La enfermedad conocida como Covid-19, causada por el SARS-CoV-2, puede implicar secuelas y otras complicaciones médicas que duren semanas, o incluso meses, después de la recuperación inicial. Un metaanálisis de 15 estudios realizado por siete investigadoras, que recoge información de más de 47.000 pacientes de distintos continentes, ha revelado que el 80% de las personas que han pasado la Covid-19 sufre, al menos, un síntoma persistente después de superar la infección aguda. En total, han identificado 55 efectos a largo plazo de Covid-19 en los recuperados, siendo la fatiga, los dolores de cabeza y los trastornos de la atención las afecciones más persistentes.
Los problemas de salud una vez superada la Covid-19 continúan. Un nuevo metaanálisis, publicado en MedRxiv, revela que el 80% de los pacientes sufren, al menos, un síntoma persistente de la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus.
Este resultado es fruto de un estudio llevado a cabo por siete científicas e investigadoras clínicas en Estados Unidos, entre las que se encuentran dos investigadoras de origen español. Se identificaron 18.251 publicaciones, de las cuales 15 cumplieron los criterios de inclusión y se recoge información de 47.910 pacientes, entre 17 y 87 años de edad de distintos continentes, a los que se siguió entre 14 y 110 días después de la infección viral.
La investigación de estos pacientes estimó que el 80% de los mismos desarrollaron uno o más síntomas a largo plazo, así como parámetros analíticos anormales después de pasar la infección aguda. Los síntomas más comunes fueron la fatiga (58%), el dolor de cabeza (44%), el trastorno de atención (27%), la caída del cabello (25%) y la disnea (24%). También se presentaron, aunque en un porcentaje mucho menor, enfermedades como el ictus y la diabetes mellitus.
En este sentido, la doctora Sandra López-León, médica española con doctorado en epidemiologia en Nueva York y primera firmante del metaanálisis, ha explicado en sus declaraciones a iSanidad que “los efectos de la Covid-19 a largo plazo involucran distintos órganos y sistemas por lo que, para manejarlos, será esencial entenderlos y tratarlos con soluciones integrales”. Asimismo, señala eventos neurológicos, así como aquellos que afectan al corazón o a los pulmones, aunque “con menos frecuencia también se describen efectos en los ojos, aparato digestivo, o incluso en la piel”.
Conclusiones
Las investigadoras confirman que los datos de su metaanálisis ponen en evidencia que “la recuperación de la Covid-19 debe mirar más allá de la verificación del alta hospitalaria o prueba negativa para SARS-CoV-2 o positiva para anticuerpos”.
Por ello, más evidencia e investigación de equipos multidisciplinarios son cruciales para comprender las causas, los mecanismos y los riesgos para desarrollar medidas preventivas, técnicas de rehabilitación y estrategias de manejo clínico con perspectivas integrales del paciente diseñadas para abordar la atención posterior a la enfermedad.
Tal y como ha explicado la doctora López-León en sus declaraciones, cree que hacen falta “estudios en los que se tome en cuenta la historia médica de los pacientes y la evolución de la Covid-19 aguda”, además de estratificar por edad, sexo y severidad de la infección, ya que así se podrían “empezar a identificar los factores de riesgo”.
Además, la doctora considera “fundamental estudiar cada síntoma con detalle para, entre otras cosas, identificar el tiempo de evolución de cada uno; sin perder de vista la importancia de una perspectiva integral de la persona completa”. Con todo este conocimiento será posible “diseñar medidas preventivas y mejores estrategias para su manejo, tratamiento y rehabilitación”, ha explicado.
En definitiva, las autoras de este estudio tienen previsto seguir estudiando los efectos de la Covid-19 a largo plazo, enfocándose en “la manera que afecta al sistema inmunológico y neuropsiquiátrico”, así como en “las personas con más vulnerabilidad”, ha concluido la investigadora.