Carles Francino volvió a la Cadena SER para presentar el programa 'La Ventana' después de un mes y medio luchando contra la Covid-19. El periodista ha explicado por lo que ha pasado para tratar de que la gente que le escucha reflexione y se tome en serio el virus.

El periodista ha explicado quiso compartir cómo se sentía en su vuelta y compartir su experiencia: "Es curioso. Llevo más de 40 años ejerciendo de periodista y como es obvio en ese tiempo he vivido muchos momentos singulares: emotivos, emocionantes, históricos, tristes, alegres… De todo, porque de todo hay en la vida, pero sinceramente no recuerdo uno tan especial como el de hoy", aseguró.

Carles Francino se contagió al tener contacto estrecho con un positivo pese a estar con mascarilla y al aire libre y lo que al principio era una medida de precaución, acabó confirmándose el contagio. El periodista, tal y como contó en su intervención, había tomado todas las precauciones durante toda la pandemia, es deportista, sin patologías previas y pensó que no le podía tocar, pero los síntomas comenzaron y a los cinco días del positivo tuvo que ingresar en la Fundación Jiménez Díaz con fiebre muy alta y falta de oxígeno. 

"Las pasé canutas, sobre todo durante 48 horas en las que los indicadores eran malos, incluido un ictus del que, afortunadamente, parece que no me ha quedado ninguna secuela. Perdí 6 o 7 kilos, masa muscular, además perdí la voz. Pero bueno, yo he salido", afirmó sobre su enfermedad. Un discurso muy emotivo en el que entre lágrimas reconoció que toda su familia había sufrido el virus y que el contacto estrecho, un familiar muy próximo, falleció el 12 de abril.

Una vez contada su experiencia con el objetivo de concienciar a la gente de qué es lo que han pasado miles de familias, Carles Francino hizo tres reflexiones. "¿Es posible que nos hayamos olvidado de los sanitarios? ¿Dónde han quedado aquellos aplausos a las ocho de la tarde? ¿Cómo no van a cabrearse Laura enfermera, o Alejandro enfermero, dos de los que me atendieron a mí… Cómo no van a cabrearse viendo lo que se ha visto este fin de semana? Y la tercera reflexión, invocar la fuerza del cariño, si es cariño fuera una hipoteca, yo estaría pagando plazos lo que me queda de vida".