Según han informado fuentes conocedoras de la operación y ha adelantado El País, el rey emérito ha pagado más de cuatro millones de euros a la Agencia Tributaria en una segunda regulación fiscal. Con este pago, Juan Carlos I reconoce el fraude a Hacienda pero se adelanta a la apertura de una investigación por delito fiscal. El montante se corresponde a rentas no declaradas que suman más de ocho millones de euros que Juan Carlos I habría recibido en vuelos de una compañía de jet privados pagados por la fundación Zagatka, propiedad del primo lejano del rey emérito Álvaro de Orleans. El rey emérito, expatriado en Emiratos Árabes Unidos desde agosto de 2020, pagó en diciembre de este mismo año 678.393,72 euros a Hacienda por una deuda tributaria correspondiente a los años 2016 a 2018, periodo en el que, al haber abdicado, no era inviolable.
El pago de cuatro millones de euros a Hacienda supone un reconocimiento implícito por parte de Juan Carlos I de un posible delito de fraude fiscal. No es la primera regularización que hace el monarca y a ésta se suma la que hizo en diciembre de 2019 (678.393,72 euros). Las cifras, no obstante están ya muy por encima de los 120.000 euros anuales que la ley tributaria establece como límite para el delito fiscal.
Según el artículo 305.4 del Código Penal, Juan Carlos I evitará ser acusado de delito fiscal si abona la totalidad de su deuda antes de que la Agencia Tributaria o la justicia española le informen del inicio de las actuaciones judiciales. Sin embargo, la regulación fiscal debe ser según este mismo artículo “completa y veraz” y que el rey emérito presente una segunda regularización podría poner en entredicho la primera al entenderse como no completa. El cuestionamiento dependerá de si se trata de los mismos ejercicios o materias fiscales o no. Además, el rey emérito deberá explicar de dónde procede el dinero con el que ha resuelto su deuda con la Agencia Tributaria
Álvaro de Orleans, propietario de la fundación Zagatka declaró en febrero de 2020 en una entrevista en El País que no era el testaferro del rey emérito aunque sí aseguraba haberle pagado multitud de vuelos en jet privados. Afirmó que lo hizo para proteger la vida privada de Juan Carlos I y continuar con la tradición familiar de los Orleans de ayudar a la monarquía española.
La fundación Zagatka fue fundada en 2003 por el primo lejano del rey, Álvaro de Orleans con la finalidad, según sus estatutos, de ayudar a Juan Carlos I en reconocimiento a su contribución a la democracia española. Cuando se fundó, los primeros beneficiarios eran Álvaro de Orleans, su hijo y Juan Carlos I, en ese orden. Tras ellos, los beneficiarios eran Felipe VI, en cuarto lugar, y Elena y Cristina de Borbón en quinto. Sin embargo, los beneficiarios han cambiado. En junio de 2020 los estatutos fueron modificados y se eliminó a los miembros de la Casa Real española como beneficiarios. También fue modificado el objetivo de la fundación: “garantizar la asistencia financiera a la familia del fundador”, reza actualmente el estatuto de la fundación millonaria Zagatka.