El Pleno del Congreso de los Diputados ha comenzado este miércoles con el debate de la moción de censura de la ultraderecha de Vox que propone como candidato a la presidencia de España a su líder, Santiago Abascal. El diputado ultraderechista, Ignacio Garriga, que será candidato de Vox a la Generalitat de Catalunya, ha sido el encargado de presentar esta iniciativa parlamentaria y ha estado más de una hora y media en la tribuna del Congreso lanzando sus soflamas contra la inmigración, la igualdad o la estructura autonómica del Estado. Después ha comenzado su discurso Santiago Abascal que prometía relatar su programa de gobierno pero se ha limitado a prometer unas elecciones antes de que acabe el año y después ha convertido su discurso en un mitin político en el que ha arremetido contra el Gobierno de Pedro Sánchez, contra el vicepresidente Iglesias, contra su indumentaria; pero también contra el proyecto europeo, la Unión Europea, contra China, contra los cómplices de los comunistas… en definitiva una retahíla de falsedades, de insultos, de datos falsos o de teorías conspiranóicas y negacionistas más propias de Donald Trump que de un político responsable y con altura de Estado.
El Congreso de los Diputados debate desde las nueve de este miércoles la moción de censura presentada por la ultraderecha de Vox que pasará al recuerdo de los españoles como la iniciativa parlamentaria más inútil de los últimos años. En realidad, no es una moción de censura en la que un nuevo candidato propone una alternativa al actual Gobierno, sino que desde el minuto uno se ha convertido en un mitin de la extrema derecha.
El diputado catalán, Ignacio Garriga, ha sido el encargado de presentar la moción en un larguísimo discurso de más de hora y media plagado de insultos, ataques al gobierno y falsedades sobre la actual situación de nuestro país que sufre la pero pandemia mundial de los últimos cien años. “Criminal, mentiroso, ilegítimo” son algunos de los exabruptos de este dirigente ultraderechista que encabezará la lista de Vox a la Generalitat de Cataluña en las elecciones autonómicas del próximo 14 de febrero. Ha arremetido contra todo y contra todos, sobre todo contra la inmigración ilegal. Ha defendido la expulsión de inmigrantes en una más de las contradicciones en las que entran estos políticos extremistas.
El diputado catalán también atacó a Unidas Podemos, a los partidos separatistas, al virus chino… a todos y a todo para justificar que el Gobierno actual es ilegítimo y por eso hay que derribarlo.
Tras Garriga ha subido a la tribuna el candidato propuesto por Vox, el líder ultraderechista Santiago Abascal. El dirigente político ha convertido la moción de censura en un mitin en el que ha utilizado todos los argumentos que su formación lleva a sus mítines. Ni una sola propuesta, pero si sus ideas contra todo, contra todos. Abacal ha tildado al Gobierno, como la lo hiciera hace unas semanas, como el peor de los últimos ochenta años, por lo que considera que son mejores los Ejecutivos de la dictadura franquista que éste surgido de la democracia y del voto de todos los españoles. Ha usado sus ya conocidos argumentos para acusar a Pedro Sánchez de ser el líder del gobierno que peor ha gestionado la pandemia, o el ‘virus chino’ como lo llaman ellos a imagen y semejanza de Donald Trump.
En vez de explicar su programa de gobierno, el ultraderechista se ha dedicado a insultar y meterse con el resto de grupos políticos y líderes, incluso con su indumentaria como lo ha hecho al criticar la forma de vestir del vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias. Este es el nivel de esta moción que será la que menor respaldo en votos tendrá de la democracia.
Tras anunciar que su idea, si triunfa su moción, sería convocar elecciones antes de que acabe el año, se ha dedicado al insulto, a expandir sus teorías conspiranóicas y negacionistas. Ha amenazado con ilegalizar partidos, aquellos que no piensen como los ultraderechistas, con expulsar a los inmigrantes ilegales, con imponer estrictos controles en las fronteras, con alejarse del proyecto europeo, con eliminar las autonomías… En definitiva un mitin sustentado en las ideas excluyentes de esta ultraderecha que en el resto de Europa se le impone un ‘cordón sanitario’ y que aquí el Partido Popular y también Ciudadanos han abierto las puertas de las instituciones a esta formación política.
MECANISMO DE LA MOCIÓN DE CENSURA
El debate de la moción de censura se desarrolla de acuerdo con lo establecido en el artículo 113 de la Constitución y el 177 del Reglamento del Congreso.
El diputado del grupo parlamentario firmante, Ignacio Garriga, ha presentado la moción. A continuación, y también sin límite de tiempo, ha intervenido el candidato propuesto en la moción para la Presidencia del Gobierno, a efectos de exponer el programa político del Gobierno que pretende formar. Aunque lo que menos a hecho ha sido precisamente esto.
Tras la interrupción decretada por la Presidencia, podrá intervenir un representante de cada uno de los grupos parlamentarios de la Cámara que lo solicite, en orden de menor a mayor, por un tiempo de treinta minutos. Todos los intervinientes tienen derecho a un turno de réplica o rectificación de diez minutos.
Concluido el debate se anunciará la hora de la votación. Esta será pública y por llamamiento por lo que un miembro de la Mesa pronunciará el nombre de cada diputado, a partir de un apellido elegido al azar, para que, desde su escaño, vayan diciendo en voz alta "sí", "no" o "abstención" a la moción de censura. El Gobierno y los miembros de la Mesa son los últimos en emitir su voto. En el caso de los votos que se emitan telemáticamente, será el secretario de la Mesa quien se encargue de leerlos en voz alta.
La moción de censura debe recibir el apoyo de, al menos, la mitad más uno de los diputados, es decir, 176, para ser aprobada. Si obtuviera el respaldo de la mayoría absoluta de la Cámara, el candidato se consideraría "investido de la confianza de la Cámara" a los efectos previstos en el artículo 99 de la Constitución. Si es rechazada, los diputados que han suscrito esta moción de censura no podrán firmar otra durante el mismo periodo de sesiones.