Sanidad ha llegado a un acuerdo con las comunidades en su Pleno común para establecer una serie de criterios comunes de actuación en función del escenario pandémico en el que se encuentre cada región. El documento “Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de COVID-19” fija cuatro niveles de alerta, bajo, medio, alto y extremo, en función de una serie de indicadores, y ha sido aprobado por todas las comunidades con la excepción del País Vasco y Madrid, que considera que las medidas “llegan cuatro meses tarde”. Siguiendo estos umbrales, actualmente cinco comunidades se encuentran en nivel de alerta extrema, Navarra, Aragón, La Rioja, Melilla y Ceuta, superando los 250 casos acumulados por 100.000 habitantes en dos semanas. El texto no recoge actuaciones especificas para los territorios de máximo riesgo, pero sí recomienda reducciones de aforo, cierre de hostelería y de establecimientos no esenciales a partir de las 22 horas.
Sanidad ha acordado con las Comunidades Autónomas un plan que recoge criterios comunes de actuación según el escenario pandémico en el que se encuentre cada región. El documento “Actuaciones de respuesta coordinada para el control de la transmisión de COVID-19” fue aprobado ayer en el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) tras su ratificación en la Comisión de Salud Pública. El texto establece cuatro niveles de alerta siguiendo ocho indicadores para evaluar el nivel de riesgo en el que se encuentra cada zona, basado en el “sistema semáforo” adoptado por el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).
Este documento está orientado a mejorar la coordinación en la respuesta y la toma de medidas entre los territorios del país y siempre deberá interpretarse de forma dinámica, valorando específicamente tanto la tendencia como la velocidad de cada uno de los indicadores. Cada comunidad deberá analizar y decidir qué restricciones se deben aplicar en su región teniendo en cuenta sus especificidades y necesidades y podrán tomar las medidas complementarias que consideren oportunas. Todas las Comunidades Autónomas han aprobado el texto con la excepción del País Vasco y Madrid. La presidenta madrileña, Díaz Ayuso, considera que la medida “llega cuatro meses tarde” y que no han dispuesto del tiempo suficiente para estudiarlo. Sin embargo, ninguna de estas dos comunidades ha mostrado tampoco su rechazo.
“El documento ha sido muy bien valorado por parte de todos los responsables autonómicos y nos abre un camino de respuesta adecuado al nivel de incidencia de la pandemia que tenemos en España”, explicaba el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en una rueda de prensa posterior al Pleno. Este texto supone, además, un “desarrollo técnico” de los indicadores recogidos en el “Plan de Respuesta Temprana”, según recogían fuentes de Europa Press.
CUATRO NIVELES DE ALERTA
El texto fija cuatro niveles de riesgo en función de una serie de indicadores divididos en dos bloques. El primer bloque valora el nivel de transmisión del virus a través de la incidencia acumulada en los últimos 7 y 14 días por 100.000 habitantes, esta misma incidencia pero en personas de más de 65 años, el porcentaje de positividad de las pruebas diagnósticas y el porcentaje de casos con trazabilidad. El segundo bloque mide la ocupación de camas en hospitales y en UCI.
Sobre estos indicadores se establecen los cuatro umbrales de alerta, considerando el riesgo bajo entre los 25 y los 50 casos acumulados por 100.000 habitantes y de “nueva normalidad” cuando se den menos de 25 casos por 100.000 habitantes en dos semanas, situación que, ahora mismo, no alcanza ninguna comunidad española.
El escenario de riesgo medio se sitúa en las regiones que acumulen entre 50 y 150 casos por 100.000 habitantes en 14 días o entre 25 y 75 en una semana. Actualmente aquí se encuentran las regiones de Madrid (145,23 en dos semanas), Extremadura (75,96), Comunidad Valenciana (61,17), Castilla-La Mancha (138,33), Baleares (80,30) y Andalucía (55,33). El riesgo alto se sitúa entre los 150 y 250 casos por 100.000 habitantes en dos semanas o entre 75 y 125 en una, correspondiendo esta situación actualmente a Murcia (172,57 en dos semanas) y Castilla y León (157,78).
La situación extrema se considera por encima de una incidencia de 250 casos en dos semanas o 125 casos en una. Este umbral se reduce a 75 casos por 100.000 habitantes en 7 días si la población afectada es mayor de 65 años. En este escenario, la tasa de positividad se encontrará en un 15% y el porcentaje de casos con trazabilidad en un 30%, la ocupación de camas hospitalarias será del 15% y de camas UCI del 25%.
Siguiendo estos umbrales, España contaría ahora según datos del miércoles 21 con cinco zonas en nivel de riesgo extremo, Navarra con 543,71 casos por 100.000 habitantes en 14 días, Aragón con 265,29, La Rioja con 301,77, Melilla con 412,78 y Ceuta con 221,76 casos.
Será el Ministerio el encargado de revisar la situación epidemiológica de cada comunidad para mantener o modificar el nivel de alerta y las regiones las encargadas de tomar las medidas que consideren pertinentes y que siempre tendrán que notificar de manera anticipada a Sanidad. Las comunidades también serán las encargadas de vigilar sus entornos de especial vulnerabilidad como los sanitarios y reforzar aquellos ámbitos que lo necesiten.
SIN MEDIDAS ESPECÍFICAS PARA LAS ZONAS DE RIESGO EXTREMO
El documento no refleja un conjunto de actuación específico para las zonas que acumulen mayor incidencia, aunque si establece una serie de recomendaciones sobre las medidas que se pueden tomar. Sanidad aconseja limitar las reuniones sociales y familiares a un máximo de seis personas, así como la necesidad de aconsejar a la población de evitar lugares cerrados donde se desarrollen actividades incompatibles con el uso de mascarilla, como los gimnasios. También recomiendan la limitación del aforo en velatorios y otras ceremonias fúnebres a 10 personas en un espacio interior o 20 en el exterior, así como aplazar ceremonias tales como bodas o bautizos y suspender actividades en centros de día.
Sobre la hostelería, el ministerio no se pronuncia y deja a cada comunidad la decisión de cerrar o mantener abiertos los establecimientos, aunque recomiendan su cierre si es posible. Sí que establecen la necesidad de reducir el aforo al máximo o cerrar los espacios de interior y, recuerdan, que estos locales siempre podrán estar abiertos para dar un servicio de comida a domicilio. Además, el resto de establecimientos de servicios no esenciales deberán cerrar a las 22 horas.