Hace tan solo una semana Isabel Díaz Ayuso, presidenta madrileña, levantaba una nueva polémica acusando al Gobierno de repartir un número de dosis “realmente bajo” de la vacuna de Pfizer para Madrid. Ahora el viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, anunciaba que de las 48.750 dosis recibidas el pasado día 29 de diciembre, tan solo se han utilizado el 6%, vacunando en estos últimos días a 3.090 personas. Otra de las consecuencias del desmantelamiento que desde hace treinta años, el PP de Madrid, está haciendo de la Sanidad Pública de esta comunidad. El consejero pone excusas increíbles y asegura que los nuevos objetivos están entre 10.000 y 15.000 vacunados por semana, lo que en el mejor caso supondría un 30% de las dosis que llegarán durante las próximas doce semanas. De momento, quejándose de la falta de recursos en la Pública, están sembrando el terreno para "dar negocio a los amigos" y vacunar en las clínicas privadas, eso si, mediante factura a la Seguridad Social. Un negocio que dominan a la perfección.
Este mismo lunes, el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, explicaba que se aumentarán los recursos destinados a la vacunación pero con una condición, la privatización de la campaña. “Ahora mismo en una situación de pandemia uno tiene que utilizar todos los recursos que sean necesarios para poder administrar las vacunas, ya sean recursos pues tanto públicos y privados en el caso de que sean necesarios”. ¡Bingo! otro negocio de Sanidad para las empresas privadas amigas. Mientras, los sanitarios denuncian la falta de recursos invertidos en la pública, explicando que solo se han destinado a 46 parejas de enfermeros para la tarea de inmunizar a toda la Comunidad y que recibieron material defectuoso que no servía para administrar las vacunas. La presidenta, Isabel Díaz Ayuso, por su parte, volvía a echar balones fuera culpando de nuevo al Gobierno del desastre de la campaña y la falta de dosis para la comunidad. Dato falso, por cierto, ya que las cantidades adjudicadas de forma proporcional y con antelación fueron las entregadas. “La vacunación es un problema nacional, la estrategia es un problema nacional y quien tiene que dirigir esto es el Gobierno de España y el ministro a la fuga”. Buena premisa para justificar lo injustificable, que la vacunación la hagan sus empresas de la sanidad privada.
Además, Madrid ha comenzado la campaña de vacunación al ritmo más lento de todo el país. La región recibió las primeras dosis de la vacuna de Pfizer el pasado día 30 de diciembre y, desde entonces, solo las han recibido 3.090 personas, lo que supone un 6% del total de la cantidad de dosis. Tal vez estén guardando el otro 94% de las dosis para darle negocio a los hospitales privados. Tan solo seis días antes de recibir el fármaco, Ayuso, ya se estaba quejando de que el número de dosis que va a recibir la región es “realmente bajo” y denunciaba que eran necesarias más. Ahora, se estima que de las 48.750 dosis que recibirá la capital española cada lunes durante las próximas doce semanas, con los recursos desplegados hasta ahora solo serán capaces de cubrir un 30% en el mejor de los casos. Justo después de conocer esta noticia Enrique Ruiz Escudero, abría la puerta a derivar la vacunación a la sanidad privada en lugar de dotar a la pública de los recursos necesarios para alcanzar los objetivos.
El viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID-19, Antonio Zapatero, informaba el sábado de estos datos de vacunación y achacaba la lentitud a un retraso de un día en la llegada de las vacunas de Pfizer por problemas logísticos y la coincidencia con el puente de Año Nuevo. Explicaba que eran las propias residencias de ancianos, lugar donde ha comenzado el plan de vacunación, y los trabajadores los que retrasaron el comienzo de la campaña por tomarse del 31 al 3 los días libres. “No era la mejor semana”, justificaba Zapatero y aseguraba que el ritmo se incrementaría hasta alcanzar 15.000 personas al día, algo que hoy no se cumplirá. “El Sermas (Servicio Madrileño de Salud) tiene capacidad para vacunar a más gente, pero fundamentalmente estamos limitados por el número de vacunas que recibamos a la semana”, intentaba excusar, aunque no se disponen de los recursos para alcanzar esta cifra de inyecciones al día.
Mientras, los sanitarios de la Comunidad de Madrid, hastiados y profundamente contrariados, ya no saben qué más hacer para denunciar la falta de recursos, de estrategia, de plan, tanto en la lucha contra el Covid, y ahora a la estrategia de la vacunación. Tan solo 46 parejas de enfermeros han sido entrenados para administrar el fármaco en las residencias de ancianos, pudiendo alcanzar cada uno un máximo de 25 vacunados al día, muy por debajo de las 15.000 dosis de las que habla Zapatero. Además, fuentes han revelado para El País que los materiales que recibieron en un primer momento eran defectuosos y no servían para administrar la vacuna contra el coronavirus. Concretamente, la Dirección General de Salud Pública repartió unas jeringuillas que no permitían regular las dosis de 0’3 mililitros que cada persona debe recibir y no disponían de protección antipinchazos. Los sanitarios tampoco disponen de un registro necesario con el historial clínico de cada paciente, fundamental para conocer datos clave como las alergias. “Si quieren acelerar el ritmo de vacunación no va a quedar más que aumentar el número de enfermeros”, declaraba una enfermera para El País.
El objetivo que marcó Zapatero para esta semana queda muy lejos del necesario para alcanzar el ritmo marcado por el Gobierno central, siendo solo entre 10.000 y 15.000 personas. El viceconsejero explicaba que el sistema de salud madrileño “tiene capacidad” para administrar 24.000 dosis semanales pero, esta misma mañana, Escudero ha anunciado que esta capacidad podría trasladarse a la sanidad privada a pesar de que la pública podría disponer de los recursos necesarios para alcanzarlo. “Ahora mismo en una situación de pandemia uno tiene que utilizar todos los recursos que sean necesarios para poder administrar las vacunas, ya sean recursos pues tanto públicos y privados en el caso de que sean necesarios”, declaraba para La Hora de la 1. Explicaba, por lo tanto, que de nuevo se podría ignorar las necesidades de la sanidad pública para invertir dinero en empresas privadas. “Lo haremos así”, zanjaba.
“Desde luego que utilizaremos todos los recursos como hemos hecho desde el inicio de la pandemia, es funcionar como una única sanidad e ir utilizando recursos públicos y recursos privados según las necesidades que vayamos recibiendo”, continuaba Escudero. No obstante, parece que por el momento no se han reorganizado los recursos para acelerar el proceso y se mantiene el plan de vacunar solo de lunes a viernes, ya que no se ha movido a más personal para cubrir estos puestos.
AYUSO VUELVE A CULPAR AL GOBIERNO
Hoy mismo, Ayuso admitía que la campaña de vacunación no va “a la velocidad que quisiéramos” pero culpaba al Gobierno de esta situación y, de nuevo, a la falta de dosis que está recibiendo Madrid a pesar de que aun no se ha cubierto prácticamente ninguna de las casi 50.000 dosis que han llegado. “La vacunación es un problema nacional, la estrategia es un problema nacional y quien tiene que dirigir esto es el Gobierno de España y el ministro a la fuga”, acusaba. Continuaba explicando que “están llegando muchísimas menos vacunas” de las esperadas pero que la Comunidad “está perfectamente preparada” para cubrir la tarea.