Desde que las escuelas se paralizaron el 11 de marzo, el final del curso escolar 2019-2020 ha sido una incógnita constante. Por otro lado, esto nos permite visualizar cómo será la vuelta en septiembre del nuevo curso. Sin duda volver a la normalidad será muy difícil en el ámbito de la educación y todavía hay muchas preguntas sin resolver

Para poder seguir con las medidas de seguridad, como el distanciamiento social y de higiene los edificios escolares se han quedado pequeños, ya que los niños no caben si se debe de guardar distancia de mínimo 2 metros. Por esta razón los horarios de los colegios empezarán a variar, al igual que la forma de impartir la materia. Todo esto afectará a la forma de relacionarse de los alumnos y profesores que estará marcada por la prevención de la salud y la tecnología.

En primer lugar, al reducir los grupos de alumnos por clase si tendrán que aumentar las contrataciones de profesores, ya que habrá más grupos y por lo tanto se necesitarán más docentes. Pero por otro lado también hay menos profesores disponibles. Están los profesores de mayor edad que tienen mayor riesgo de sufrir un cuadro sintomático grave si contraen el coronavirus. También están las embarazadas. Y por último los profesores con patologías previas que se les desaconseja trabajar en la escuela.

Por eso la comunidad educativa pide reconstruir el modelo de educación español entre todos. Los docentes, pedagogos, sindicatos, familias y estudiantes piden a las autoridades educativas que se hagan ellos a quien consulten.

La ministra Isabel Celaá asegura que se reúnen periódicamente con las consejerías de educación. Pero ella misma fue la que hace algunos días lanzó el mensaje de que “habrá 15 niños por clase”sin preguntar a nadie.

Por ejemplo, el conceller de Educacion, da ciertos titulares que no concretan nada. Hace unos días, Josep Bargalló explicó los primeros pasos sobre la vuelta a las aulas en un programa de radio. Isabel Sánchez, presidenta de laAssociació de Directius de l’Educació Pública de Catalunya (Axia), se quejó de que se enteró de las intenciones del conceller por televisión, donde anunció fechas de preinscripción escolar sin que lo supieran los centros y los directores, a los que Sánchez representa, y recibieran un aluvión de correos de familias pidiendo cita.Los directores además de trabajo pedagógico están haciendo labor administrativa.

“No sé si resistiremos mucho”,indica Sánchez con cierto desamparo institucional. Pide un mayor reconocimiento público a los directores de centros que han estado al pie del cañón, en la gestión, la coordinación de equipos y hasta repartiendo personalmente tarjetas de comedor y ordenadores. Por otro lado, Sánchez también pide el reconocimiento a los profesores que trabajan por encima de sus horarios. En su opinión esta crisis también ha dado un empujón a la digitalización de los centros.

Por todos estos cambios que se están produciendo, la comunidad educativa tiene miedo de la llegada de una enorme ola de cambios escolares que vengan grandes a muchos ámbitos de la educación.

La vuelta a los centros escolares empezará a plantearse el jueves 14 de mayo en la Conferencia Sectorial convocada por el Ministerio de Educación.