El Ministerio de Sanidad ha recomendado la vacunación frente a la gripe a personas que han tenido Covid-19 o la padezcan, una medida para “disminuir la probabilidad de complicaciones por gripe”. Las vacunaciones comienzan en la segunda quincena de octubre y este año es recomendado a millones de personas.
El Ministerio de Sanidad ha fundamentado que la mortalidad de pacientes por coronavirus se duplica si también están infectados por el virus de la gripe, una situación que ha llevado al ministerio a recomendar, a través de una nota de prensa,
que se proceda a la vacunación contra la gripe a las personas de los grupos priorizados por riesgo, a las personas que hayan tenido Covid-19 y a las que lo están padeciendo, una medida que pretende
“disminuir la probabilidad de complicaciones por gripe”.
Asimismo, ha establecido que
aquellas personas que hayan padecido la enfermedad de forma asintomática o leve, deberán de vacunarse una vez finalizados los días de aislamiento pautados, mientras que a los pacientes hospitalizados, será el propio personal sanitario el que decidirá el momento oportuno de administración de la vacuna una vez estudiado su informe clínico.
En cuanto a los contactos estrechos con personas que han padecido la enfermedad, se ha recomendado que también procedan a la vacunación una vez superado el periodo de aislamiento y de no haber desarrollado síntomas.
Hablamos de
una serie de medidas con las que el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha recordado que la vacunación frente a la gripe a personas que han superado la enfermedad por coronavirus es segura, no siendo necesario el esperar un tiempo especifico una vez pasado el virus, además ha añadido que,
las personas con inmunosupresión y embarazadas, no son una contraindicación para esta vacuna de la gripe, siendo este tipo de persona un grupo prioritario en la vacunación de la misma.
Finalmente, se ha dejado claro que estas vacunas frente a la gripe disponibles durante esta nueva campaña de vacunación son inactivas, teniendo como contraindicación, lo que la mayoría de vacunas, como el haber sufrido una reacción alérgica a alguno de sus componentes, el padecer una enfermedad moderada o grave, o la reacción tras haber recibido una dosis previa de vacuna antigripal.