El Rey Felipe VI ha cerrado con una breve e intensa intervención el acto de Homenaje de Estado a las miles de víctimas de la pandemia del Covid-19 que ha tenido lugar en la mañana de este jueves 16 de julio en el Patio de la Armería del Palacio Real de Madrid. El monarca ha tenido unas sentidas palabras de recuerdo para todas las víctimas. Y también para aquellos ciudadanos que durante la crisis nos cuidaron y velaron por nuestra salud y nuestra seguridad “más allá del cumplimiento de su deber”. El rey ha ensalzado la actitud de familias enteras que “han asumido con entereza el confinamiento en sus domicilios sabiendo que su actitud era fundamental para combatir la pandemia”. Al solemne acto han acudido todas las autoridades del Estado: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; las presidentas del Congreso y del Senado; el gobierno en pleno, todos los presidentes y presidentas de las Comunidades Autónomas, representantes de todas las religiones, etc. Y también participaron familiares de los fallecidos. Felipe VI ha terminado su intervención haciendo un llamamiento a mirar al futuro “con confianza y esperanza y hagámoslo desde el respeto y el entendimiento”.
Este jueves se ha celebrado en el patio de la Armería del Palacio Real de Madrid el solemne acto oficial de recuerdo y homenaje a todas las víctimas en España por la pandemia de la Covid-19. Ha sido un acto civil alejado de cualquier connotación religiosa en torno a un pebetero en el que prende ya para siempre la llama de recuerdo para las más de 28.000 víctimas mortales que no pudieron superar la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV2.
Alrededor de 400 personas han estado presentes en el acto, de las que dos tercios eran familiares de las víctimas y el resto autoridades de todas las instituciones del Estado y también autoridades europeas. La conocida periodista Ana Blanco ha sido la encargada de presentar y dirigir el acto de recuerdo. Y han tomado la palabra el hermano del periodista José María Calleja, fallecido por Covid-19; la enfermera del Vall d’Hebron, Aroa López, en nombre de los colectivos principales que hicieron frente a la pandemia; y, por último, el Rey Felipe VI.
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En el Patio de la Armería han estado todos los miembros del Gobierno de España, con el presidente Pedro Sánchez a la cabeza; las presidentas del Congreso de los Diputados, Meritxel Batet, y del Senado, Pilar Llop; todos los presidentes y presidentas de las Comunidades Autónomas, incluidos Quim Torra (Catalunya) e Íñigo Urkullu (Euskadi). El acto ha contado con la presencia de los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy. También han estado los líderes de todas las formaciones políticas, excepto los representantes de la ultraderecha de Vox que prosigue con su estrategia de ruptura con todo y con todos. Desde las instituciones europeas han participado en el acto el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen; del Parlamento Europeo, David Sassoli; y el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad, Josep Borrell.
El Rey Felipe VI ha tenido palabras muy sentidas de recuerdo a todas las víctimas del coronavirus “quiero recordar a los fallecidos, transmitir nuestro pesar y consuelo y todo nuestro afecto, así como el abrazo más emocionado”. El monarca ha recordado que “quienes nos han dejado son en la mayoría de los casos personas de edad avanzada que dedicaron sus vidas a trabajar duro para alcanzar el progreso de sus familias e hijos (…) son los que afirmaron la libertad y la tolerancia y construyeron el edificio de nuestra convivencia”. Pero también ha reconocido el Jefe del Estado que “otros ciudadanos eran aquellos que tenían un futuro por delante, y tanto por hacer y construir y que este virus nos ha arrebatado”. A unos y otros, Felipe VI les ha rendido tributo “todos los fallecidos permanecerán en nuestro recuerdo y no los olvidaremos nunca, este acto no puede reparar el dolor de muchas familias ni atenuar la tristeza por su ausencia, pero sí hacer justicia a su vida y a su memoria”.
El Rey, después, ha recordado a todos los sectores que han permanecido al frente de sus actividades profesionales para cuidar de todos los que nos vimos obligados a parar y a encerrarnos en nuestras casas, se trata de sanitarios, militares, policías, trabajadores y trabajadoras de residencias, de servicios sociales, de organizaciones solidarias, profesores, periodistas… Aunque ha centrado su discurso, obviamente, en aquellos que “nos cuidaron y que nos protegieron” durante el confinamiento. “A esas personas os debemos mucho más de lo que podamos imaginar; han salvado muchas vidas y les debemos nuestra salud y nuestra seguridad. Han sostenido el pulso de nuestro país sentimos. Hacia todos ellos una inmensa gratitud”.
El Rey Felipe VI ha dedicado algunas palabras también “al conjunto del pueblo español” y a aquellas personas que padecieron la enfermedad en soledad en sus casas y “a familias enteras que han asumido con entereza el confinamiento en sus domicilios sabiendo que su actitud era fundamental para combatir la pandemia”.
Felipe VI ha terminado su discurso haciendo una mirada al futuro “España ha demostrado su mejor espíritu. Cuando pasen los años recordaremos que nos hemos dado un ejemplo de civismo, de madurez, de resistencia, de compromiso con los demás. Señoras y señores, hemos contraído la obligación moral de reconocer la dignidad de los fallecidos y el espíritu de esa generación de españoles; y el deber cívico de impulsar los valores de nuestra sociedad y nuestra convivencia, Nos obligan y comprometen a todos; pongamos juntos y unidos toda nuestra voluntad, nuestro saber, nuestro empeño para mirar al futuro con confianza y esperanza y hagámoslo desde el respeto y el entendimiento”.
Antes que el Rey, tomaron la palabra Hernando Calleja, hermano del periodista fallecido, José María Calleja, que dijo que “Hoy nos despedimos simbólicamente de padres, madres, hermanos, amigos. Acariciamos sus manos, tocamos sus mejillas, besamos su frente. Descansen en paz y queden en la memoria de todos”.
Y en representación de los sanitarios estuvo la enfermera del Vall d’Hebrón Aroa López que recordó que “ha sido muy duro, nos hemos sentido impotentes, con una sensación brutal de incertidumbre y la presión de tener que aprender y decidir sobre la marcha”. Además, ha señalado que “Hemos sido mensajeros del último adiós, hemos dado la mano y nos hemos tenido que tragar las lágrimas cuando alguien nos decía ‘no me dejes morir solo’. Quien había detrás de los EPIs no eran héroes, éramos personas”.
El acto solemne finalizó con la interpretación del poema “Silencio”, de Octavio Paz, seguido de un minuto de silencio.