Los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) costarán a las arcas públicas un mínimo de 5.500 millones de euros por cada mes de aplicación a los cuatro millones de trabajadores afectados por estos.
En concreto, para llegar a esta cifra se debemos sumar tanto las prestaciones por desempleo que reciben los trabajadores como lo que deja de ingresar la Seguridad Social por la exoneración del pago de cotizaciones empresariales por los trabajos afectados por los ERTE de fuerza mayor.
La Seguridad Social acaba de hacer pública la base media de cotización del Régimen General de asalariados en el que están integrados ocho de cada diez cotizantes. Esta cantidad se puede equiparar en la práctica al salario bruto medio de los afiliados a la Seguridad Social, y el diciembre pasado ascendía a una cantidad de 1.876 euros.
Sobre esta cuantía media se aplican los tipos de cotización, un porcentaje que determina qué parte de esos 1.876 euros destinan los empresarios y los trabajadores a pagar sus aportaciones a la Seguridad Social para mantener las pensiones actuales y también determinan en parte sus pensiones futuras. El grueso de este tipo de cotizaciones lo forman las denominadas contingencias comunes, que fijan una aportación a la Seguridad Social por parte del empresario del 23,6% de la base de cotización del trabajador y un 4,7% por parte del empresario.
A estas contigencias se les debe sumar la cotización por desempleo, las aportaciones al Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) y la cuota por formación. Sin contar la tarifa por accidentes, empresario y trabajador ingresan en la Seguridad Social el 36,25% de la base de cotización del empleado si este es fijo y el 37,5% de dicha base, si es temporal.
Si se recoge la actual base media de cotización de cada trabajador (1.876 euros al mes) y los tipos de cotización abonados exclusivamente por las empresas por cada empleado, se puede calcular cuánto dinero deja de ingresar la Seguridad Social por los cuatro millones de trabajadores afectados por ERTE.
Estos ajustes, si son por causa mayor por coronavirus, llevan también una exoneración de la cotización empresarial a la Seguridad Social, por lo que aplicando los tipos antes citados a la base media de cotización se obtiene que el sistema dejará de ingresar unos 563 euros por trabajador al mes, lo que equivale a 2.252 millones mensuales de pérdida de ingresos.
Dicha cantidad podría ser más baja porque no todos los ERTE son de fuerza mayor y porque la mayoría de trabajadores afectados se encuentran entre los que tienen las bases de cotización más bajas, según los datos hechos públicos por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Además, el sistema recibirá unos 600 millones de euros procedentes de las cotizaciones correspondientes a los trabajadores y deberán ser abonados por el Servicio Público de Empleo (SEPE) a la Seguridad Social.
A todo esto se suman los 3.500 millones de euros que costarán al mes las prestaciones por desempleo de cuatro millones de afectados, teniendo en cuenta que, según el Ministerio de Trabajo, el coste medio de la prestación contributiva por desempleo asciende a 855 euros al mes.
Este coste total se producirá todos los meses en los que haya cuatro millones de empleados. Finalmente, el sistema también perderá los cerca de 500 millones mensuales que aportaban en cotizaciones los 900.000 trabajadores que se dieron de baja de la Seguridad Social entre el 12 y el 31 de marzo.
Fuente: El país, Cinco días