Sundar Pichai de Google, Jeff Bezos de Amazon, Tim Cook de Apple y Mark Zuckerberg de Facebook fueron llamados a declarar ante el Comité de Seguridad de la Cámara de Representantes en relación a sus prácticas monopolísticas, y lo que estas podrían suponer en las futuras elecciones presidenciales estadounidenses en noviembre de 2020.
Este encuentro es el segundo más importante de su tipo; el primero, en 2001, tuvo como objetivo disminuir el poder de Windows, al ser considerado el único proveedor, y por tanto tener el monopolio, de PC.
Los directores de estos gigantes tecnológicos fueron interrogados acerca de ciertas prácticas empresariales que han sido denunciadas e investigadas durante más de un año. Entre estas prácticas se incluiría la eliminación de la competencia a través de la limitación de la innovación, lo que perjudicaría directamente al consumidor al no poder elegir otros proveedores.
De este llamamiento se esperaba conseguir propuestas legislativas para el mercado digital, lo que concluiría una investigación antimonopolio llevada a cabo durante trece meses por parte del Comité de Seguridad. Entre estas propuestas se encontraba la opción de trocear estas compañías, ya que Facebook controla las tres mayores redes sociales del mundo, y Apple y Google poseen los sistemas operativos más populares y las tiendas de aplicaciones más grandes.
Google se enfrentó a a acusaciones acerca del control del mercado publicitario, mientras que Facebook tuvo que justificar si la adquisición de WhatsApp e Instagram correspondían a planes para sofocar la competencia. Apple afrontó acusaciones relativas a la política comercial aplicada en su tienda de aplicaciones App Store, que limita la competencia a través de precios exacerbados y criterios de inclusión difíciles de cumplir. Por último, de Amazon fue puesto en tela de juicio el tratamiento dado a terceros vendedores, ya que la compañía compite con estos fabricando y vendiendo sus propios productos, algunos ya existentes en su página.
Las empresas se defendieron alegando que las prácticas denunciadas son ya comunes en el mercado, y que no suponen una amenaza ni una novedad.
Por último, antes de comenzar la audiencia, Trump amenazó por Twitter de que acciones legales deberían ser tomadas contra estas empresas, y de que en el caso de que no fueron llevadas a cabo, él mismo se encargaría de firmar órdenes ejecutivas al respecto.