El Gobierno de Estados Unidos ha acusado a dos piratas informáticos de origen chino de participar en varios ciberataques contra empresas del sector de Defensa y de biotecnología. Al menos una de ellas estaría relacionada con el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus. Los ataques perpetuados han afectado a diversas empresas con sede en 11 países distintos, entre ellos Alemania, Estados Unidos, Corea del Sur y España. El Departamento de Justicia de la Casa Blanca ha señalada directamente al Ministerio de Seguridad Estatal de China como responsable de dirigir estos hackeos.
El documento judicial acusa a los ciudadanos chinos Li Xiaoyu, de 34 años, y Dong Jiazh, de 33, de haber llevado a cabo varios ciberataques entre 2014 y 2020 para su propio beneficio y para el del Ministerio de Seguridad Estatal de China (MSS). El Departamento de Justicia ha apuntado que entre las víctimas del ciberespionaje se encuentran gobiernos, disidentes, activistas de derechos humanos y compañías privadas.
Según el comunicado del Departamento de Defensa estadounidense, “las industrias atacadas incluían, entre otras, algunas de fabricación de tecnología punta, materiales sanitarios, ingeniería civil e industrial, empresas, instituciones educativas y software para juegos, energía solar, farmacéuticas y defensa”. En el documento se recoge que los acusados habrían actuado bajo la supervisión y con la ayuda de un miembro del MSS, que les habría informado de los puntos débiles de los softwares hackeados.
Durante más de una década, Li y Dong habrían pirateado sistemas informáticos y robado datos de propiedad intelectual por valor de cientos de millones de dólares. En los últimos meses, según el comunicado estadounidense, los acusados habrían investigado “vulnerabilidades en las redes de biotecnología y otras empresas conocidas públicamente por su trabajo en vacunas, tratamientos y tecnología de prueba de la covid-19”.
En total han sido 11 los países afectados: Australia, Alemania, Bélgica, Corea del Sur, Japón, Lituania, Países Bajos, España, Estados Unidos, Suecia y Reino Unido. En el documento judicial se menciona que entre las empresas atacadas, una se localiza en Massachusetts. Pese a que no se ha desvelado el nombre, podría ser la farmacéutica Moderna, la primera en probar su vacuna y que el 27 de julio entra en su última fase de investigación.
Los piratas informáticos están imputados por 11 cargos criminales en un tribunal del estado de Washington. Sin embargo, no se encuentran bajo custodia judicial, y las autoridades estadounidenses no creen que puedan ser juzgados en el país.
En mayo, el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos ya acusaron a China de intentar hacerse con los informes sobre el desarrollo de una vacuna y un posible tratamiento contra el coronavirus. Esta nueva acusación fortalece la campaña de la Administración Trump de culpar a China del origen de la pandemia.