El epidemiólogo Fernando Simón ha apuntado a una desescalada paulatina de las restricciones contra el coronavirus en “un mes o mes y medio” tras los datos positivos registrados estas últimas semanas que dejan el mejor escenario que se veía en España desde el pasado agosto. En este sentido, Simón ha apuntado que “las cosas van bien” pero descarta una reapertura para Semana Santa tras los desastrosos datos de Navidad que han marcado febrero como el mes con más muertos desde el pasado abril. “Si las condiciones de transmisión no son las correctas para que se pueda tener un poco de apertura, no se debe ni plantear”, zanjaba señalando que “tenemos las ucis atestadas de gente y hemos tenido el sistema sanitario contra las cuerdas”. También aprovechaba para rectificar unas desafortunadas declaraciones que emitió en su pasada rueda de prensa en las que daba a entender que se posicionaba a favor de las manifestaciones multitudinarias en el 8M y en contra de las procesiones. “No en todas las situaciones se pueden respetar igual las medidas de control, es lo que tenemos que tener claro. Da igual que nos permitan hacer una manifestación o una celebración, las distancias se deben mantener siempre”, establecía subrayando que se deben “evitar” las concentraciones y se disculpaba: “Me llamó la atención lo mal que me había expresado”. Además, Simón respondía a las polémicas declaraciones negacionistas de la actriz Victoria Abril: “No quiero juzgarlo, pero ayudar no ayuda”.
El director del CCAES, Fernando Simón, ha apuntado a que en “un mes o mes y medio” se podrían empezar a levantar las restricciones más duras contra el coronavirus tras los últimos datos registrados que muestran el escenario más positivo desde el pasado verano. Sin embargo, el epidemiólogo apuesta por la prudencia frente a la llegada de Semana Santa y tras el escenario vivido después de las Navidades que han marcado febrero como el mes con más muertes desde el pasado abril, 10.528 fallecidos. De esta forma, también apuesta por “evitar” manifestaciones en el 8M en unas declaraciones en las que rectifica sus anteriores palabras, cuando dio a entender que sí se posicionaba a favor de las protestas multitudinarias: “Me llamó la atención lo mal que me había expresado”.
La situación pandémica en España no estaba en cifras tan bajas desde el pasado agosto con una tasa de contagios que continúa descendiendo desde hace semanas y, por primera vez en este año, se sitúa por debajo de los 20.000 contagios en un fin de semana con la notificación ayer del Ministerio que contabilizaba 15.978 nuevos casos. La incidencia acumulada en el país desciende hasta los 175,63 casos por cada 100.000 habitantes, lo que supone una caída en tan solo una semana del 30% desde que el pasado viernes se contabilizaran 193’91 positivos. No obstante, Simón señalaba que, aunque el escenario está “en la línea que nos interesa”, las UCIS se mantienen ocupadas a un 28%: “Es la misma ocupación a la que llegamos en el pico de la segunda ola”. Por ello, el epidemiólogo se mantiene prudente, ni manifestaciones en el 8M ni reapertura en Semana Santa.
AGUANTAR “UN MES Y MEDIO” SACRIFICANDO LA SEMANA SANTA
“Si las condiciones de transmisión no son las correctas para que se pueda tener un poco de apertura, no se debe ni plantear”. Simón se posicionaba firme ante las preguntas de una posible reapertura en Semana Santa que se mantiene todavía en incertidumbre sobre las medidas que se tomarán y si se permitirán desplazamientos entre comunidades. Por el momento, solo Madrid y Extremadura se mantienen abiertas en la península pero otras podrían permitir la movilidad con los datos de incidencia positivos.
“Hace un par de meses se me preguntaba si podríamos salvar la Navidad y no sé si la hemos salvado, pero el impacto que tuvo lo vimos en enero”, declaraba el epidemiólogo estableciendo que no hay que relajarse justo después del impacto de la tercera ola que aun no ha terminado. “Tenemos las ucis atestadas de gente y hemos tenido el sistema sanitario contra las cuerdas”, lo que todavía “no es un dato nada bueno” como para permitir una gran reapertura. En este sentido, pedía a la población un último esfuerzo: “Llevamos un año machacando a grupos sociales que tenían que independizarse y florecer, machacando las relaciones sociales... Queda un esfuerzo pequeño, puede ser un mes o mes y medio, creo que no supone tanto esfuerzo aguantar ese tiempo”.
Simón hablaba desde su punto de vista de “epidemiólogo” sabiendo que la última palabra la tienen los políticos pero, en sus palabras, apuesta por comenzar a relajar las medidas pasado el periodo de los 30 o los 45 días. “Las cosas van bien”, establecía, pero es necesario “no hacer una excesiva presión” sobre cuestiones como la Semana Santa para que las Instituciones “hagan las propuestas correctas” ya que la “orientación inicial no es para salvar fiestas, manifestaciones o la Semana Santa”.
LA MANIFESTACIÓN DEL 8M “SE DEBE EVITAR”
Hace cinco días las palabras de Simón levantaban polémica al comparar el escenario de Semana Santa con el 8M. “No es lo mismo estar apretado bajo un paso de Semana Santa que en una concentración de 500 personas guardando las distancias”, explicaba sobre la manifestación aprobada en Madrid con motivo del Día Internacional de la Mujer en el que se permitirá la reunión de 500 asistentes. “Hay que determinar la relación que hay entre las agrupaciones de personas y los riesgos. Los riesgos están asociados a la forma en la que se relacionan las personas. Y hay que entender que la forma de relacionarse cambia también en función de la razón por la que se junta la gente”, continuaba en unas declaraciones que se entendieron como favorables a la celebración de concentraciones multitudinarias.
Ayer, el epidemiólogo se disculpaba: “Me llamó la atención lo mal que me había expresado”. De esta forma, el director de Emergencias Sanitarias ha explicado que se debe evitar cualquier evento “que no permita garantizar las condiciones de seguridad” sea sobre Semana Santa o el 8M. “No en todas las situaciones se pueden respetar igual las medidas de control, es lo que tenemos que tener claro. Da igual que nos permitan hacer una manifestación o una celebración, las distancias se deben mantener siempre”, aclaraba sobre su comparación anterior.
En este sentido, Simón señalaba que “todavía no estamos en esa situación” de poder permitir eventos multitudinarios: “No es cuestión de si hay una manifestación o una festividad, si se pueden o no hacer cosas, las cosas se pueden hacer cuando la situación epidemiológica es la correcta”. Por lo tanto, insistía en “evitar” esta clase de concentraciones hasta que se logre “acabar con este virus”.
“Ese era el sentido de mis palabras y quería aclararlo”, rectificaba, “lo siento”.
RESPUESTA AL NEGACIONISMO DE VICTORIA ABRIL
El epidemiólogo también respondía a las polémicas declaraciones negacionistas que emitió la actriz Victoria Abril al recibir un Premio Feroz este fin de semana. La premiada se refirió a la pandemia como “coronacirco” y se posicionó en contra de las mascarillas y las vacunas. “No sabemos nada de las vacunas, además, no son vacunas, son terapias genéticas que no se han probado ni si quiera en ratoncitos”, expresaba para luego coronarlo con un “ni loca me voy a vacunar”. Esto lo continuaba con la idea de que “habrá más muertos con vacuna que sin vacuna” ya que “está claro que “las farmacéuticas no quieren curarnos”. Sobre las mascarillas, afirmaba estar “harta […] porque están llenas de formaldehído y tolueno, que son cancerígenos”, después de que la dirección de los premios tuviera que obligarle a ponerse una.
Simón se mantenía en su línea de evitar entrar en polémicas: “Cuando tenemos mucha presión mediática a veces decimos cosas que no pensamos o que no queremos decir, que a lo mejor decimos como una gracia que luego nos arrepentimos”. No obstante, el epidemiólogo añadía que las figuras públicas deben “ser prudentes con este tipo de declaraciones”.
A esto añadía la idea de que las personas con visibilidad mediática “tienen por su puesto la libertad de expresarse como consideren y de decir lo que ellos crean que es justo decir” pero le recordaba a la actriz los “muchos miles de fallecidos, tres millones y pico de casos” y la situación en las UCIS “atestadas”. Así, establecía que “no hay duda” de la realidad de la situación: “No quiero juzgarlo, pero ayudar no ayuda”, zanjaba sobre las polémicas declaraciones.