La octava reunión de todos los presidentes y presidentas de las Comunidades Autónomas con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha servido para que los líderes regionales del Partido Popular, siguiendo la estrategia de su presidente nacional, Pablo Casado, hayan pedido a Sánchez que acabe ya con el Estado de Alarma. Fieles a su estrategia de doble moral y tras dos años criticando tajantemente que Sánchez dialogara, siquiera, con Quim Torra, en esta ocasión no les ha importado unirse al President de la Generalitat, Quim Torra para pedir al Gobierno el retorno a la legislación ordinaria para ‘recuperar’ competencias y ser ellos los que gestionen la fase de desescalada. El jefe del Ejecutivo les ha ofrecido una ‘cogobernanza’ en la que los distintos territorios podrán trasladar al Gobierno central sus propuestas y se consensuarán las decisiones. Pero, en caso de discrepancia, decidirá el Gobierno de España. También Íñigo Urkullo, lendakari de Euskadi, se ha puesto en clave electoral, ya que quiere que las elecciones, aplazadas a causa del coronavirus, sean antes de otoño. Por esta razón intenta también recuperar cuanto antes las competencias, para no acudir a unas elecciones en Estado de Alarma o muy próximas a ello.
Los presidentes autonómicos del Partido Popular han hecho frente común con el presidente de Cataluña, Quim Torra, y con el lehendakari vasco, Íñigo Urkullu, para pedir a Pedro Sánchez que acabe ya con el Estado de Alarma ya que consideran que no se dan las circunstancias para continuar con esta medida extraordinaria. Por su parte, el Ejecutivo afirma que no hay ‘plan B’, que sin la prórroga del Estado de Alarma decaen las medidas aprobadas en estas pasadas semanas como los ERTE’s, los ceses de actividad de los autónomos, los avales para empresas, etc. Obviamente, también quedaría suspendidas las restricciones a la movilidad y los ciudadanos podrían moverse libremente por todo el territorio.
La fase de desescalada gradual y asimétrica se convertiría en una fase abrupta, de un día para otro.
Los presidentes del PP que gobiernan en Andalucía, Galicia, Madrid, Murcia y Castilla y León pidieron este domingo al presidente que acabe con esta situación excepcional. El más duro en esta ocasión fue el gallego Alberto Núñez Feijóo, que está a la espera, además, de celebrar las elecciones autonómicas, y apostó por que la desescalada se regule con la Ley General de Salud Pública, con las modificaciones necesarias para que se pueda regular la movilidad. Feijóo afirmó que “el Ejecutivo debe considerar estas reflexiones” sino, pidió que se “module” el Estado de Alarma según los territorios.
El resto de líderes populares esgrimieron razones parecidas para negarse a seguir con el Estado de Alarma. Moreno Bonilla dijo que esta excepcionalidad tenía sentido en una primera etapa pero ya no y también considera explorar otras legislación menos restrictiva.
Por su parte, el presidente independentista de Cataluña, Quim Torra, volvió a pedir que decaiga el Estado de Alarma para que su Gobierno autonómico recupere las competencias que le permitan implantar la desescalada que ellos consideren. En el caso de Cataluña están pidiendo que la provincia no sea el territorio a tener en cuenta para pasar de una fase a otra y se haga por regiones.
Íñigo Urkullu, que también está a la espera de poder celebrar las elecciones autonómicas, lleva semanas pidiendo que las decisiones se tomen desde las Autonomías y no desde el Gobierno de la nación.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha escuchado y tomado nota de todas estas peticiones y ha propuesto una ‘cogobernanza’ para que las Comunidades Autónomas también tengan margen de decisión en el periodo que afrontamos. Se trataría de que los Gobierno regionales envíen a Madrid sus propuestas que serán estudiadas por Sanidad y que se aceptarán siempre que sean acordes con el interés general. Desde Moncloa afirman que se procurará que las decisiones sean consensuadas, pero se reserva la última palabra y en caso de que no haya acuerdo primará las decisiones del Gobierno.
El resto de presidentes autonómicos, del PSOE y otros regionalistas, hicieron llegar al presidente del Gobierno sus propuestas y posturas. No tienen ningún problema con el Estado de Alarma, pero sí insisten en que deben recibir la ayuda económica del Estado. Algunos de ellos pidieron que se eleve el déficit fijado en el 0,2 por ciento y que consideran insuficiente. Todos recibieron la noticia de la inyección de 16.000 millones de euros con optimismo, aunque algunos consideran igualmente que esta cantidad será insuficiente.