Una lista creciente de países europeos han suspendido de forma temporal el uso de la vacuna contra el coronavirus desarrollada por AstraZeneca, como medida preventiva pendiente de revisión por parte del regulador de salud de Europa. En total, ya son 14 países del continente, concretamente Dinamarca, Noruega, Islandia, Bulgaria, Irlanda, Países Bajos, Alemania, Italia, Francia, España, Portugal, Eslovenia, Letonia y Chipre, los que han optado por paralizar su vacunación tras la detección de un tipo de trombosis poco conocido en algunas personas a las que se les había inoculado el suero. Esta trombosis, denominada trombosis venosa cerebral, es una enfermedad cerebrovascular que es necesario estudiar más a fondo, ya que es muy poco frecuente en la población general.
AstraZeneca sigue en el punto de mira. Desde semanas atrás, Europa ha tenido problemas con la farmacéutica por los retrasos en los suministros y, por consiguiente, por la escasez de vacunas que llegaban al continente. Sin embargo, los problemas continúan y, actualmente, 14 países europeos, entre los que se encuentra España, han decidido suspender de forma temporal la vacunación con el fármaco desarrollado por AstraZeneca tras detectarse casos de trombosis en algunas personas a las que se había inyectado la vacuna.
En concreto, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha identificado hasta el momento una treintena de casos de trombosis tras una dosis del fármaco de AstraZeneca y, en total, se han administrado en la Unión Europea (UE) alrededor de cinco millones de dosis.
Ante este hecho, la EMA ha subrayado que la tasa de vacunados afectados por trombosis “no es mayor que la del conjunto de la población”, no obstante, ha estimado que lo más preciso es “estudiar más a fondo” lo acontecido, ya que hasta el momento se han notificado tres muertes debido a la inoculación de esta vacuna en Italia, Dinamarca y Noruega, respectivamente.
Países que han suspendido la vacunación
El pasado jueves, Dinamarca, Noruega e Islandia fueron los tres primeros países en anunciar la suspensión temporal de la administración del fármaco en sus países.
En concreto, Dinamarca pausó la vacunación durante 14 días como una “medida de precaución”, tras el fallecimiento de una persona con “signos de un posible efecto secundario grave en forma de coágulos de sangre mortales”. Ante lo acontecido en este país, Noruega reportó casos similares, pero “principalmente en los ancianos, donde a menudo también hay otra enfermedad subyacente”. La misma decisión fue tomada por Islandia, aunque no se ha reportado ningún informe de pacientes que hayan desarrollado coágulos de sangre en el territorio.
Siguiendo con la lista, el viernes fue Bulgaria quién decidió paralizar la vacunación con este fármaco. El primer ministro del país, Boyko Borissov, comentó que se seguirá en esa situación hasta que la EMA “rechace todas las dudas” sobre si la vacuna es segura o no.
El domingo, Irlanda y Países Bajos fueron los que tomaron la decisión. Irlanda optó por suspender temporalmente dicha vacuna para “mantener la confianza” en su programa de vacunas, mientras que los Países Bajos lo hizo “como medida de precaución y en espera de una mayor investigación”.
Por su parte, el lunes se sumaron ocho nuevos países a esta paralización: Alemania, Francia, Italia, España, Portugal, Eslovenia, Letonia y Chipre.
En el caso de Alemania, el ministro de Salud, Jens Spahn, estableció que el país se encontraba deteniendo “de manera preventiva” las vacunas de esta farmacéutica por lo acontecido en otros países europeos. Asimismo, la agencia de medicamentos de Italia prohibió el uso de este fármaco “como precaución y temporalmente” a la espera de la decisión de la EMA. En esa misma línea se encuentra el presidente de Francia, Emmanuel Macron, que anunció que se suspendería su uso hasta que se emitiera un fallo definitivo del regulador sanitario europeo.
En España, según ha anunciado la ministra de Sanidad, Carolina Darias, esta paralización tendrá un periodo de dos semanas, una suspensión calificada como “temporal y preventiva”, “hasta que la Agencia Europea de Medicamentos pueda evaluar los riesgos”.
Los cuatro últimos países en seguir esta medida fueron Portugal, Eslovenia, Letonia y Chipre. Portugal decidió realizar esta acción por razones de “precaución” y “salud pública”, al igual que Eslovenia que, además, ha pedido a un grupo de expertos examinar en detalle la situación de la vacuna.
Letonia, por su parte, recordó que el pasado 9 de marzo ya suspendió el uso de las dosis de un lote de AstraZeneca por precaución, después de que se detectaran varios casos de afecciones presuntamente relacionadas con la inoculación. Por último, Chipre también se ha sumado a esta suspensión temporal, aunque ha asegurado que la administración de Pfizer y Moderna “continuará con normalidad”.
Trombosis venosa cerebral
No obstante, el tipo de trombosis detectada en la población inoculada con el fármaco de AstraZeneca es una trombosis muy poco conocida y “extraña”. Según la Sociedad Española de Neurología, la trombosis de senos venosos cerebrales en una enfermedad cerebrovascular poco frecuente, es más, representa menos de un 0,5% de los casos totales de las enfermedades cerebrovasculares que se producen en España.
Por lo tanto, se considera que su incidencia es en torno a 1-1,3 casos por cada 100.000 habitantes al año y, además, se ha establecido que puede afectar a cualquier grupo de edad, pero sobre todo a las mujeres y pacientes jóvenes.
AstraZeneca, por su parte, ha realizado un comunicado oficial en el que resalta que en sus estudios no se ha mostrado ningún riesgo de trombosis. “Un análisis de nuestros datos de seguridad de más de 10 millones de registros no ha mostrado evidencia de un mayor riesgo de embolia pulmonar o trombosis venosa profunda en cualquier grupo de edad definido, el género, el lote o en cualquier país en particular con la vacuna”.
Síntomas detectados
Aunque la probabilidad de presentar algún efecto secundario grave tras la inyección de la vacuna es muy escasa, es cierto que puede suceder, y la directora de la Agencia Española del Medicamento (AGEMED), María Jesús Lamas, ha explicado que los síntomas graves suelen aparecer entre los tres y 14 días después de administrarse la dosis, pasando por un dolor de cabeza “inusual e invalidante” que no cede con analgésicos, que empeora al tumbarse y que puede ir acompañado de mareos, vómitos, alteraciones visuales o sangrados irregulares.
Ante esto, la AGEMED ha pedido a los pacientes que han recibido la vacuna de AstraZeneca lo siguiente: “la cefalea o dolor de cabeza es un síntoma frecuente después de la vacunación frente a la Covid-19. Sin embargo, si usted ha recibido la vacuna en los últimos 14 días y el dolor de cabeza es intenso y persistente, cambia significativamente al tumbarse o se asocia alteraciones visuales u otros síntomas neurológicos persistentes, se recomienda consultar con el médico”.