El uso de guantes podría incrementar el contagio de coronavirus entre personas. Pueden generar una falsa sensación de seguridad, provocando que los usuarios no tomen las debidas precauciones para evitar el contacto con superficies potencialmente contaminadas o que no se laven bien las manos. El uso de mascarillas continpua siendo el método más recomendado para evitar la propagación del virus
Lo informó la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), a la vez que desalentó su uso. Este no sería un método preventivo óptimo para protegerse del virus ya que no aportan una protección adicional respecto a la higiene de manos.
Según los profesionales sanitarios, la enfermedad no se transmite por la dermis ya que el virus no puede penetrar en la piel sana. Por esta razón los guantes no son necesarios. Por esta razón, desde la SEMPSPH reclaman que se dejen de ofrecer guantes en la entrada de los establecimientos y comercios públicos.
Esta sociedad considera fundamental que se extienda el lavado de manos con agua y jabón o productos con base alcohólica como los que recoge la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios. Proponen que éstos si deberían ofrecerse a los clientes al entrar y salir de los establecimientos. “No se utilizan correctamente porque sólo se deben usar cuando hay una indicación expresa, como puede ser para elegir las frutas y verduras, y además tras finalizar hay que retirarlos inmediatamente”, añaden.
Cómo método preventivo los médicos recomiendan el lavado de manos antes y después de utilizarlos. Y aclararon que lavarse las manos con los guantes puestos es menos efectivo, ya que pueden quedar pliegues donde no acceda la solución hidroalcohólica o el jabón. Además, se puede erosionar por los productos de limpieza, dejando zonas que pueden convertirse en potenciales reservorios de microorganismos.
Los integrantes de la asociación de medicina también se han pronunciado en contra de la toma de temperatura en comercios, centros de trabajo y otros establecimientos, aludiendo que alrededor de un 30 % de los casos de COVID-19 en España no presentaron fiebre.
Remarcaron que la Agencia Española de Protección de Datos emitió un comunicado donde expresaba su preocupación por este tipo de actuaciones. La medición de la temperatura corporal no se considera una prueba óptima para detectar casos de enfermedad. En muchos casos los pacientes positivos de coronavirus mostraron cuadros febriles intermitentes, por lo que podrían pasar inadvertidos en el momento del control. Además de que las temperaturas corporales pueden ser variables dependiendo las personas y sus historias clínicas.