Desde hace tres semanas, al menos, el Ejecutivo de la Comunidad de Madrid viene presumiendo de una insólita disminución de los casos de contagios acumulados en toda la región. La semana pasada se notificaba una reducción del 26’6% de incidencia. Ese mismo día también se descubría que podrían ser debidos a una reducción del 40% de las pruebas PCR realizadas, pasando de 169.741 entre el 21 y el 27 de septiembre, a 80.273 la semana del 3 al 10 de octubre, curiosamente cuando la presidente regional Ayuso empezó a sacar pecho sobre los "datos satisfactorios" de Madrid, presuntamente como resultado de sus medidas. Desde entonces, estas pruebas disminuyen por miles y se aumentan los cribados masivos usando test de antígenos, que son incapaces de detectar positivos asintomáticos. El resultado, solo 237 nuevos positivos detectados, una incidencia del 0’47% y un desperdicio de recursos, según apuntan los expertos. Mientras, Ayuso continúa celebrando estas cifras y pidiendo el fin del Estado de Alarma declarado por Sanidad.
Hace casi dos semanas, la Comunidad de Madrid informaba de una reducción de la incidencia de casos en los municipios madrileños que quedaron confinados por sus propias medidas de segregar barrios, que, en algunas zonas, superaba el 40%. De los nueve municipios con restricciones, todos menos Parla consiguieron disminuir sus casos por debajo de los 500 positivos por 100.000 habitantes y, en total, se notificaron 14.629 casos, un 26’6% menos que la semana anterior. Todo esto con el fin de no permitir que el Gobierno de España tuviera que adoptar la medida del Estado de Alarma, que finalmente decretó el 8 de octubre, a las puertas del puente del 12 de Octubre, Fiesta Nacional. El problema es que, ese mismo día, el Ministerio de Sanidad comprobaba que la realización de las pruebas PRC había caído un 40% descendiendo de 169.741 entre el 21 y el 27 de septiembre, a 80.273 la semana del 3 al 10 de octubre. Cada semana, Ayuso reduce por miles las pruebas diagnósticas realizadas, además de sustituir los PCR por test de antígenos, que solo han logrado detectar una incidencia del 0’47% de los casos reales.
El jefe del CCAES, Fernando Simón alertaba hace unas semanas de que no se podía bajar la positividad de Madrid de “forma artificial” cuando se empezaba a notificar la falta de pruebas y el retraso en la notificación de resultados. Sin embargo, la Comunidad de Madrid ha optado por una estrategia contraria a la recomendada por expertos en la que se invierten los recursos disponibles en la realización de pruebas de cribado masivo y se ignora la necesidad de realizar rastreos exhaustivos -debido a que no han contratado rastreadores- y pruebas a contactos estrechos, donde se detectarían la mayoría de casos. Además, el Ejecutivo está sustituyendo los PCR por pruebas de antígenos que no detectan los casos asintomáticos, el número de estas pruebas realizadas ya supera a las otras, con 62.232 test de antígeno frente a 58.198 PCR, y solo han logrado detectar 237 positivos.
Hace tres semanas el Gobierno de Ayuso cambió la normativa y estableció que solo se realizarían PCR a personas convivientes con un positivo, personal sanitario y de riesgo. Esto, por supuesto, hizo caer la realización de estas pruebas diagnosticas inmediatamente, sobre todo en un sector vital, los contactos estrechos con un positivo por Covid. Esta decisión “es el mundo al revés”, según explicaba Daniel López-Acuña, ex - director de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS, para eldiario.es. Denunciaba el “desperdicio de recursos que da una sensación de falsa seguridad” con esta estrategia diagnostica. Desde Sanidad también exigían una explicación sobre el retraso en la entrega de estadísticas oficiales por parte de la comunidad. Este retraso se produce reiteradamente y provoca que se admitan contagios a posteriori. Por ejemplo, la semana del 2 de octubre se notificaron un total de 1.005 nuevos casos, una semana después esta cifra subía a 2.422.
Estos cribados aun están siendo estudiados por expertos para comprobar si tienen una efectividad real a la hora de controlar el virus y defienden que deben realizarse en lugares muy concretos como escuelas cuando se detecta un posible brote. El incremento de la realización de estas pruebas de forma masiva en los municipios madrileños más afectados no tiene lógica, mantienen los expertos, ya que deberían estar centrados en los lugares donde sí es posible cortar una cadena de contagio. Además, estos test convocaron a personas de los municipios que no tuvieran ningún síntoma, de ahí que el aumento de las pruebas de antígenos no tenga sentido y no esté teniendo ningún efecto real en la detección de casos, ya que todavía no hay evidencia de cómo funcionan estas pruebas en asintomáticos.
Los expertos reclaman un refuerzo en rastreadores y en la atención primaria, que deberían funcionar como los pilares fundamentales en la disminución de la curva de contagios, y que Ayuso prometió que se realizaría, pero sigue sin cumplirlo. De igual modo, el aumento de las pruebas de antígenos no es una decisión aleatoria, ya que tiene un efecto importante alterando el índice de positividad. Según explicaba el experto Fernando García, miembro de la asociación madrileña de Salud Pública, para eldiario.es, estos test detectan muy pocos casos por lo que “apenas sumaría al numerador de la positividad” pero aumenta “el número de pruebas efectuadas”. Así, el índice de positividad de la Comunidad de Madrid ha disminuido de un 17’7% del pasado 14 de octubre a un 14’4% del jueves pasado. Recuerdan, además, que estos datos siempre tienen que ir acompañados por la cifra de casos acumulados y la ocupación de hospitales para evitar una realidad distorsionada.
Con estos datos, Ayuso lleva reclamando desde el comienzo del estado de alarma impuesto por Sanidad el fin del mismo, al haber disminuido el índice de casos acumulados por debajo de los 500, aunque utilizando este sistema de rastreo y detección. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya se mostraba “preocupado” por esta bajada repentina de las cifras y, aunque no lo atribuyó directamente como una “negligencia”, si pedía explicaciones sobre la disminución en la realización de PCR. Sin embargo, ayer desde el Gobierno madrileño pedían que se instaurara un toque de queda en toda la comunidad, noticia que fue recibida con confusión y perplejidad por numerosos políticos del país, entre ellos el propio presidente. De momento, Madrid sigue a la espera de que se anuncien las medidas que se tomarán el próximo viernes una vez finalice el estado de alarma.