Italia progresivamente empieza a vivir la “nueva normalidad” post coronavirus. El lunes próximo lunes será el inicio oficial de la llamada fase dos de desconfinamiento. Su primer ministro, Giuseppe Conte, asegura que en este nuevo escenario todos deberán “convivir con el virus”.
Los italianos podrán empezar a salir de sus casas, pero con limitaciones. Lo podrán hacer para ir a trabajar, por situaciones de urgencia, para abastecerse o para visitar a familiares que vivan en su misma región. Siempre respetando la distancia social de un metro y llevando mascarilla. Desde el Gobierno recalcaron que no están autorizadas las “fiestas privadas o los reencuentros familiares”.
En esta fase también se permitirán los funerales, con un máximo de 15 asistentes y, siempre que se pueda, al aire libre. El Gobierno de Conte todavía no ha anunciado la permisión de las misas, algo que ha enfadado a la Conferencia Episcopal Italiana. “Los obispos italianos no pueden aceptar ver comprometido el ejercicio de la libertad de culto”, han protestado en un comunicado.
El anuncio de la fase dos ha coincidido con un muy buen día para Italia: este domingo se han registrado 260 muertos en 24 horas, lo que representa la cifra más baja de fallecidos con coronavirus desde el 14 de marzo.
El lunes que viene también abrirán los parques y jardines y se permitirá correr sin la obligación de permanecer cerca de la vivienda habitual, como sucede ahora. Los restaurantes podrán servir comida para llevar. Hasta el momento sólo podían hacer envíos a domicilio. “Pero atención, que nadie piense que podrá haber aglomeraciones ante los bares”, advirtió Conte.
El primer ministro italiano alerta que será fundamental que a partir de ahora todo el mundo respete el metro de distancia. Si no, “la curva crecerá y podrá volver a descontrolarse, aumentarán los muertos y tendremos daños irreversibles en la economía”. El mandatario enfatizó que se reservan la posibilidad de decidir la interrupción de la apertura
Podrán volver a funcionar los sectores de la manufactura, la construcción y el comercio mayorista. En cuanto a las escuelas, el primer ministro ya había avanzado que los alumnos italianos no volverán a clase hasta septiembre porque el comité técnico-científico prevé “riesgos muy elevados de contagio” en el caso de una eventual reapertura.
La segunda fecha clave en el calendario es la del 18 de mayo. En esa fecha se abrirán los comercios minoristas y los museos, exposiciones y bibliotecas. Los restaurantes y bares deberán esperar hasta el 1 de junio, así como los peluqueros y los centros de estética y otros lugares de cuidado personal.
Además, el Gobierno italiano fijará un precio límite en las farmacias, que para las quirúrgicas será de alrededor de 50 céntimos, y no se les impondrá IVA. Eso sí, quien tenga fiebre superior a 37,5 grados en Italia deberá quedarse en casa obligatoriamente, evitar los contactos sociales y llamar al médico.