En dicho documento se pretende dotar al Sistema Nacional de Salud de “una mayor capacidad para prevenir y atajar posibles incrementos de transmisión del COVID-19”. Este incorporaría mejoras y concreciones técnicas, a propuesta de las comunidades autónomas, de diferentes ministerios y de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta, dependiente de la Comisión de Salud Pública.

El punto más novedoso y destacable del documento remitido por el Ministerio de Sanidad es la respuesta que establece en caso de contagio en centros penitenciarios. En este se pide a los funcionarios de prisiones su colaboración para recopilar, verificar y notificar los datos que contribuyan a planificar e intervenir de forma adecuada en cada caso.

En este ámbito se recomienda la vigilancia de los entornos y disponer de planes de contingencia adaptados a las características de cada cárcel. En caso de notificarse un positivo se deberá proceder al aislamiento del caso, así como poner a sus contactos más estrechos y al módulo en cuarentena.

Por otro lado, el Plan establece “medidas especificas” para colectivos como el de los migrantes que acceden de forma irregular a España. Se adoptarán medidas de diagnóstico precoz en el caso de estas personas.