La alarma en ocupación de UCI comienza desde el 27% y Madrid ya supera el 50%. Las CCAA han decretado un endurecimiento de las medidas sanitarias vigentes, ante el enorme crecimiento del Covid . En cambio, la presidenta popular de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, vuelve a generar nuevas disputas políticas, attrasando los cierres y los toques de queda, así como el número de personas a juntarse en terrazas. Con ello, rechaza las recomendaciones sanitarias ante el colapso hospitalario que se está apreciando en esta tercera ola. El 24% de los madrileños tienen desde este lunes restringida su movilidad, al confinar un total de 71 Zonas Básicas de Salud (ZBS) y 30 localidades, un 3% más en comparación con la semana pasada, pero la mayoría de las Autonomías, incluidas las del PP, tienen cierres perimetrales y la hostelería cerrada.
La Comunidad de Madrid se sitúa actualmente en una incidencia de 978,20 casos por 100.000 habitantes, una cifra bastante superior a la media española de 865,67. Es por eso que esta autonomía ante la evolución de la pandemia, se vio obligada a decretar nuevas medidas como el toque de queda establecido entre las 22.00 y las 06.00 horas y el cierre de todos los establecimientos considerados no esenciales, como la hostelería, el comercio o los locales de ocio a las 21.00 horas. Asimismo, quedaron prohibidas las reuniones en casas entre personas no convivientes, salvo para aquellos ciudadanos que se encarguen de cuidar a mayores, menores y dependientes, o que vivan solos o tengan un vínculo matrimonial o de pareja.
Estas medidas estaban pensadas para estar vigentes hasta que se reduzca la indicencia acumulada, pero todo el mundo sabe ya la postura de la presidenta regional y su negativa a implementar medidas que supongan un perjuicio a la actividad económica. Por ello, este lunes, Isabel Díaz Ayuso afirmó que comenzará a suavizar las restricciones esta misma semana. Así, ha comunicado que en pocos días se elevará el número de personas que pueden compartir mesa en los locales de hostelería de los cuatro a los seis y también pretende atrasar el denominado "toque de queda".
Madrid exigirá a sus ciudadanos de obligatorio cumplimiento el uso de mascarillas dentro de los restaurantes y será de vital importancia en los espacios cerrados de los locales la ventilación cruzada, preferiblemente natural, pasando a ser un derecho del consumidor, y en lo que respecta a las terrazas, se ampliará a seis personas por mesa. A modo genérico y para toda su población, en cuanto los datos atisben una ligera mejora se establecerán nuevos horarios como el del toque de queda; tras corroborar su intención de alargar esta limitación nocturna desde las 22.00 hasta las 00.00 horas.
"En Madrid hacemos todo lo que está en nuestras manos para mantener abierta nuestra hostelería y nuestra cultura a pesar de los pulsos políticos que nos llegan desde todas las instituciones", manifestaba Ayuso a favor del sector hostelero que está siendo especialmente afectado con las restricciones decretadas. Aunque 71 zonas básicas de salud y 30 localidades están bajo confinamientos municipales, la dirigente popular anunció ayer nuevas normativas que entrarán en vigor el próximo viernes 5 de febrero y que permitirán recuperar al sector de la hostelería las pérdidas generadas, aparte de los 85 millones de euros en ayudas.
"Una isla para la actividad de la hostelería frente a otras administraciones que han decidido, de manera arbitraria, arruinar el sector", agradecían los altos cargos de la hostelería. Por otro lado, se pretende aumentar los sistemas de control en el aeropuerto de Barajas para evitar la importación de las cepas de otros países. En cuanto al plan de vacunación, se impulsa una nueva organización para priorizar a trabajadores de este sector y de los más afectados como camareros o profesores, taxistas, cajeros de supermercado, cuya actividad laboral no puede ser paralizada por la covid-19 tras exponerse día a día en las calles, vías, comercios o centros públicos.
Sin tener claro como los casi 7 millones de madrileños afrontarán la nueva conducta de su querida presidenta, numerosos expertos auguran una nueva catástrofe en la capital, ya que el resto de autonomías siguen las recomendaciones y no pretenden relajar ninguna medida por el pronóstico que confirma un próximo colapso sanitario. A día de hoy se encuentran 5.233 pacientes ingresados por covid en planta y 736 en la UCI, cuyo porcentaje alcanza una ocupación del 29,15% en camas y 52,27% en la UCI. En las últimas 24 horas se han notificado 314 ingresos y 178 altas, y aunque el ritmo de contagios comience a ralentizarse lentamente, la ocupación hospitalaria cada vez es mayor.