El primer fin de semana tras la Semana Santa revela un aumento de los contagios por coronavirus en algunas comunidades autónomas que podría responder a la incipiente llegada de una cuarta ola de COVID-19. Las diferencias entre comunidades es notoria, al igual que ha sucedido cuando se ha producido un aumento de contagios. Esta vez, la Comunidad Valenciana es la que mejor preparada llega a la posible cuarta ola, con tan solo 34 casos por cada 100.000 mientras que Navarra, País Vasco y Madrid superan los 300 casos por cada 100.000 y esperan la cuarta ola con las UCIs con un alto porcentaje de ocupación.
Según los expertos, las diferencias en número de contagios entre comunidades responden tanto a las medidas que se han implantado durante los últimos meses como a factores estructurales relacionados con la demografía, la organización social, la recepción de extranjeros, la desigualdad, el hacinamiento o el movimiento con razón de trabajo. De esta forma, la alta densidad demográfica de la Comunidad de Madrid, unido a su organización social, que supone un mayor movimiento por la comunidad y por otras comunidades, junto a la llegada de gran cantidad de extranjeros que recibe, la hace mucho más vulnerable a la expansión del virus. Pero, en Madrid, encontramos también las medidas más suaves para controlar la pandemia, con la hostelería abierta al 100% mientras que otras regiones la mantienen cerrada o restringida, el control de la actividad nocturna menos restricctivo o el nulo control de cierres perimetrales de las Zonas Básicas de Salud.
Además, la Comunidad de Madrid entró en la tercera ola con una incidencia acumulada bastante alta y la historia se repite a la llegada de la cuarta con una incidencia acumulada de 315 que, según han declarado para El Diario los expertos Pere Godoy, ex presidente de la Sociedad Española de Epidemiología y Mario Fontán, ex presidente de la plataforma MIR de Medicina Preventiva, puede ser síntoma de una “desescalada rápida” (suprimir las medidas restrictivas en cuanto el nº de contagios empieza a disminuir), lo que puede suponer que estas comunidades entren en “una especie de bucle” porque nunca llegan “a bajar la incidencia hasta los niveles deseados” y rápidamente “vuelta a empezar”.
Es también el caso de Navarra y del País Vasco, que comienzan la posible cuarta ola con una incidencia muy alta, considerada de riesgo extremo, 380 y 290 casos por cada 100.000 habitantes respectivamente. También se encuadran en este grupo Ceuta y Melilla con 433 y 482 casos por cada 100.000 habitantes respectivamente.
En el otro extremo, con incidencias más bajas, se encuentran la Comunidad Valenciana, con una incidencia acumulada de 34 casos por cada 100.000 (única comunidad que se encuentra dentro del objetivo marcado por Sanidad de menos de 50 casos); Murcia y Galicia con 67 y Baleares con 64. El resto de comunidades autónomas se encuentran entre los 100 y los 200 casos por cada 100.000 habitantes y la gran mayoría han aumentado sus datos durante las últimas semanas.
Según afirma Pere Godoy en El Diario el caso de la Comunidad Valenciana deja en evidencia a Madrid y a su falta de restricciones pues los valencianos, además de tener "restricciones altísimas” desde finales de 2020, están manteniéndolas, siendo precavidos a la hora de desescalar. “Están desescalando de forma bastante prudente, sin abrir alegremente", ha recalcado Godoy, algo muy importante pues el ex presidente de la Sociedad Española de Epidemiología tiene claro que la clave para controlar la expansión del virus es la reducción del “contacto social”. Por otra parte, Mario Fontán también ha comentado que “Extremadura y Valencia tuvieron niveles muy altos pero bajaron relativamente rápido; Madrid, no tan restrictiva, ha ido más despacio".
En Cataluña también han empeorado mucho los datos de coronavirus esta última semana, subiendo hasta los 246 casos por cada 100.000 habitantes. Además, aún al comienzo de la cuarta ola las UCIs están ya muy llenas y han pasado de 498 pacientes críticos a 513 en tan solo 24 horas, en el caso de Madrid hay 482 pacientes muy graves ingresados en UCIs y en Euskadi ya son 121 pacientes críticos. La presión hospitalaria en Madrid es muy alta con 2.010 personas ingresadas, 103 más que la semana pasada. Además, se ha dado un claro aumento en el número de fallecidos en tan solo 24 horas: de 16 fallecidos por COVID-19 el sábado a 28 este domingo.
En Castilla y León la incidencia acumulada ha aumentado bastante esta última semana, casi 30 puntos, de 164 a 192 con 5 nuevos fallecidos ayer. También ha aumentado los ingresos en las UCIs a 130. En Aragón también ha aumentado la incidencia acumulada, sitúandose en 221 casos por cada 100.000 habitantes, igual sucede en Cantabria con 157 casos y en Extremadura con 132. En Asturias han notificado 167 casos por cada 100.000 habitantes, en Andalucía 189, en Canarias 126, en Castilla-La Mancha 142 y en La Rioja 202 con razón, según los expertos, de sus características socio-demográficas.