De nuevo, España acredita un repunte en los casos por Covid-19 durante esta semana, notándose las aglomeraciones y los correspondientes efectos del pasado diciembre. Preparándose para un mes difícil tras notificarse los peores datos en los últimos once meses con respecto a contagios, muchas autonomías sienten que lo queda más remedio que endurecer las restricciones nuevamente. Territorios como Andalucía, Murcia, Castilla y León y Asturias piden ya que haya una modificación del actual Estado de Alarma, con la opción de conceder a cada región el poder de decretar un aislamiento como el del pasado marzo. Sin embargo, muchas otras descartan esta dura decisión y prefieren optar por otras medidas que también han sido contundentes y eficaces durante la segunda ola, siguiendo, así, el ejemplo de otros países europeos.
Los datos actualizados siembran el caos, no solo en los españoles, sino en muchos gobiernos regionales. Unas cifras que aluden a una pandemia descontrolada, las distintas Comunidades Autónomas no saben que más hacer para mitigar el impacto. Tras registrarse los peores datos desde el principio de la pandemia durante esta semana –acreditando el mayor número de contagios, siendo 38.869 el pasado miércoles y 35.878 ayer- más un colapso sanitario que cada vez es más próximo, Andalucía, Murcia, Castilla y León y Asturias instan al Gobierno para decretar un nuevo confinamiento domiciliario.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado 9 de noviembre la prórroga del establecido Estado de Alarma durante seis meses más. Sin embargo, este decreto traspasa la potestad de anunciar medidas, pero imposibilita a las 17 autonomías confinar de forma domiciliaria a sus ciudadanos. Por ello, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, rogó a Pedro Sánchez el pasado miércoles la transformación de estos límites, uniéndose a la causa las otras tres autonomías en los que lideran PP y Ciudadanos, puesto que “el confinamiento domiciliario tiene que estar sobre la mesa”.
“El conjunto de medidas que están recogidas en la estrategia que acordamos con las comunidades autónomas son las que hay que aplicar y por eso, de momento, pensamos que no hay que dar ningún paso más y descartamos un confinamiento domiciliario", así rechazó el pasado martes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, las peticiones realizadas por los presidentes autonómicos.
Muchas otras como la Comunidad Valenciana, gobernada por el socialista Ximo Puig, muestran su apoyo a las actuaciones efectuadas por Sánchez y su equipo. El cierre perimetral, el adelanto del toque de queda, reducción de asistentes en las reuniones sociales y un incremento del teletrabajo son medidas que pueden endurecerse antes de optar con el aislamiento domiciliario. No solo estos dirigentes de derechas lo consideran como mejor opción para reconducir el empeoramiento de nuestro país y garantizar la seguridad. Expertos manifiestan la “falta de medidas para todo el país y más duras que las que permitieron doblegar parcialmente la curva entre agosto y diciembre” al alcanzar cifras más altas que en las notificadas en pleno inicio de la pandemia. Con una ocupación hospitalaria del 15,14% en planta y en las UCI del 28,46%, profesionales como el exdirigente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Rafael Bengoa, señalan “la necesidad de efectuar una situación similar a la de marzo, pero esta vez de tres semanas y hacerlo compatible con que la gente pueda ir a vacunarse".