La Prensa de aquél entonces ya acudía a los bulos y la difamación, como lo del gabán de Pablo Iglesias y sus teóricos viajes en primera en los trenes; eran los tatarabuelos de los que hoy siguen en el "Sindicato del Crimen" con las mismas tácticas contra otro socialista que tampoco encaja en el negocio político actual. Hoy intentan difamar a Pedro Sánchez con legiones de redactores y tertulianos que desde radios y TVs de lo que yo llamo la “Brunete Mediática”, con sueldos superiores al del Presidente intentan reventar con nuevos bulos el Gobierno legítimo de España. Ya no hacen falta tanques ni pistolas para perpetrar golpes de Estado.
Pedro Sánchez es el Presidente más atacado desde todos los flancos desde 1936. Ni siquiera la llegada de la pandemia del COVID-19 sirve para darle tregua por parte de las derechas más desleales desde aquel mismo año, que en vez de arrimar el hombro como sus colegas europeas para evitar cuanto antes la tragedia, en España no tienen escrúpulos en aliarse con los fascistas contra el Gobierno legítimo.
Hoy la táctica antigubernamental de las derechas pasa por aprovechar la tragedia para llegar al Poder sin necesidad de urnas, alentadas por el fascismo y la Brunete Mediática y aprovechando incluso las catástrofes que personajes como Díaz Ayuso causan allá donde mandan. Poco les importa convertir Madrid en la Zona Cero mundial, una Comunidad donde no son capaces ni de distribuir lo que el Gobierno y sociedad civil les entregan dada su ineficacia para conseguirlo según es su obligación. Por el contrario la política de las derechas es la exigencia de lutos oficiales, banderas a media asta, corbatas negras y crespones con los que ellos apaciguan sus conciencias mientras siguen causando tragedias que atribuyen cínicamente al Gobierno. Esos lutos se decretan cuando se vence a la muerte, no mientras hay personas en las UCIS a las que ver sus banderas y crespones negros no les hace ningún bien.
Ayuso ha vuelto a demostrar lo poco que les importan las víctimas y sus familias convocando un acto de cierre en IFEMA para aplaudirse a sí mismos en un irresponsable baño de masas mientras toda España sigue confinada y otros corren riesgo de multa si infringen las normas que todos nos esforzamos en cumplir. Son los hipócritas de luto que están llegando a maldecir contra el mismísimo Papa, que de nuevo los está dejando en evidencia.
Matías Alonso Blasco