Esto lo saben perfectamente las autoridades alemanas que el 17 de marzo decidieron retirar la condición de destinos de riesgo a seis comunidades españolas, cuya incidencia de los últimos siete días está por debajo de cincuenta por cien mil, entre ellas a Baleares. La decisión provocó inmediatamente un gran incremento en las reservas a su isla preferida . Ya no tendrán que guardar cuarentena a su regreso, tras haber pasado los correspondientes test.
Aquí se han levantado algunas quejas contra el trato discriminatorio en relación con los turistas nacionales que no podrán viajar fuera de su comunidad en Semana Santa , pero la mayor parte del sector receptivo no ha levantado demasiado la voz pues prefieren actuar con prudencia para poder llegar al verano en condiciones adecuadas para recibir a la mitad de los turistas extranjeros que vinieron en el 2019.
Ambas fechas son simbólicas en este sector . La Semana Santa porque significa la apertura de la temporada alta , que dura hasta finales de octubre- excepto en Canarias- tanto en la aviación como en la hotelería, con el regreso de los fijos discontinuos , principalmente en Baleares.
La principal empresa hotelera española Melía, por ejemplo, tiene actualmente abiertos un tercio de sus hoteles en España y abrirá paulatinamente hasta llegar al ochenta y cinco por ciento a principios del verano.
El principal mercado emisor a España , el británico, empezará a funcionar a partir de 18 de mayo . Y lo hará en buenas condiciones dado el alto ritmo de vacunación en ese país. Las compañías aéreas ya han programado un verano intenso desde todos los aeropuertos habituales. Los inversores se muestran confiados en la recuperación turística como demuestra la fuerte subida de las dos empresas hoteleras que cotizan en el Ibex y de Ryanair . También las compañías aéreas americanas han subido ante el tirón del mercado domestico allí, donde la rapidez en la vacunación anima a hacer reservas.
Y, finalmente también el 17 la Comisión europea aprobó las lineas básicas del disminuido “certificado verde digital” europeo- insisten en que no se llame pasaporte- que incluirá una prueba de vacunación, un test negativo o una prueba de recuperación en caso de haber pasado la enfermedad. Es muy difícil que este listo para el mes de junio, y tendrá poca incidencia en el tráfico de este verano por lo que otras entidades , entre ellas IATA, la Asociación de la lineas aéreas avanzan con su propio documento que seria admitido por todos los países.
La Semana Santa será una especie de prueba para los meses de apogeo de nuestro turismo. Las reservas para esa época se hacen preferentemente en casas turísticas, en alojamientos rurales y en hoteles gestionados por Turoperadores o por sus socios directos, como es el caso de RIU con TUI , en los que esperan tener controlada la situación y dar confianza a los clientes.
Pero lo importante es el verano. Melía espera tener abiertos entonces un ochenta y cinco por ciento de sus hoteles frente a un tercio actualmente , debido sobre todo al periodo de las vacaciones escolares. Nuestro país es el líder en el segmento del turismo familiar. Se trata en general de estancias de quince días de grupos de al menos cuatro personas por lo que cada grupo familiar puede llegar a realizar sesenta pernoctaciones, algo imposible el resto del año. Pero las familias también son más precavidas que los turistas individuales o las parejas y cancelan ante cualquier temor, como se puede hacer actualmente sin penalización.
De ahí la importancia de que la Semana Santa pase con éxito. Habrá que sortear los peligros que surgen cada vez que se da un paso adelante. En estos momentos la situación en Europa es peor que hace quince días. En Alemania la incidencia por cien mil ha pasado de 65 a 86 y Francia e Italia están prácticamente cerradas y con la incidencia subiendo .
Por primera vez desde el inicio de la pandemia la situación en las comunidades turísticas españolas es mejor que en los mercados emisores, aunque con el Reino Unido avanzando rápidamente en la buena dirección, pero las dudas sobre Astra Zeneca y el consiguiente retraso general en la vacunación en la UE nos afecta a todos puesto que disminuye la confianza de parte de la población en las vacunas .
Es necesario aceptar el cierre de Semana Santa para poder llegar en las mejores condiciones al verano, aun cuando no tengamos la total seguridad de que todo vaya a salir bien.