La farmacéutica estadounidense Johnson & Johnson ha informado este lunes de la detención “temporal” de los ensayos de su vacuna contra el coronavirus. La compañía reclutó a finales de septiembre 60.000 voluntarios alrededor del mundo, más de un centenar en España, para un cuarto ensayo clínico de la fase 3. Las pruebas se han detenido debido a la “enfermedad inexplicable” de uno de los participantes.
La multinacional Johnson & Johnson ha emitido un comunicado explicando la suspensión temporal de “la administración de nuevas dosis en todos nuestros ensayos clínicos de la vacuna candidata, incluido el ensayo de la fase 3, debido a una enfermedad inexplicable en un participante del estudio”.
El grupo desarrolla esta vacuna en colaboración con su filial Janssen, quienes reclutaron más de 60.000 voluntarios en todo el mundo para realizar las pruebas, entre ellos 75 españoles que se han sometido al ensayo enlos hospitales madrileños de La Paz y La Princesa y 40 voluntarios en el hospital Marqués de Valdecilla de Santander.
La empresa, que espera poder sacar el primer lote de vacunas en los primeros meses del 2021, ha explicado que este tipo de “eventos adversos” forman parte de cualquier estudio clínico, “especialmente en aquellas pruebas a gran escala”, y que siguiendo los protocolos de actuación “la enfermedad del participante está siendo revisada y evaluada”, tanto por la Junta de Vigilancia de Seguridad de Datos (DSMB), como por sus médicos.
La vacuna candidata de Johnson & Johnson es de vector recombinante que utiliza un adenovirus humano para expresar la proteína de pico del SARS-CoV-2 en las células. Este antígeno cuenta con la ventaja de ser suministrado en una sola dosis, que empezó a probarse tras obtener resultados positivos de inmunidad y toxicidad en las fases anteriores. En la fase 3, última en el desarrollo de la vacuna, algunos de los participantes reciben el medicamento y otros el placebo.
La compañía ha declinado suministrar mayores detalles por el momento, al argumentar que deben “respetar la privacidad de este participante”. “Estamos aprendiendo más sobre la enfermedad de este participante y es importante tener todos los datos antes de compartir información adicional”, ha señalado el comunicado.
Este parón es similar al que ocurrió el pasado 9 de septiembre con la vacuna de AstraZeneca, desarrollada por la Universidad de Oxford, que también interrumpió sus pruebas tras un efecto adverso en un voluntario del estudio de Reino Unido. Finalmente, a los pocos días se retomaron las investigaciones en Reino Unido, Brasil, India y Sudáfrica, mientras que los ensayos en Estados Unidos aún están suspendidos a falta de una revisión regulatoria.
Otras vacunas candidatas para frenar la Covid-19
La noticia de la suspensión temporal de la vacuna creada por Johnson & Johnson y su filial Janssen ha inquietado a los mercados. Sin embargo, este parón no ha provocado que la investigación se detenga por parte de otras empresas internacionales, que también urden sus esfuerzos en la lucha contra el coronavirus.
Oxford. Tras el parón que sufrió la vacuna de la farmacéutica AstraZeneca a principios de septiembre, la semana pasada se conoció la noticia de que un voluntario español dio positivo en la prueba del coronavirus, aunque podría haber ingerido un placebo. Esto hecho ha provocado que la Agencia Europea del Medicamento (AEM) haya comenzado a analizar los primeros datos de esta vacuna, con el fin de acelerar su evaluación.
Moderna. La compañía estadounidense Moderna comenzó el pasado julio el desarrollo de la fase 3 de su estudio, del cual se espera tener resultados a finales de este mes. Además, a finales de septiembre informó de que su vacuna había generado anticuerpos en los voluntarios de edad más avanzada en un estudio de la fase 1.
Sputnik. La vacuna rusa conocida como Sputnik V ha generado cierto recelo entre los investigadores, ya que se registró en agosto sin haber sido concluida la fase 3 de sus ensayos. Pese a esto, el Centro Gamaleya, encargado de desarrollar el fármaco, explicó a finales de septiembre que los 5.000 voluntarios que hicieron uso del antígeno no habían presentado efectos adversos graves.
Pfizer. La empresa estadounidense Pfizer, junto con la alemana VioNTech, avisó el pasado mes de julio de que su vacuna pasaba a la tercera fase de los ensayos clínicos, en la que se darían dos dosis a 44.000 voluntarios entre 16 y 85 años. Hace unos días, la AEM informó de que había comenzado a evaluar el antígeno para su posterior aprobación.