La comunidad de Extremadura ha pasado de ser una de las autonomías más afectadas, en cuanto al número de contagios, en esta tercera ola de la pandemia, a la primera en salir del nivel de riesgo intermedio. Con solo 50 casos por cada 100.000 habitantes, la región ha logrado entrar en el nivel de riesgo bajo, en apenas 43 días. Gracias a estos datos favorables, este viernes entrarán en vigor nuevas medidas más laxas en beneficio de todos los extremeños. Por otro lado, ante la incertidumbre de la gestión de cara a la Semana Santa, desde la Junta de Extremadura se apuesta por limitar la movilidad entre las autonomías, al contrario de lo que decidieron en las pasadas navidades cuando fue de las pocas que no se cerró perimetralmente.
Las Comunidades Autónomas siguen notificando datos esperanzadores respecto a la evolución de la tercera ola de la pandemia en el país. Este jueves las CCAA han comunicado al Ministerio de Sanidad 6.037 nuevos casos, datos relativamente menores en comparación a los 9.568 casos diagnosticados el jueves de la pasada semana. Es por ello por lo que algunas autoridades sanitarias se han atrevido anunciar el comienzo de una fase de meseta o incluso de desescalada. Una desescalada que ha sido especialmente notable en Extremadura, tal y como apunta el último informe de las CCAA, pues en los últimos 14 días la autonomía ha registrado una incidencia de casos -por cada 100.000 habitantes- inferior a 50. Solo 43 días le han bastado a Extremadura para convertirse en la primera comunidad en salir del nivel de riesgo intermedio, entrando, por ende; en el nivel de riesgo bajo. Destaca Cáceres, que se ha convertido en la primera provincia en alcanzar una incidencia acumulada inferior a los 50 casos. Hasta el momento, la incidencia acumulada en todo el territorio español es del 153.
Un nivel de riesgo que no corresponde a un “milagro”, tal y como ha querido explicar el consejero de Sanidad, José María Vergeles, sino al trabajo “intenso por parte de la sociedad extremeña”: “El milagro es tener una sociedad como la que tenemos en esta región”. Palabras que ha secundado la portavoz del Gobierno extremeño, Isabel Gil Rosiña: “Cada uno ha hecho lo que tenía que hacer, un gobierno que ha adoptado medidas muy duras y restrictivas de movilidad y que afectaba a sectores muy importantes, y la responsabilidad de los ciudadanos”. Y es que la comunidad no había endurecido tanto sus protocolos de seguridad desde el primer estado de alarma. El incremento de los casos que supuso el fin de la Navidad dio lugar a que la directiva de la región tomase decisiones drásticas para evitar cifras similares a las registradas durante las dos anteriores olas. Por ello, ante esta tercera ola, el Gobierno regional cambió su estrategia, adelantándose al virus “y no esperarlo”. La Junta de Extremadura decidió adelantar el toque de queda a las 22 horas, limitar perimetralmente todos los municipios y clausurar la actividad de aquellos negocios no esenciales, como tiendas, restaurantes, bares, gimnasios, etc. Ahora, con una situación totalmente distinta, la comunidad ha decidido recompensar a todos los extremeños que se han visto perjudicado por estas duras condiciones.
Nuevas medidas más flexibles
Por ello, acorde a lo aprobado en el Consejo de Gobierno, este viernes, a la espera de su publicación en el Diario Oficial de Extremadura (DOE), entrarán en vigor una serie de medidas más laxas, como el retraso del toque de queda a las 23.00 horas, la ampliación del aforo en la hostelería - terrazas al 75% - o el aumento de la ocupación de las mesas a seis personas -a diferencia de las cuatro personas por mesa establecidas hasta el momento-, continuando la prohibición del consumo en barra. Los locales con servicio a domicilio podrán prolongar la entrega de los encargos hasta las 00.00 horas.
También aumenta el número de asistentes a los velatorios, en donde se podrán reunir hasta 10 personas, si el espacio es cerrado, y hasta 20, si es al aire libre. Los entierros solo permitirán un máximo de 25 asistentes. Por otro lado, los lugares de culto aumentan su aforo al 50%, sin embargo, las ceremonias que se celebren en instalaciones publicas o privadas no podrán superar el 50% del aforo – 100 personas en lugares cerrados y 150 al aire libre-.
Mientras los comercios también aumentan su aforo al 40%, a excepción de las zonas comunes de los centros comerciales cuyo máximo sigue siendo el 30%. En cuanto al alojamiento en hoteles y estancias turísticas, no se permitirá un aforo superior al 35%, por lo que en los apartamentos o alojamientos rurales el máximo de convivientes será de 10 personas.
Respecto a las instalaciones deportivas y espectáculos culturales; los cines, teatros, auditorios… no podrán superar el 50% del aforo, tanto en espacios cerrados como abiertos. El uso de las instalaciones deportivas solo permitirá el acceso al 30%, aunque se permitirá la asistencia de un 30% de público cuando se celebren competiciones oficiales.
De cara a la Semana Santa, a diferencia de otras festividades como el Puente del Pilar o el Día de Todos los Santos, la comunidad estima limitar la movilidad, con el principal objetivo de “mantener el nivel bajo de riesgo”. Pese a ello, el consejero ha señalado que se realizarán pruebas PCR y de antígenos tanto los días anteriores como posteriores a la festividad, teniendo en cuenta la eficacia de estas alternativas, aludiendo a los exitosos resultados obtenidos gracias a la criba masiva de enero y febrero para el rastreo posterior de casos – se realizaron 192.000 PCR y test de antígenos en enero-.