La ‘Operación Kitchen’ es parte de un proceso de minimización de daños del Caso Gürtel, la investigación iniciada en el año 2007 sobre de la red de corrupción política asociada al Partido Popular. De este modo, antes de su detención en 2017, el excomisario de Policía Villarejo hizo públicas las órdenes que recibió de “esconder cien cajas de la Gürtel” en el 2009. Pese a las funciones que tuvo que cumplir, el excomisario no se siente satisfecho de cómo acabó su etapa en el cuerpo de Policía Nacional.

Mariano Rajoy, al que se referían como ‘El Barbas’ o ‘El Asturiano’ en las conversaciones intervenidas por la policía está en el punto de mira de esta operación. “Había grabaciones del Barbas con Bárcenas, había varias grabaciones duras, duras y había mensajes de muchos, preparando estrategias y tal complicadas", afirma Villarejo en una conversación con su abogado Javier Iglesias Redondo. “¡Que podía estar preso! El presidente del Gobierno, eh, por muchas cosas... y se han perdido papeles y se han perdido cajas y se han perdido muchas cosas”. A su vez, el sumario del caso recoge que la operación era “lo único que preocupaba a ‘El Asturiano’”, con quien según Villarejo hablaba todas las noches.

Además, al excomisario tampoco le tiembla el pulso al hablar sobre otros exdirigentes del PP, como Rodrigo Rato, quien culpa a Rajoy de haber “trincado” dinero. “¡Tengo al Rato inmortalizado diciéndome que el otro trincaba! Veo a Rato y me dice: que no me toquen mucho los cojones porque yo he trincado sobres, pero delante mía iba Rajoy con otro sobre”. Otra figura llamativa en esta historia es la de María Dolores de Cospedal, que según Villarejo desde que la conoce en 2006 “se pasa la vida pidiéndole cosas”.

Todas estos nuevos audios sobre la operación dejan en muy mal lugar al expresidente, que tendrá que pensar en cómo defenderse de las acusaciones de Villarejo, ya que señala que tiene en su poder “todas las grabaciones” entre Luis Bárcenas y Mariano Rajoy que se encontraban escondidas "en un zulo”.