El Consejo de Asuntos Generales de la UE ha acordado una recomendación que establece unos criterios de movilidad que preservan la Salud Pública pero garantizan condiciones de igualdad para todos los países. Hasta ahora, cada región había impuesto sus propias restricciones de movilidad lo que, según Manuel Muñiz, secretario de Estado, erosionaba “la libre circulación en la Unión Europea”. Ahora, este acuerdo preserva el principio de movilidad de los estados miembro, aunque mantiene la posibilidad de que cada país establezca medidas de restricción a aquellos viajeros que consideren. El sistema semáforo funcionará a través de un mapa que clasificará las regiones europeas en tres colores, verde, naranja y rojo, en función de su incidencia de contagios, y se actualizará cada semana. Esto es una excelente noticia para el sector turístico según declaraba la ministra de Industria Reyes Maroto, que describe el sistema como “un primer paso para reactivar la actividad turística internacional”.
La Unión Europea ha adoptado en su reunión del Consejo de Asuntos Generales una recomendación para coordinar criterios de movilidad en todo Europa. Este acuerdo, que no es vinculante, ha sido descrito desde Moncloa como “la primera recomendación efectiva para homogenizar criterios de información” y supone la creación de un sistema, conocido como sistema semáforo, que elaborará un mapa cada semana clasificando las distintas regiones del continente en tres colores, verde, naranja y rojo, en función de la incidencia de casos acumulada. Esta, no obstante, es una recomendación no vinculante que sigue permitiendo que cada país europeo aplique sus propias medidas a los viajeros en función de los criterios que consideren.
“Esta Recomendación recoge aspectos importantes que España viene defendiendo desde que a mediados de agosto empezó a erosionarse la libre circulación en la Unión Europea”, declaraba el secretario de Estado de la España Global, Manuel Muñiz, que calificaba la reunión como todo un éxito. La medida, que ha sido aprobada por unanimidad, se realiza en aras de proteger la Salud Pública pero siempre en condiciones de igualdad para todo el continente, por lo que las restricciones acordadas por cada país deberán ser siempre temporales y “proporcionadas”. Europa busca preservar el principio de movilidad entre estados miembros pese a tratarse de un texto indicativo para garantizar la libre circulación no discriminatoria y mejorar los mecanismos de cooperación e información entre países.
Para que este mecanismo se pueda poner en marcha los estados miembros tendrán la obligación de facilitar la información acordada cada semana al Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, ECDC por sus siglas en inglés, que será el encargado de crear y actualizar los mapas semanalmente. Esta información es el índice de contagios acumulados por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, la tasa de pruebas realizada esa semana y el índice de positividad en todos los test realizados durante ese mismo periodo de tiempo. De esta forma, el ECDC clasificará en el color verde a aquellas regiones con un índice menor de 25 casos y un índice de positividad en pruebas menor del 4% y en naranja a los que superen los 50 casos y tengan una incidencia superior al 4% o una incidencia inferior a este porcentaje pero con casos entre los 25 y los 150. El color rojo se reserva para aquellas regiones que superen todas estas cifras, lo que haría que, actualmente, todo el mapa español se encuentre de color rojo. Este mapa será actualizado con la nueva información proporcionada cada semana.
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, valora de forma positiva las recomendaciones adoptadas como “un primer paso para reactivar la actividad turística internacional porque recoge medidas proporcionadas y predecibles que permiten mejorar la confianza de los viajeros”. Maroto confía en que esto servirá como un comienzo para reactivar el flujo internacional de turistas y empezar la recuperación de este sector, uno de los más castigados por la pandemia.
Los países miembros podrán, a pesar de esta recomendación, adoptar las restricciones que consideren pertinentes para aquellos viajeros que consideren, aunque en un principio no deberán denegar su entrada. Aquellos que provengan de zonas verdes quedarían, por el momento, exentos de medidas, mientras que los que provengan de zonas naranjas o rojas se podrían someter a algunas restricciones. La UE establece una preferencia por la realización de pruebas de cualquier tipo frente al cumplimiento de cuarentenas, preferencia celebrada por la ministra de Industria, que deberá aplicarse de la misma forma para todos los países. Independientemente de cuales sean estas restricciones, los países deberán informar antes de su entrada en vigor a la Comisión Europea y al territorio afectado, y deberán publicarlas con un día de antelación.
Moncloa declara que para España esta es una medida muy positiva ya que refleja su postura en elementos básicos que son la exclusión del cierre de fronteras, la protección de la movilidad de viajeros en función esencial y la regionalización de las medidas que ahora establecen criterios homogéneos para toda la UE.