El proyecto de vacuna para combatir el SARS-CoV-2 que dirigen los virólogos Mariano Esteban y Juan García Arriaza es el más adelantado de las tres vacunas contra la Covid-19 que se están desarrollando en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España. En concreto, el candidato vacunal MVA-CoV-2-S, que usa como vehículo el virus vaccinia modificado de Ankara (MVA) para transportar una proteína del SARS-CoV-2 (la proteína S) que estimule la defensa inmunitaria contra el coronavirus, ha mostrado una eficacia del 100% en ratones, y por lo tanto, está listo para seguir avanzando hacia las pruebas clínicas.
España continúa dando grandes pasos en dirección a conseguir una vacuna para acabar con la pandemia de coronavirus. De los tres proyectos de vacunas para combatir el SARS-CoV-2 que se están desarrollando en el Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC), el que dirigen los virólogos Mariano Esteban y Juan García Arriaza es el más adelantado.
La vacuna candidata de los investigadores ha probado su eficacia en modelos animales, y ha conseguido una efectividad del 100% en ratones. “Hemos observado que el candidato vacunal MVA-CoV-2 genera una respuesta inmunitaria robusta con producción de anticuerpos neutralizantes y activación de linfocitos T en ratones”, ha explicado Mariano Esteban.
Por su parte, Juan García Arriaza, investigador del grupo, ha subrayado que “la vacuna confiere una protección del 100% contra el SARS-CoV-2 en un modelo de ratón humanizado susceptible a la infección por SARS-CoV-2, lo cual es muy importante”.
¿Cómo funciona?
El candidato vacunal MVA-CoV-2 usa como vehículo el virus vaccinia modificado de Ankara (MVA) para transportar una proteína del SARS-CoV-2 (la proteína S) que estimule la defensa inmunitaria contra el coronavirus.
En esta ocasión, el virus MVA ha sido modificado para expresar la proteína S completa del SARS-CoV-2, que es la ‘llave’ que permite la entrada del coronavirus en las células humanas. Incorporada en el vehículo MVA, esta proteína se produce tan pronto como el virus penetra en la célula y es la que enseña al sistema inmunitario cómo debe reconocer al coronavirus real y cómo debe eliminarlo.
Lo realmente importante de este estudio es que la vacuna produce altos niveles de anticuerpos IgG específicos frente a la proteína S del coronavirus y a su dominio de unión con la proteína ACE2 que sirve de receptor de las células humanas. Además, las muestras serológicas de los ratones vacunados neutralizaron de forma muy potente al SARS-CoV-2 en cultivos celulares.
Inhibición completa con dos dosis
La investigación ha demostrado que la administración de una o dos dosis de esta vacuna protege al 100% de los ratones humanizados de la enfermedad y letalidad causada por el SARS-CoV-2. Asimismo, con dos dosis de la vacuna se produce una inhibición completa de la replicación del virus en los pulmones. “Estos resultados demuestran que la vacuna para la Covid-19 basada en el vector MVA produce una inmunogenicidad robusta y una eficacia completa en modelos animales, y respaldan su futura aplicación en ensayos clínicos”, han indicado los investigadores.
Asimismo, Esteban y García Arriaza han establecido que la vacunación combinada con dos vacunas diferentes, una en primera dosis basada en ácido nucleico (ADN-S) y otra en segunda dosis (MVA-CoV2-S), produce niveles más altos de activación de linfocitos T que la administración de dos dosis de MVA-CoV-2, lo que tiene relevancia cuando se pretende incrementar la población de linfocitos T para conseguir respuestas inmunes más amplias y duraderas.
Siguiente paso
Para definir un mayor espectro de acción de la vacuna y cumplir con los requisitos de las agencias reguladoras para los ensayos clínicos, se están llevando a cabo experimentos de inmunogenicidad y eficacia en el modelo de hámster, y próximamente se efectuarán también con macacos.
Por lo tanto, el siguiente paso será solicitar el permiso a la Agencia Española del Medicamento para los primeros ensayos clínicos, fases I/II, que podrían iniciarse en unas semanas, y avanzar posteriormente hacia la fase clínica III.
El CSIC colabora con la empresa biotecnológica española Biofabri, perteneciente al grupo Zendal, para producir la vacuna en condiciones de uso en seres humanos. Biofabri está actualmente fabricando los lotes GMP (Good Manufacturing Procedures, por sus siglas en inglés) que serán usados en dichas pruebas clínicas y ya tiene definido el proceso industrial para la fabricación de lotes comerciales tan pronto como la fase de desarrollo clínico concluya.