Una vez más la imposición y el veto de tres senadores de la ultraderecha ha impedido que el Senado firmara una declaración institucional contra el racismo. Es su forma de actuar desde que llegaron a las instituciones y han acabado con la posibilidad de alcanzar consensos por unanimidad en temas que unen a todos como la violencia de género, la LGTBI fobia, el racismo o el medioambiente. Su excusa siempre es la misma, estar en desacuerdo de los consensos establecidos por lo que ven partidismo en todo lo que no parte de sus ideas.

El portavoz del PSOE en la Cámara Alta, Ander Gil, ha sido muy duro con esta estrategia política y asegura que lo sucedido hoy es “un desprecio a los derechos humanos” y ha expresado su preocupación “por quienes no lo condenan y les amparan pactando con ellos”.

Como alternativa, Gil ha propuesto que los portavoces de los grupos políticos que apoyan la iniciativa, entre los que se encuentra el Grupo Socialista, hagan una lectura de la declaración institucional tras la Junta de Portavoces del próximo martes. “No van a silenciar la voz de los que defendemos la libertad, la democracia y los derechos humanos”, ha asegurado Ander Gil.

La declaración en contra del racismo y a favor del movimiento “Black lives matter” ha sido presentada por el grupo Izquierda Confederal y para Ander Gil se veto supone “un ataque a la democracia y la Constitución”. Para el senador socialista “el racismo atenta contra la igualdad, la Constitución y contra las bases de nuestra democracia (…) supone un desprecio a los derechos humanos, cimiento de nuestra convivencia”.

El dirigente socialista ha expresado también su preocupación “por quienes no condenan el racismo y también por quienes amparan a la ultraderecha pactando con ella”.