Un nuevo estudio, realizado en el Centro Médico de Irving de la Universidad de Columbia y publicado en la revista Nature, evidencia que las vacunas que existen actualmente para frenar el SARS-CoV-2 pueden ser menos eficaces para neutralizar algunas de las variantes del virus, como son la británica y la sudafricana. En concreto, la investigación señala que la utilización tanto de las vacunas como de las terapias de anticuerpos monoclonales demostraron una eficacia “prometedora” en el coronavirus inicial surgido en 2019, pero no en las nuevas cepas que han ido surgiendo después, tras tomar muestras de sangre de personas inmunizadas con las vacunas de Pfizer/BioNTech y Moderna, cuyos anticuerpos resultaron ser menos eficaces a la hora de neutralizar estas dos variantes, sobre todo la sudafricana.
Las variantes del coronavirus en el Reino Unido (B.1.1.7) y en Sudáfrica (B.1.351) siguen siendo preocupantes debido a su rápida velocidad de contagio y letalidad. Ante ello, un nuevo estudio, realizado en el Centro Médico de Irving de la Universidad de Columbia y publicado en la revista Nature, ha revelado que tanto las vacunas actuales como ciertos anticuerpos monoclonales pueden ser menos efectivas para neutralizar dichas variantes y que, además, estas cepas tienen capacidad de reinfección. Esto se está confirmando ahora con los primeros resultados del fármaco Novavax, que en enero reveló casi un 90% de eficacia en el ensayo de la empresa en Reino Unido, pero tan solo un 49,4% en su ensayo en Sudáfrica, donde la mayor parte de los casos de coronavirus están causados por la variantes B.1.351.
El estudio, capitaneado por el investigador de la Universidad de Columbia (EEUU) y director de Aaron Diamond AIDS Research Center, David D. Ho, parte de las muestras de sangre tomadas de personas inoculadas con las vacunas de Moderna y Pfizer/BioNTech, cuyos anticuerpos resultaron ser menos eficaces a la hora de neutralizar las variantes británica la (B.1.1.7) y sudafricana (B. 1.351). En concreto, frente a la variante de Reino Unido, la neutralización se redujo aproximadamente el doble, pero frente a la variante de Sudáfrica, la neutralización bajó entre 6,5 y 8,5 veces.
Estos resultados demuestran que los métodos utilizados para detener la propagación del coronavirus con el desarrollo de vacunas y de terapias de anticuerpos monoclonales mostraron una eficacia “prometedora” en 2019, cuando no había mutaciones y tan solo existía el SARS-CoV-2 inicial, pero no con las nuevas variantes.
Asimismo, cabe destacar que este hecho se está confirmando con los primeros resultados de la vacuna Novavax, por ejemplo. La empresa encargada de realizar el fármaco informó el pasado 28 de enero que su vacuna tenía una eficacia de casi el 90% en el ensayo de la empresa en Reino Unido, sin embargo, tan solo un 49,4% en su ensayo en Sudáfrica, donde la mayoría de los casos de Covid-19 están causados por la variante B.1.351.
“Nuestro estudio y los nuevos datos del ensayo clínico demuestran que el virus se desplaza en una dirección que le hace escapar de nuestras actuales vacunas y terapias dirigidas contra la proteína pico del virus. Si la propagación desenfrenada del virus continúa y se acumulan más mutaciones críticas, puede que estemos condenados a perseguir continuamente el SARS-CoV-2 en evolución, como hemos hecho durante mucho tiempo con el virus de la gripe”, ha explicado David Ho.
Mayor preocupación con la variante sudafricana
Siguiendo esta línea, los datos del estudio revelan que la actividad neutralizadora contra la cepa sudafricana es más “preocupante”, ya que esta variante es más resistente a la neutralización, en gran parte debido a una mutación E484K, que escapa mejor de las defensas.
“La caída de la actividad neutralizadora contra la variante sudafricana es apreciable, y ahora estamos viendo, basándonos en los resultados de Novavax, que esto está causando una reducción de la eficacia protectora”, ha señalado el director de Aaron Diamond AIDS Research Center.
Es más, el estudio también encontró que ciertos anticuerpos monoclonales, que se usan actualmente para tratar a pacientes con Covid, pueden no funcionar contra la variante sudafricana. Y, además, según los resultados obtenidos con plasma de pacientes que se infectaron en una fase anterior de la pandemia, la variante B.1.351 tiene el potencial de causar una reinfección.
No obstante, esta investigación llevada a cabo en la Universidad de Columbia no estudió la variante más reciente encontrada en Brasil (B.1.1.28), pero dada la similitud de las mutaciones de los picos entre las variantes de Brasil y Sudáfrica, Ho establece que esta cepa debería comportarse de forma similar a la de Sudáfrica.