Este jueves, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, continúa recibiendo en La Moncloa a los portavoces de los distintos grupos políticos parlamentarios en su búsqueda de los apoyos necesarios para aprobar los próximos Presupuestos Generales del Estado. Ayer, hubo un nuevo portazo de Pablo Casado a cualquier negociación de las cuentas públicas, pero por la tarde, la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, confirmó su predisposición a negociar en el momento crítico en el que está viviendo España y llamó a todos a dejar las ideologías radicales al margen. Sánchez se ve hoy con Gabriel Rufián, de ERC; y Aitor Esteban, del PNV. Y por la tarde, a través de video conferencia contactará con los portavoces del Grupo Plural, de Bildu y del Grupo Mixto.
El presidente Pedro Sánchez pudo comprobar este miércoles que el Partido Popular de Pablo Casado sigue en la radicalidad y en su estrategia de ‘cuanto peor mejor’ tras un nuevo portazo de los populares a negociar los Presupuestos Generales del Estado. Pero por la tarde, Inés Arrimadas confirmó la predisposición de su grupo parlamentaria sentarse para negociar las futuras cuentas públicas, lo que abre mucho las opciones del Gobierno que ya no dependería exclusivamente de la mayoría de la investidura y no sería rehén de ERC.
Los independentistas catalanes, no obstante, dirán hoy al presidente del Ejecutivo si se puede contar con ellos o no. Gabriel Rufián acude a La Moncloa para comunicar al presidente sus intenciones para el futuro más inmediato. Con la vista puesta en las elecciones catalanas, los de Junqueras exigirán que se retome la preparación de la mesa de diálogo sobre Cataluña. Aseguran que su apoyo no será tan ‘barato’ como el que propone Ciudadanos pero no se cierran en banda a negociar. ERC cuenta a su favor que uno de los socios de gobierno, Unidas Podemos, le considera por delante de los de Arrimadas a la hora de buscar los apoyos a las indispensables cuentas públicas.
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ya ha confirmado que su intención es hablar con el Gobierno sobre los presupuestos. Este verano la relación entre socialistas y peneuvistas han tenido periodos de tensión en la que los vascos pedían al Gobierno que cumpla con los pactos ya firmados y convocara la Comisión Mixta del Concierto Vasco para saber el techo de gasto de las instituciones vascas para elaborar sus presupuestos. Pero solucionados esos problemas, las relaciones se han normalizado y la colaboración entre las dos formaciones es la tónica habitual.
IMPORTANTE PASO ADELANTE DE CIUDADANOS PARA DEBATIR LOS PRESUPUESTOS
Inés Arrimadas, la líder de Ciudadanos, afirmó ayer tras su encuentro con el presidente del Gobierno, que la “voluntad firme y real” de su formación es negociar los próximos Presupuestos Generales del Estado con el Ejecutivo socialista.
La presidenta de la formación ‘naranja’ considera que no es momento de confrontación y que hay que dejar al margen “ideologías contrarias a lo que necesita el país”. En el pasado reciente, Ciudadanos ha sido un ariete contra el Gobierno y contra Unidas Podemos, pero ahora piden dejar al margen las luchas partidistas y consideran que Pedro Sánchez tiene dos opciones. Una pactar unos Presupuestos moderados con ellos. Y la otra “sentarse con Rufián, Otegi e Iglesias en un despacho” para que sean ellos los que decidan cómo se gastará y dónde el fondo europeo de reconstrucción que llegará a España.
Obviamente, Arrimadas pedirá condiciones a esas cuentas y una de ellas la expresó ayer. Se trata de no incluir una subida generalizada de impuestos que, afirma, “es el modelo que defiende Podemos” y que tampoco se derogue la reforma laboral del PP aprobada en el 2012.
No solo se habló de presupuestos en la reunión Sánchez-Arrimadas. También abordaron la necesaria renovación de órganos constitucionales como el CGPJ que el PP se niega a desbloquear. Para Arrimadas la solución es “cambiar la ley para despolitizar esos nombramientos”. La líder del partido liberal considera que “no puede estar 40 meses sin renovarse el CGPJ”. Y pidió que haya una reforma legislativa para que PSOE, PP y Ciudadanos pongan en marcha un nuevo sistema menos politizado.