El ministro de Sanidad, Salvador Illa, considera la situación epimemiológica de Madrid de muy alarmante, por lo que recomienda que se confine toda la capital madrileña y algunos municipios de su corona metropolitana. Por su parte, el viceconsejero de Sanidad del gobierno regional, Antonio Zapatero, le ha contradicho, anunciando que serán sólo otras 8 zonas básicas de salud las que se sumen al confinamiento, en total 45 barrios. El ministro de Sanidad ha sido contundente: "hay que actuar con determinación, no hay otro atajo", y pide además de la capital, confinar aquellos municipios de la CAM que superen una incidencia acumulada a 14 días de más de 500 contagios por cada 100.000 pacientes. Para el gobierno de Ayuso, se trata de "que quieren ahogar económicamente a Madrid". Un choque de instituciones donde sale perdiendo la salud de los residentes de Madrid, convertida en el epicentro del Covid-19 en toda Europa.
Hace cinco días el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se desplazaba a la sede de la Comunidad de Madrid para reunirse con Isabel Díaz Ayuso y formalizar así una nueva etapa de colaboración entre las dos administraciones. Pero la coordinación ha durado poco y ya se visualizan grandes disensiones entre los expertos sanitarios del ministerio y los de la consejería de Sanidad. Para el ministerio, las medidas deben ser más duras y más restrictivas si se quiere atajar la extensión de la pandemia. Pero la Comunidad sigue con su hoja de ruta de controlar solo zonas sanitarias con limitaciones a la movilidad, pero con tantas excepciones a esa movilidad que las medidas resultan ineficaces.
No hay nada peor que incidir en un error y eso es lo que está haciendo la Comunidad de Madrid con sus decisiones. El viceconsejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, ha hecho públicas las nuevas medidas adoptadas que se limitan a extender las medidas ya impuestas el lunes pasado a otras ocho nuevas zonas sanitarias.
En total habrá 45 zonas sanitarias. Las nuevas áreas afectadas son García Noblejas (San Blas), Panaderas, en Fuenlabrada, Vicálvaro-Artilleros (Vicálvaro), Orcasitas, Campo de la Paloma y Rafael Alberti (Puente de Vallecas), Doctor Trueta y Miguel Servet (Alcorcón).
En estas áreas al igual que en las anteriores, se restringe la entrada y salida de los vecinos del perímetro salvo excepciones. Se permite los desplazamientos por motivos laborales, para asistencia a centros docentes y educativos, cuidar personas mayores y dependientes. El resto de movimientos están prohibidos y se multarán a los ciudadanos que se salten las medidas.
El problema es que ya hay estudios que confirman que más del 85% de la población de las zonas confinadas se desplazan a diario a sus lugares de trabajo que se encuentran en otras zonas. Por tanto, la movilidad no se restringe y el virus sigue expandiéndose. Además, la mitad de esas personas que se desplazan para trabajar utilizan el transporte público. En definitiva, las medidas son erróneas.
El Ministerio de Sanidad partidario de endurecer aún más las medidas
Mientras el viceconsejero de Sanidad, Antonio Zapatero, explicaba las nuevas zonas confinadas, el ministro de Sanidad, Salvador Illa ha anunciado en otra rueda de prensa que su recomendación para la Comunidad de Madrid ha sido confinar la ciudad entera de Madrid así como los municipios que tengan una incidencia en 14 días superior a los 500 contagios por cada 100.000 habitantes, algo que no ha escuchado el Gobierno regional.
Por su parte, Zapatero, ha dicho agradecer las recomendaciones de Sanidad, pero ha asegurado que sus decisiones están basadas en informes técnicos. El problema no son los informes, todos saben la incidencia del virus, sino las medidas que se imponen para tratar de doblegar la curva. En su afán por proteger la económia antes que la salud de los ciudadanos, la adminsitración regional del Partido Popular se niega a ir más allá. Los datos, probablemente, están para que se decrete un nuevo Estado de Alarma que confine a toda la población de la Comunidad de Madrid, y posiblemente eso es lo que nos espera en pocas semanas.