La asociación “Acción contra el Hambre” corrobora a través de un estudio que 1 de cada 10 personas no tienen acceso a Internet; 2 de cada 10 tienen un mal acceso y casi 4 de cada 10 personas no se sienten cómodas al usar nuevas tecnologías.
La
crisis por COVID-19 ha ocasionado una brecha digital en la población, ya que un gran porcentaje se encuentra en un estado de vulnerabilidad frente a las nuevas tecnologías y por lo tanto muestran rechazo por su falta de formación. Esto conlleva a que un gran colectivo tenga que adaptarse a esta nueva forma de trabajo para poder mantener su negocio.
“Acción contra el Hambre” ante esta situación ha decidido hacer frente a la brecha digital
impartiendo formaciones para ayudar a aquellas personas en riesgo de exclusión con el fin de adquirir competencias digitales. De esta forma les darán acceso a Internet a través de
tarjetas de datos para que puedan llevarlo a cabo.
La
brecha digital ha ocasionado una disminución del empleo, debido a que numerosas personas carecen de medios para llevar a cabo su función laboral, ya que disponer de un dispositivo electrónico, en un futuro a corto plazo, será indispensable para llevar a cabo funciones laborales, educativas e incluso relaciones sociales.
La responsable de la asociación “Acción contra el Hambre”
Lorena Hernández advierte que el acceso a Internet en este momento tan crucial es imprescindible para continuar con la
educación de niños y niñas en edad escolar, ya que la falta de este medio puede causar un declive en la formación curricular, causando una importante
desigualdad y pérdida de aprendizaje y por lo tanto, desencadenando un gran desequilibrio en el desarrollo formativo de los niños más desfavorecidos.
Esto mismo ocurre con el empleo, la falta de formación tecnológica esta causando una gran dificultad para llevar a cabo su función, además de carecer de dispositivos electrónicos en los hogares y la dificultad que conlleva la falta de conocimiento acerca de las nuevas tecnologías.
La educación y el empleo son la base de un país, lo que conlleva a que las familias puedan caer en la pobreza o no, y al fin y al cabo la tecnología es un factor fundamental en el desarrollo de ambos.
Lorena Hernández, ante esta situación tan alarmante decidió analizar el estado de la población en cuanto a usabilidad tecnológica se refiere, mostrando que 4 de cada 10 personas muestran rechazo hacia las nuevas tecnológicas, un dato muy alarmante ya que carecen de formación para hacer frente a una nueva era, debido a que gran parte de la población se dedica a desempeñar trabajos en el sector servicios.
“Acción contra el Hambre” ha corroborado que las mujeres que participan en sus programas formativos son las más afectadas por la brecha digital, ya que carecen de medios y tiempo debido a que son las mayores responsables de los cuidados de los menores y mayores durante esta crisis, por lo que afirman que
“las mujeres estarán todavía más expuestas a la exclusión”.