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"Lo que la oruga llama 'el fin', el resto del mundo lo llama 'mariposa'."

“Los roles de género no se tratan con hormonas y cirugías”

“Los roles de género no se tratan con hormonas y cirugías”

Cada vez son más las voces que, junto a las feministas abolicionistas, describen el borrador de la Ley Trans como un grave error que atenta contra los derechos de las mujeres y que no puede permitirse. La última en sumarse es la de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual y el Observatorio de Salud Sexual (ONSEX) para quien confundir términos científicos como sexo y género o prescindir de una valoración profesional especializada “es una decisión inconveniente que atenta contra el propio bienestar de las personas trans”. Además, la institución cree que es incongruente “que las unidades de identidad de género de la sanidad pública sean cuestionadas indirectamente, apareciendo más como un problema que cómo las que han ayudado a miles de personas desde que se crearon”.


Una inconveniencia que también comparte Isabel Esteva, excoordinadora de la Unidad de Transexualidad de Andalucía (Hospital Regional de Málaga) y del Grupo de identidad y Diferenciación Sexual de la Sociedad Española de Endocrinología (GIDSEEN). Para esta reconocida endocrina los estamentos médicos y pediátricos “están expectantes ante el texto definitivo que sea aprobado y sobre todo su aplicación sanitaria posterior”.

Además, Esteva matiza que “esta situación en clínica es poco frecuente y, aunque el tema actualmente está muy visibilizado en la sociedad, en las consultas médicas es poco prevalente y por ello tampoco se han oído muchas voces críticas tras las similares leyes autonómicas hace años. Habría que preguntarles a estos estamentos, pero imagino que esperan responsabilidad por parte de los legisladores, de las familias de menores afectados y de las autoridades sanitarias y que esta responsabilidad admita y diseñe equipos multidisciplinares de asesoramiento en edades tempranas. Si se radicaliza la postura de autodeterminación y se prohíbe taxativamente la evaluación y acompañamiento del menor puede que algunos equipos deriven los casos que les lleguen a otros equipos o cuestionen entonces el proceso a seguir ante sus sociedades científicas”.

  • ¿De qué manera atenta la autodeterminación del sexo contra los derechos de las mujeres?

Con respecto a la autodeterminación el feminismo ya ha definido su postura, la categoría sexo y genero debe ser aclarada en la Ley, no ser confundente ni sinónima y debe enmarcar y delimitar los límites de la autoidentificación, pues el sexo en la ley se está englobando bajo el concepto de género y la identidad como una vivencia interna que se convierte en el único certificado identitario. La sociedad en general no entiende la trascendencia del debate por el escaso número que significaría la presencia de las mujeres transexuales en el ámbito de la presencia femenina pero el fondo conceptual sí merece la pena.

  • ¿Y en el caso de la infancia?

Es un momento de gran vulnerabilidad, de confusión, de identificación subjetiva con su entorno, de modelos imitativos a la vez de una necesidad de ser diferente y de una constante evolución sujeta a patrones e influencias ambientales (sobre todo en el momento actual por las redes sociales, medios audiovisuales etc.). La autodeterminación o autoidentificación de la identidad a esta edad puede cambiar y de ahí la cautela que algunos profesionales manejamos.

  • ¿Se habla de despatologización cuando en realidad se aboga por todo lo contrario?

Primero recordar que se repite continuamente el término despatologización (sinónimo de desclasificación de la transexualidad de los manuales psiquiátricos), cosa que hemos apoyado todas las Unidades de Transexualidad e Identidad de Género, sin aclarar que ello no implica la desmedicalización pues cualquier tratamiento solicitado requiere atención médica. Lo preocupante es el uso reiterado del término patologizante para referirse a la actitud de los profesionales que desde hace más de veinte años estamos junto a estas personas y afrontando con ellas casi todas sus situaciones vitales.

No siempre ha habido acuerdo entre profesionales y afectados y ello ha provocado desencuentros puntuales con algunos usuarios, derivando esto en alusiones ofensivas desde el activismo, como si fuera necesario tener culpables para ampliar sus objetivos asociacionistas.

  • ¿Si hay algo que se pone de manifiesto con este borrador es que la ciencia no importa?

Si presuponemos como formados en materia de salud a los redactores del borrador quizás hayan considerado que la ciencia en este caso no tiene grandes evidencias y se mueve con bastante incertidumbre, pero al menos aporta garantía y seguridad clínica. Esto se logra agrupando la casuística y manteniendo equipos con espacios de reflexión y en continua formación. Equipos que han utilizado los consensos internacionales y se han sometido a controles externos de calidad.

No obstante, nos han faltado recursos para dar respuestas más rápidas y ágiles pues las listas de espera han sido muy altas, las cohortes se han seguido pocos años por los cambios legislativos sucesivos y el respaldo a los profesionales de las Unidades ha sido oscilante y variable en cada Comunidad Autónoma. Esto no ha ocurrido solo en España, es una corriente que lleva años manifestándose en el mundo, pero no todos los gobiernos han dado respuestas tan poco debatidas ni consensuadas como la ley actual española.

  • Profesionales que como tú lleváis años acompañando a menores, ¿estáis ahora en peligro? ¿Cómo os sentís cuando se pretende sustituiros por la opinión de colectivos y familias sin experiencia?

No es una cuestión de peligro, hay que reinventar la forma de trabajar con los menores y sus familias, pero en base a la experiencia disciplinar y publicada, promoviendo la decisión compartida y la cautela. En ocasiones no son aconsejables las demandas del menor y si estas se imponen habría riesgo de negligencia. Cualquier modelo que se instaure, incluso en el seno de asociaciones familiares, tiene que asumir la responsabilidad del seguimiento y publicar con rigor a plazo medio-largo los resultados de estos nuevos modelos, sólo así se podría afirmar que estamos en el camino correcto. Hasta ahora por parte de los colectivos y asociaciones familiares no se mencionan ni se aceptan estudios publicados si no son acorde a sus experiencias particulares.

  • ¿Se pasa de hacer diagnóstico escuchando historias a casi automedicarse y automutilarse como menores de edad?

La evaluación y seguimiento de la historia del menor es imprescindible, la empatía y el simple acompañamiento, que se está propugnando incluso desde dentro de algunas unidades, no puede sustituir a las guías recomendadas por expertos. Los profesionales internacionales recomiendan acumular experiencia y seguimiento disciplinar de los casos (no basta la experiencia única sino la de las cohortes). En cuanto a la medicación e intervenciones irreversibles, todavía no se ha legalizado la automedicación de forma explícita ni las cirugías en menores de edad.

  • Años después de comprobarse los resultados de lo que ha significado la aplicación de las leyes autonómicas se os obliga a deshacer equipos y por tanto a que no haya profesionales en la construcción de la identidad.

No todas las unidades han sido desmanteladas, se ha procedido a desautorizar el modelo de algunas de ellas creando otras paralelas con la disculpa de la descentralización y la proximidad. De hecho, la Unidad de Málaga sigue como centro de referencia de la provincia y además como centro de cirugías genitoplásticas para toda Andalucía. Se han creado otros puntos de atención provinciales y se afirma que cualquier profesional puede prescribir tratamientos hormonales considerando que el proceso no es complejo, es cierto que no siempre lo es, pero depende de lo que solicite la persona y de lo que se banalice la situación.

La ley debería definir mejor las situaciones subsidiarias de ser tratadas medicamente y cuáles otras solo dependen del respeto social a la diversidad. De la situación real de las personas transexuales se habla poco en los nuevos modelos, probablemente porque se ven menos casos acumulados, porque no se están ampliando los recursos asistenciales (especialistas formados, cirujanos expertos…) y porque la oferta de atención y seguimiento no es tan completa y prolongada como lo era en las unidades multidisciplinares iniciales del Sistema Nacional de Salud.

  • Desde la medicina decís que las personas transexuales salvo en un 8% de los casos no son enfermos, sino que tienen un sufrimiento adaptativo y esto se debe al género como constructo social. Sin embargo, nada de esto se oye en los medios.

Lo que decimos es que en nuestra amplia serie (sólo en la Unidad de Málaga cuenta con casi 3000 solicitantes) se ha recomendado no hacer el proceso de reasignación sexual en un 8% de casos por criterios de no inclusión ya que podría ser peor su evolución personal si no se abordan otras situaciones que contraindican el uso de hormonas o las cirugías.

Con respecto al sufrimiento adaptativo lo que justificaba que la transexualidad estuviera clasificada en el DSM que es el catálogo de enfermedad psiquiátricas, no era porque las personas transexuales fueran enfermos mentales sino por las consecuencias en estas personas del sufrimiento o disconfort que provocaba su dificultad de aceptación personal y de inclusión social.

  • ¿Qué supone que los roles de género sean confundidos con situaciones de transgenerismo?

Supone mucho. Por un lado, que la identidad y los roles no son lo mismo y hay que definirlo antes. La identidad no se trata si no hay incongruencia o disforia y los roles son expresiones y comportamientos de género, a veces estigmatizadores y otras culturalmente impuestos (asumidos o no) e incluso elegidos; pero los roles no se tratan con hormonas y cirugías y por tanto no se deben mezclar en leyes, ciencia, datos numéricos etc. etc. Parecería desde la teoría Queer que tanto la identidad como las expresiones de género son vivencias internas que se expresan y entremezclan, pero quizás debería hablarse de Identidad Sexual ajustada o no al sexo biológico para la Transexualidad y el resto de expresiones de género, roles, personas no binarias etc. etc. dejarlo en el terreno del transgenerismo.


Nuria Coronado Sopeña es periodista, conferenciante, organizadora de eventos y formadora en comunicación con perspectiva de género. Autora de Mujeres de Frente y Hombres por la Igualdad (Editorial LoQueNoExiste); Comunicar en Igualdad (ICI). @NuriaCSopena
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