VOX ha pasado olímpicamente, en el Pleno de hoy, del debate propiciado por la comparecencia de Pedro Sánchez sobre las Ayudas de los Fondos Europeos para la recuperación. Y buscando protagonismo, anuncia que presentará en septiembre una Moción de Censura, en teoría, al Presidente Pedro Sánchez y el gobierno de coalición.
La Moción estaría justificada, según la intervención de Abascal, por la responsabilidad de la China Comunista en la pandemia (!), por los “separatismos”, la vuelta de las pateras con algunos inmigrantes contagiados, la existencia de un Gobierno ilegítimo “social-comunista” y su rechazo a hipotéticos nuevos estados de alarma si se perdiera el control general sobre los rebrotes de la COVID-19.
Pero, pensándolo un poco, debo rectificar: la Moción de Censura la presentan Abascal y VOX contra Casado. Es puro teatro y en septiembre, contemplaremos la disputa crispada por ver quién es hegemónico en el espacio de extrema derecha.
Una Moción que será negativa para la estabilidad de la vida política en España, en unos momentos trascendentales para el empleo, la reactivación de la economía y las políticas en favor de las transiciones digital y ecológica. Todo lo cual exige la aprobación de los Presupuestos del Estado con el mayor consenso.
A las olas de calor propias del mes de agosto se le añadirá el calentamiento del ambiente político por la carrera de disparates que escucharemos de VOX y PP. Si lo hacen, llegarán agotados al inicio del curso político y habrán conseguido que la ciudadanía les ignore.
En todo caso, VOX mete en un aprieto a Pablo Casado y provocará escalofríos en el PP, contradicciones y una abstención final cobarde de los populares ante una Moción que supondrá el principio del fin del dirigente popular.
No tengo duda de que la Moción de Censura ultra saldrá rechazada, excepto en el supuesto de que el frente nacional de la Plaza de Colon y los grupos independentistas sumaran sus votos. ¡Ellos sabrán!
Hoy, los patriotas de la ultraderecha han demostrado, una vez más, que les importa un bledo el bienestar colectivo de la ciudadanía española. Han pasado del debate sobre las decisiones del Consejo Europeo y se han retratado para mostrar que todo el interés de VOX consiste en sacar pecho y pegar otro bocado al electorado del PP.