El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump lleva meses denunciando un supuesto fraude electoral sin ningún tipo de pruebas e incitando a sus seguidores para que “defiendan nuestra clara victoria”. El momento culminante fue el asalto al Capitolio el día en el que se debía certificar la victoria del presidente electo Joe Biden. Sin embargo, ahora, el dirigente republicano amenaza con que “lo pagarán” aquellos que “profanaron la sede de la democracia estadounidense”. En un giro más en su locura, el multimillonario arremete contra los mismos a los que animó en sus protestas. Mientras, los principales líderes demócratas apuestan por que se proceda a una destitución del presidente al que consideran una persona “muy peligrosa”. La novedad es que a la petición también se unen algunos republicanos y representantes de la sociedad civil.
Lo sucedido esta semana en el Capitolio marcará un antes y después en la democracia estadounidense. La profanación de la sede de la democracia estadounidense ha puesto al descubierto la deriva enloquecida de un presidente Trump que pone en riesgo los pilares fundamentales de la republica americana.
Quizás el actual presidente ha decidido echar el freno y ahora arremete contra los mismos que alentó hace unos días. Trump ha condenado a “aquellos que profanaron la sede de la democracia estadounidense” y les amenaza con que “lo pagarán”. A pesar de que sigue sin reconocer su derrota, y posiblemente nunca lo hará, el presidente ha tenido que destacar que “Estados Unidos es y debe ser siempre una nación de ley y orden, los manifestantes que se infiltraron en el Capitolio han profanado la sede de la democracia estadounidense”.
Ante el descontrol de la situación, Trump ha pedido, o ha reconocido, que en las próximas semanas se debe producir una transición de poder “sin problemas”. Esto es lo más cerca que estará de reconocer que ha perdido la presidencia del país. “Ahora, el Congreso ha certificado los resultados y la nueva Administración será inaugurada el 20 de enero. Mi enfoque ahora se centra en asegurar una transición sin problemas y ordenada. Este momento exige reconciliación”, ha expresado.
Los Demócratas piden una destitución inmediata
Sin embargo, ya nadie se fía de Trump. Los principales líderes del partido demócrata (el ganador de las elecciones) piden ya que se aparte a Trump del poder ya que le consideran una “persona peligrosa”. Nancy Pelosi y su compañero de partido Chuck Shumer han instado al vicepresidente Mike Pence que active la enmienda 25ª de la Constitución que permite sustituir a un mandatario que no sea capaz de llevar a cabo sus poderes y deberes. “Es una emergencia” dicen ya abiertamente numerosos dirigentes que consideran, incluso, que Donald Trump podría sufrir algún trastorno que le impida ver la realidad y que le lleve a proceder tal y como lo está haciendo. En otras palabras, que muchos piensan que está ‘loco’.
Otro de los rumores que recorre la política americana es la posibilidad de un impeachment a tan solo 12 días del cambio de presidencia. Y es que la situación es tan delicada que en dos semanas el presidente Trump puede tomar decisiones imprevisibles.
Las propias redes sociales como Twitter o Facebook que el republicano ha utilizado durante su mandato para esparcir sus mentiras y fake news han bloqueado su cuenta y han retirado sus últimos mensajes. Pero, como algunas recuerdan, sigue teniendo los códigos de los misiles nucleares de la mayor potencia militar del mundo.