Si los estudiantes de formación primaria y secundaria tienen, en la medida de lo posible, relativamente claro como va a procederse a cerrar el curso académico, el descontrol y desconocimiento dentro de la enseñanza universitaria es absoluto. En las Universidades, que poseen una gran autonomía y gozan del derecho a la libertad de cátedra, es difícil establecer unos criterios unificados del modo que se ha hecho vía el Ministerio de Educación. Y a falta de dichos criterios, muchos estudiantes critican el completo desconcierto que les provoca la situación, junto a la desatención por una gran parte del profesorado.
"Tenemos desde profesores que se limitan a subir un archivo PDF hasta otros que se lo están trabajando muchísimo e incluso mejoran la actividad presencial", ha explicado a eldiario Carolina García, presidenta de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas-CREUP-. Sobre los criterios de evaluación, también ha comentado que hay universidades que no dan por perdidas las clases presenciales lo que no permite la adaptación completa al sistema telemático. "De hecho, las que lo van a hacer online no descartan lo presencial del todo, lo que quiere decir que no acaban de actualizar su metodología de evaluación y, si siguen insistiendo mucho, van a acabar haciendo una evaluación improvisada", ha explicado García.
El colectivo de estudiantes también ha mostrado su rechazo a los modelos de exámenes que se están planteando. Desde pruebas en las que el profesor exige al alumno tener cámaras encendidas enfocándole para demostrar que no está copiando, hasta pruebas con muchas preguntas o de extenso desarrollo en un periodo de tiempo insuficiente para su correcta realización. Y también ha aparecido la cuestión de las tasas universitarias, ya que muchos de los alumnos consideran que una parte del dinero ingresado debería ser devuelto al alumnado, puesto que no se está completando la formación por la que éstas fueron abonadas.