El País Vasco y la Comunidad Foral de Navarra tendrán las competencias en la gestión del Ingreso Mínimo Vital. Así lo ha acordado el Gobierno de España con el Partido Nacionalista Vasco, a cambio del apoyo parlamentario de éste último en la votación sobre la aprobación de la medida. De este modo, el Ejecutivo se garantiza el voto favorable de un socio habitual, y el PNV consigue una cesión en materia de competencias que podrá ser vendida como un logro de cara a la campaña electoral que está a punto de empezar en Euskadi.
El acuerdo ha sido alcanzado entre Carmen Calvo, vicepresidenta primera del Gobierno, y Andoni Ortuzar, Presidente de EAJ-PNV. Según este acuerdo, serán el País Vasco y Navarra quines asumirán las funciones y los servicios correspondientes al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) en relación al Ingreso Mínimo Vital. De este modo, será el Servicio Vasco de Empleo -Lanbide- quien tramite las ayudas que se concedan a la ciudadanía.
Los jertzales ya han emitido un comunicado congratulándose del pacto alcanzado. Para ellos "se trata de un gran acuerdo para la ciudadanía de la CAV y de Nafarroa, que ven blindados sus eficaces sistemas propios de protección social, que seguirán siendo gestionados por sus instituciones". Defienden que el acuerdo es todo un logro en un "contexto de tentaciones recentralizadoras" y que demuestra "la eficacia del EAJ-PNV defendiendo los intereses de las vascas y los vascos en Madrid".
El portavoz del Partido Nacionalista Vasco en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, ha explicado desde Sabin Etxea que "ninguna persona va a recibir menos ingresos" por este cambio de gestor, si no que se trata de poder realizar una gestión más eficaz y evitar que haya duplicidades en el cobro de las prestaciones. Y es que el País Vasco ya contempla la Renta de Garantía de Ingresos, por lo que quieren evitarse errores a la hora de distribuir las ayudas.
Con el acuerdo alcanzado, el Gobierno se garantiza el apoyo parlamentario de su socio más habitual durante la investidura, y que podría ser decisivo de cara a una votación que se celebrará este viernes de una medida que desde Unidas Podemos consideran imprescindible. Sirve además para acercar posturas entre el Ejecutivo y el PNV, muy molesto con la derogación de la reforma laboral acordada con EH Bildu, sin consensuar con otras formaciones políticas.
Además, las elecciones autonómicas vascas están previstas para el 12 de julio. El acuerdo entre PSOE, Unidas Podemos y EH Bildu dejaba a ésta última como una formación útil de cara a conseguir acuerdos en Madrid, una baza que EAJ-PNV gusta de utilizar para atraer al electorado vasco. Por ello, este último acuerdo de transferencia de competencias puede ser vendido como un éxito de la gestión Jertzale, muy importante de cara a la campaña electoral que viene.