puerta de África a Europa y ese problema siempre está latente y solo se resolverá con mucha diplomacia y mucha cooperación.
Marruecos se caracteriza por darnos de vez en cuando un coscorrón a través de sus fronteras. Sabe que una bajada de brazos en la vigilancia de la línea, supone una oleada migratoria incontenible hacia España por los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla. Pero también sabe que esto le perjudica, ya que tiene un tratado con la UE que le ayuda con el flujo de inmigración que le viene de la África subsahariana a su propio país. Y actos como el que nos ocupa, suponen un efecto llamada a su territorio.
El actual monarca, Mohamed VI, ha heredado de su padre, Hassan II, aquel viejo resentimiento sobre el papel de España, después de abandonar el Sáhara y tras la marcha verde, en la firma de los históricos acuerdos del Pacto de Madrid, en 1975. Nuestros diferentes gobiernos españoles siempre han dejado la puerta abierta a un compromiso con la autodeterminación saharaui. La propia ONU lo había refrendado y firmando con anterioridad. Pero todo ello quedó en una especie de limbo que nadie revuelve por si acaso.
El rey Hassan se arreglaba bien con nuestro emérito, D. Juan Carlos, aunque nada se sabe de si la relación “familiar árabe” entre ellos ha sido heredada por los hijos respectivos, Mohamed VI y Felipe VI. Pero sí ha querido recordarnos, una vez más, su papel como guardián de la frontera del sur de Europa y puerta a Africa. Con un simple guiño de veinticuatro horas, ha propiciado una ola masiva migratoria que realmente asusta.
La clave o mejor dicho la excusa, este vez, está en el hospital de Logroño, donde Brahim Gali, líder del Frente Polisario y presidente de la auto proclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), yace recuperándose de su infección de coronavirus, tras varias semanas entubado. Esta vez, el hijo alai nos castiga por dar asistencia humanitaria a uno de los que considera sus grandes enemigos.
Borrell pide mantener buenas relaciones con Marruecos
Mientras la comisaria de interior europea, Alva Johansson, así como la presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Leyen y el alto representante de la Diplomacia, Josep Borrel, han apoyado sin fisuras a España y han exigido a Marruecos que “cumpla su compromiso de confianza, y evitar salidas de inmigrantes ilegales”. Y han recalcado que la frontera de España es la frontera de Europa, Casado, incapaz de identificar lo que es ser leal a tu país, ha preferido continuar con su escopeta apuntando al de siempre (el que en su inconsciente es lo que él querría ser). Una vez más, en el Congreso, se limitó a lanzar su retahíla de reproches sin sentido. Volvió otra vez a los pactos con Bildu, a la falta de peso internacional y terminó con que el Gobierno le queda grande a Sánchez. Acto fallido puramente freudiano. ¿Qué sentido tiene todo este derroche de inmadurez e infantilismo cuando están, en todo caso atacando a tu país?. Al final, Sánchez, una vez más, le miró de frente y sintetizó: “usted quiere apoyar a España o ir en contra de España”. La gran tormenta en el vaso de agua de Casado, Abascal y sus tanques, y los improperios de ambos, se había solucionado en 24 horas, y Casado una vez más quedó con la escopeta disparando como un bobo en una feria.