El PSC reivindica la victoria de este domingo en las urnas y el líder socialista y ex ministro de Sanidad, Salvador Illa, está dispuesto a presentarse a una posible investidura. No lo tendrá fácil porque enfrente tiene una mayoría de partidos independentistas que pueden reeditar el Ejecutivo actual cambiando la presidencia de manos, que pasaría de JxCAT a ERC. Sin embargo, para el PSOE se puede abrir una nueva época de entendimiento en Cataluña que deje atrás definitivamente la década del ‘procès’ que solo ha traído una confrontación inútil. El objetivo ahora es tratar de romper el bloque independentista y comenzar a ver la política catalana en el eje izquierda-derecha para volver a poner sobre la mesa los problemas reales de los catalanes y las catalanas. Illa ha manifestado este lunes que su intención es hacer valer “la mayoría progresista en Cataluña”, y avisa a ERC “el horizonte de la independencia es un camino intransitable. Cataluña tiene que volver a los problemas reales
Tras la resaca de la noche electoral, los partidos políticos hacen la valoración de los resultados que han arrojado las urnas. La primera preocupación de todos ha sido la baja participación en una jornada electoral marcada por la pandemia del coronavirus. Solo el 53% de los electores han ejercido su derecho a voto, muy por debajo de lo que ocurrió en el 2017 cuando se registró justo lo contrario, una participación récord. Eso ha hecho que casi todos los partidos pierdan votos, excepto el PSC que gana cerca de 50.000, y Vox que emerge con fuerza en Cataluña.
La segunda lectura que hacen las formaciones es las posibilidades de gobierno que se abre con el nuevo Parlamento de Cataluña que se configura a mediados de marzo. Y ahí cada uno tiene una lectura bien distinta. El ganador de los comicios. Salvador Illa apuesta por abrir una nueva etapa y transitar el camino que no quiso seguir en 2017 Ciudadanos que, con Inés Arrimadas, ganó las elecciones con 36 escaños. Por eso, desde el primer minuto el ex ministro de Sanidad se ha mostrado dispuesto a presentarse a la investidura, aunque sabe que no tiene fácil poder llegar a la presidencia de la Generalitat. Eso no le impedirá “hablar con todos, excepto con Vox” para tratar de configurar un Ejecutivo alejado de la confrontación independentistas-constitucionalistas, para volver a situar el foco político en el eje progresistas-conservadores.
Para el dirigente del PSC, “hay una mayoría progresista en Cataluña” y advierte a ERC, con el que ha empatado en escaños que “el camino de la independencia es intransitable”. Por eso les ha interpelado para que Cataluña “vuelva a los problemas reales, tocando los pies en el suelo y siendo conscientes de las preocupaciones reales de los ciudadanos. Si no vamos hacía allí prolongaremos la situación que hemos vivido en los últimos años”.
Para Salvador Illa, con los resultados en la mano, “el PSC vuelve a ser el centro de gravedad e interpreto el voto de ayer como de pasar página, de diálogo, de reencuentro y yo voy a presentar mi candidatura consciente de que la política en Cataluña es compleja, pero el resultado de ayer abre una puerta a la esperanza”, ha afirmado en una entrevista en la Cadena SER.
Por eso, ha confirmado que “voy a buscar los apoyos en todas partes, menos de Vox. Quiero abrir una etapa sin reproches para abrir un tiempo nuevo en la política catalana”.
El principal obstáculo para Illa es el bloqueo al que le somete ERC que sigue apostando por que la próxima legislatura sea también tomada en clave independentista. Pero el socialista considera que “son objetivos irrealizables que generarían más frustración”.
PERE ARAGONÉS TAMBIÉN OPTA A LA PRESIDENCIA
El candidato de los republicanos, Pere Aragonés, también con 33 escaños, pero con muchos menos votos que el PSC opta también a liderar el próximo Gobierno catalán. Para ello, su primera opción es conseguir el apoyo de JxCAT y de la CUP para conformar una mayoría independentista que sigue gozando de una amplia mayoría absoluta en la cámara catalana. Tampoco lo tendrá fácil ya que sus ‘socios’ en su lucha por la autodeterminación no han asegurado que harán presidente a Aragonés. Hasta ahora, siempre JxCAT había tenido la hegemonía del independentismo, pero eso ha cambiado desde este domingo. Los de Puigdemont, que sigue en Bruselas huido de la justicia española, apuestan por la unilateralidad y nunca han visto con buenos ojos abrir la mesa de diálogo con el Gobierno de España que es justo por lo que apuesta ERC. La CUP, igualmente, no pondrá fácil sus apoyos y sigue exigiendo un nuevo referéndum, sea pactado o no, para antes del 2025. Todas estas cuestiones a las que se enfrenta ahora Esquerra no son menores. Pero se le abre una alternativa que es la de apoyarse en los partidos de izquierdas, alejándose así de la derecha catalana, aunque compartan anhelos independentistas. ERC podría gobernar con En Comú Podem que mantiene sus ocho escaños y podrían buscar el apoyo externo de los socialistas catalanes. Se consolidaría así una vía de diálogo que es la apuesta desde Madrid y ahora puede serlo también desde Barcelona.