El principal investigador de la trama ‘Gürtel’, Manuel Morocho, ha declarado en la comisión parlamentaria que investiga la presunta utilización de servicios policiales y fondos reservados para espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas y quitarle información relativa a la presunta "caja B" del partido. En esta intervención sobre la ‘Operación Kitchen’, el inspector jefe ha afirmado que ha tenido que hacer frente a barreras en su investigación durante estos años y destaca la sobrecarga de trabajo o el traslado de destino dentro de la Policía en 2015, pasando de la UDEF a la Dirección Adjunta Operativa (DAO) bajo las órdenes de Eugenio Pino, para impedir que avanzase, ya que sus informes sobre la ‘caja b’ provocaban malestar. “El objetivo era sacarme de la unidad y trasladar que ya no trabajaba en la UDEF a los organismos superiores del ministerio y por ende al poder ejecutivo, con el fin de calmar la problemática generada con la elaboración de los informes, sobre todo la pieza separada”, ha declarado.

Manuel Morocho ha explicado que él ya tenía indicadores de que la operación sobre la ‘Kitchen’ se estaba investigando antes de que le llegasen los documentos de la investigación abierta en agosto de 2015. “Me pidieron el teléfono móvil de su mujer (Rosalía Iglesias), había una preocupación constante sobre si el señor Bárcenas pudiera tener una documentación sobre salidas de fondos a determinadas personas. Había un cierto desasosiego”, confirmó el inspector jefe. Este interés por este tema le hizo pensar que le “estaban utilizando para algo” y ha afirmado que se le incitó a investigar la familia de Bárcenas a través del juez instructor.

En su declaración de este jueves, Manuel Morocho ha afirmado que intentó compatibilizar su investigación sobre la caja b con su trabajo, pero que debido a las barreras que le pusieron fue difícil. Además, ha comentado que una de estas barreras, el traslado, venían de antes y que incluso le ofrecieron “destinos a la carta, incluso en el sector privado” para que dejase la investigación y afirmó que con el inicio de la investigación de los ‘papeles de Bárcenas’ en 2013 recibió más presiones.

Respecto a Villarejo, el inspector declaró que uno de los informes que hizo al analizar las operaciones del documento Sepblac (Servicio de Prevención del Blanqueo de Capitales) indicaba que José Manuel Villarejo estaba blanqueando capital y que, al comunicárselo a sus superiores, le dijeron que “no lo querían”. Manuel Morocho ha afirmado también que tuvo la constatación material de que la ‘Operación Kitchen’ se hizo fuera del control judicial y que existía una investigación paralela sobre el entorno de Bárcenas. Además, ha asegurado que en esta investigación paralela se añadieron “datos erróneos” a la base de datos policial sobre el espionaje al extesorero del PP para “generar confusión” a la investigación que lideraba él mismo