Un nuevo atentado terrorista vinculado al Estado Islámico ha dejado cuatro víctimas mortales y 17 heridos, 7 de los cuales se encuentran en estado de extrema gravedad y están luchando por sus vidas. Los hechos comenzaron ayer a las ocho de la tarde en la capital austriaca en las inmediaciones de una sinagoga que podría haber sido el objetivo del atentado. El perpetrador, un hombre de 20 años detenido anteriormente por intentar huir a Siria para unirse a ISIS, fue abatido por la policía poco después de los hechos. Ahora, las fuerzas de seguridad estudian 20.000 vídeos para comprobar que no hubo más atacantes que lograron escapar de la zona y durante la madrugada de ayer se realizaron una quincena de registros y “varias detenciones”, aunque aun no se han confirmado cuántas. Desde el Ministerio del Interior declaraban que se estudian a cuatro personas que podrían estar directamente vinculadas con el ataque y esta misma mañana se realizaban las dos últimas detenciones por el momento en la ciudad de Sankt Pölten.
Un nuevo ataque terrorista en Viena, Austria, ha dejado al menos cuatro muertos y otras 17 personas heridas, siete de ellas en estado de extrema gravedad. Los hechos se perpetraron la noche de ayer por “al menos un terrorista islamista”, un hombre de 20 años condenado anteriormente por vínculos con el Estado Islámico, que fue abatido por las fuerzas de seguridad. Desde entonces se han producido numerosos registros domiciliarios y detenciones de personas posiblemente vinculadas, las últimas dos esta misma mañana. El Ministerio del Interior ha pedido a los ciudadanos de la ciudad que se mantengan en sus domicilios mientras se desarrolla esta operación.
Los hechos comenzaron en torno a las ocho de la tarde del lunes cuando se abrió un tiroteo en las inmediaciones de la calle Seitenstetten alrededor de una sinagoga. Algunas teorías apuntan a que esta podría haber sido el objetivo principal del asaltante, pero estaba cerrada en el momento del ataque y las autoridades no lo han confirmado. El terrorista se movió por seis puntos de la capital austriaca, dejando un balance, en el momento, de tres muertos, dos hombres y una mujer. Esta misma mañana se confirmaba la muerte de una cuarta persona, otra mujer que se encontraba herida de gravedad, subiendo este balance a cuatro víctimas mortales. Poco después de estos hechos el atacante fue abatido por la policía.
El canciller austriaco, Sebastian Kurz, destacaba en los medios que la capital había sufrido un ataque “de odio” contra los valores democráticos del país y su “modelo de vida” pero recordaba que no se debía caer “en la trampa” de los radicales y entrar en una confrontación de “los austriacos frente a los migrantes” o “cristianos frente a los musulmanes”. Calificaba la lucha contra el terrorismo en Europa como la “lucha entre la civilización y la barbarie”. Asimismo, anunciaba que varios heridos se encontraban en esos momentos luchando por sus vidas.
El terrorista abatido, Kujtim Fejzulai, tendría 20 años y era de origen macedonio con padres albaneses y pasaporte austriaco. El hombre fue condenado en abril de 2019 a 22 meses de prisión por intentar escapar a Siria para unirse al ISIS y se encontraba en libertad condicional desde diciembre. El alcalde de la ciudad, Michael Ludwig, afirmaba que el atacante estaba “muy bien preparado”, portando un fusil, probablemente un AK – 47, que utilizó para perpetrar los asesinatos, una pistola y un machete. El terrorista llevaba también un cinturón de explosivos que resultó ser falso. Por el momento, se considera a este como el único ejecutor de las víctimas tras revisar vídeos de cámaras de seguridad que muestran al que parece ser el mismo hombre vestido con un mono blanco y un gorro. Aun así, la policía ha lanzado un operativo en el que se están analizando más de 20.000 vídeos para comprobar que no había otros terroristas y ya han realizado varias detenciones en el entorno del autor identificado que podrían haber estado vinculadas con el ataque.
El portavoz del Ministerio del Interior, Harald Soros, ha explicado para la agencia de noticias APA que desde las autoridades estudian a cuatro personas que podrían estar directamente vinculadas con el atentado. Solo durante la madrugada de ayer un millar de policías realizaron una quincena de registros domiciliarios y varias detenciones, aunque aun no se han confirmado cuantas desde las fuentes oficiales. Esta misma mañana se ha producido las dos últimas en la ciudad de Sankt Pölten, a unos 60 kilómetros de Viena, según ha informado la policía para APA. Los agentes llevaron a cabo unos registros donde, según el diario, “pusieron todo patas arriba” que ha culminado con los arrestos. Hablaban también de la búsqueda de otro posible atacante, siguiendo la teoría de que podrían haber sido más de dos los terroristas o de que podrían haber escapado algunos cómplices.
El ministro del Interior de Austria, Karl Nehammer, era el encargado de confirmar la muerte del atacante así como de los registros y de “varios arrestos” la madrugada de ayer. El ministro declaraba el centro de la ciudad como “zona roja” rodeada ahora por un millar de policías y recordaba a los estudiantes que no debían acudir a sus centros de estudio. “Nuestro país tiene más de 75 años de democracia fuerte, es un país donde la libertad de opinión está protegida, y la tolerancia y el Estado de derecho. El ataque ha sido contra los valores democráticos austriacos. ¡No lo vamos a tolerar!”, subrayaba Nehammer.
Las respuestas de apoyo y condena al atentado por parte de los políticos españoles no se han hecho esperar. El presidente, Pedro Sánchez, condenaba el ataque de “odio” frente a las democracias europeas en su cuenta de Twitter: “Siguiendo la información que llega de Viena en una noche de dolor ante un nuevo ataque sin sentido. El odio no doblegará nuestras sociedades. Europa permanecerá firme ante el terrorismo. Nuestro cariño para las familias de las víctimas y la solidaridad con el pueblo austriaco”.
Desde la oposición, Pablo Casado rechazaba los ataques del “fanatismo y los enemigos de la libertad”: “Acabo de trasladar al Canciller de Austria, Sebastian Kurz, mi rotunda condena a los ataques terroristas en Viena y solidaridad con el pueblo austriaco. El fanatismo y los enemigos de la libertad no tienen cabida en la sociedad, y deben pagar sus actos con todo el peso de la ley”. Le seguía el líder de la ultraderecha, Santiago Abascal, que acusaba al “consenso progre” de cerrar los ojos ante la realidad y minimizar los “ataques permanentes”.
La líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, expresaba su solidaridad con Austria: “La sinrazón terrorista atenta de nuevo contra la libertad y la vida en el corazón de Europa. Los fanáticos atacan a nuestras sociedades porque odian nuestros valores democráticos. Tenemos que defenderlos unidos y con la máxima firmeza. Toda mi solidaridad con el pueblo austriaco”.
El Gobierno austriaco ha declarado tres días de luto nacional y un minuto de silencio para este mediodía. Este es el primer atentado producido en Viena en cerca de 30 años, el último el 29 de agosto de 1981, precisamente en una sinagoga, perpetrado por terroristas palestinos que acabó con la vida de dos personas.